En el pasillo de un tanatorio.

En el pasillo de un tanatorio. (Se respeta la tabulación del autor)

I

es orilla

ni quicio ni antesala

morada donde el río nos habla

se desliza

contagia en cada crisis…

…tu respuesta

II

no te tardes
que te espero

que fue vida
lo que ahora

solo es gota
solo es mar

III

palabras

pura sed de un libro rojo

plomo hundido en un silencio de mercurio

y las manos…

manos cerrando unos ojos

manos que sufren tus clavos

¡¡manos

dadme muerte

vida o paz del cielo!!

 

tus manos…

 

IV

presencia y frío

 

luz

amor

semilla

pues de lo humano nacemos

(humanos

demasiado humanos)

y de esta raíz morimos

¿qué mandáis hacer de mí?

 

 

V

mis pies descalzos

transparentes

cuerpo

vida y alma

 

sacramento entre el ser y la nada

que tocas el polvo del mundo

ten piedad de nosotros

 

¿dónde

cómo y cuándo?

tu huella en el pasillo de un tanatorio

 

 

VI

si el dolor que tengo

es como el que tú tienes

dime

¿en qué me detengo?

sangro en el filo de todas mis dudas

y prometo

en mi orfandad

nunca pintar

las paredes

de respuestas

 

 

VII

pena pegada a los huesos

de madres como la mía

de hijos como el tuyo

 

más allá de la empatía

lo que más temo es perderte

entre ambigüedades

 

 

VIII

dónde estás

por qué nos dejas

entre ramos de flores mustias

y un “amen” repetido

 

busco en los ojos deshechos

respuesta a unos ojos cerrados

y solo encuentro silencio

en unos labios de hielo

 

 

IX

y vuelvo a la piedra

al río

y al pan mojado en vino

a lo que no pide nada

que muere viviendo

lámpara de lo pequeño

lluvia

café

por fin

ni ángeles ni tumbas

solo silencio hablado

por donde respiro de nuevo

 

Alberto Jaimez, diácono permanente) es en la actualidad el responsable de tanatorios de la diócesis de Bizkaia -España