diaconado permanente burgos

Enrique y David, con sus respectivas familias.

Enrique Díez y David Jiménez son los dos padres de familia que se están preparando para ser próximamente diáconos permanentes. La diócesis aprovechará los meses previos a su ordenación para dar a conocer en qué consiste su específica vocación de servicio a la Iglesia de Burgos El arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, después de escuchar el parecer favorable de sus órganos de consulta -el Consejo Presbiteral y el Consejo pastoral diocesano-, instauró el diaconado permanente en nuestra diócesis el 1 de enero del 2012.

Han pasado ya tres años desde entonces, el tiempo necesario para que los primeros hombres que se plantearon su vocación al diaconado permanente hayan completado su formación. Ahora ya están preparados para recibir, cuando Dios quiera, la Ordenación diaconal. Por esta razón la diócesis va a ir dando informando a través de sus órganos de comunicación para dar las explicaciones necesarias ante la novedad que supone para la vida de la Iglesia burgalesa. Con ello se pretende suscitar el interés necesario para conocer bien la vocación al diaconado permanente y compartir con los futuros diáconos su misión pastoral. También se espera que se estimulen así los ánimos de aquellos otros que sientan esta vocación de entrega a Cristo y a su Iglesia.

Hoy tenemos dos hombres que han recibido la formación necesaria: Enrique Díez Pérez, de 46 años, casado y con tres hijos, y David Jiménez Chaves, de 40 años, casado y con dos hijos. Así, en su vida y ministerio conjugarán la vocación matrimonial con la del diaconado permanente. Enrique pertenece a la Parroquia de Quintanilla Vivar, y David pertenece a la Parroquia de Villafría.

Su formación recibe asesoramiento por parte de dos sacerdotes responsables: Fernando Arce Santamaría, como director para la formación, y Jesús Camarero Cuñado, como director espiritual y tutor académico. Como se señaló en el Decreto de instauración del diaconado permanente, el arzobispo tomó esta decisión convencido de que el diaconado permanente redundará en el bien espiritual y pastoral de la diócesis de Burgos.