Santiago del Cura: «No hay indicios de que se acerque el sacerdocio femenino»

«No hay indicios de que se acerque el sacerdocio femenino»

El teólogo y sacerdote burgalés Santiago del Cura forma parte de la comisión creada por el Papa para estudiar la posibilidad de crear un diaconado femenino, que aún no se ha reunido por la pandemia

El pasado mes de abril el Papa Francisco nombró una comisión formada por cinco mujeres y cinco hombres que va a estudiar si se dan las condiciones para que se pueda establecer un diaconado para las mujeres dentro de la Iglesia Católica. Entre los expertos elegidos se encuentra el sacerdote burgalés Santiago del Cura, doctor en Teología Dogmática y profesor de la Facultad de Teología, quien en declaraciones a este periódico afirmó que en este momento no hay indicios «de que se vaya a abrir la puerta de las mujeres al sacerdocio, que el mismo papa Francisco ha afirmado en varias ocasiones que está cerrada» y que, en este sentido, hay una convergencia con todas las iglesias ortodoxas cristianas, «una situación distinta de las protestantes y reformadas».

«Juan Pablo II en el documento Ordinatio sacerdotalis afirmó que la Iglesia no tiene poder para modificar lo que se retiene como voluntad del Señor en lo relativo al acceso de las mujeres al sacerdocio ministerial. Pero nada dijo explícitamente sobre el diaconado, de ahí los debates actuales», añadió este experto que, por otro lado, considera justo que se otorgue un mayor protagonismo a las mujeres en la Iglesia «y que se lleve a cabo un reconocimiento público y eclesial de su presencia y de su contribución»: «En el ordenamiento actual son ya muchas las posibilidades y seguramente serán mayores en el futuro, tal vez se necesite un poco de paciencia, la cuestión es si este camino ha de pasar, necesariamente, por un diaconado femenino sacramental que sería parte integrante del sacramento del orden o si no, existen muchas otras posibilidades para hacer efectivo ese reconocimiento».

Aunque en la actualidad no existen diáconas en la Iglesia Católica, esta figura se remonta a los primeros siglos del cristianismo y las referencias a ellas son más numerosas, indica Del Cura, en las iglesias orientales «aunque también se hallan en la tradición occidental latina». Sus funciones eran diferentes en función de los contextos geográficos y eclesiales e iban desde la administración del bautismo a mujeres adultas -«por razones de respeto y decoro en la tarea de ungir sus cuerpos con el óleo consagrado»- a la formación, el cuidado de las personas enfermas, la atención a los pobres «con asimilación al orden de las viudas o presidencia equiparable al de las abadesas en instituciones monásticas».

Pero aunque no hay diáconas, si se habla en un sentido amplio de un ‘servicio diaconal’ dice Santiago del Cura, que en él se incluirían los muchos miles de mujeres que desempeñan tareas, funciones y servicios sin los cuales la Iglesia no podría seguir adelante: «El recurso al diaconado femenino en los primeros siglos del cristianismo no ha de servir tanto para reinstaurar una institución del pasado, cuanto para recrear ministerios femeninos adecuados a las necesidades y desafíos de la evangelización en los momentos actuales. Cualquier mujer desempeña y puede desempeñar hoy, sin necesidad de ordenación alguna, un espectro de tareas mucho más amplio que el de las diaconisas antiguas: Tareas pastorales, educación catequética, cuidado de los pobres, atención a enfermos, celebraciones litúrgicas, dirección de delegaciones, funciones docentes y académicas en las instituciones universitarias de la iglesia, participación en la responsabilidad pastoral de las parroquias y comunidades, etc».

Del Cura considera «un planteamiento justo y acertado» que la comisión sea paritaria: «En cualquier caso, lo decisivo no es la condición masculina o femenina de sus integrantes sino el conocimiento de la materia, la fundamentación de las opiniones, el peso de las argumentaciones históricas o el rigor de las reflexiones teológicas y en este sentido hay estudios elaborados por mujeres que ponen de manifiesto una gran competencia en el campo del diaconado femenino».

Fuente:https://www.diariodeburgos.es/

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