Una mirada retrospectiva de la reunión de Delegados en Sudáfrica

CENTRO INTERNACIONAL DEL DIACONADO

Una mirada retrospectiva de la reunión de Delegados en Sudáfrica

Del 8 al 16 de abril de 2008

Diác. Klaus Kießling

Vicepresidente del Centro Internacional del Diaconado

Frankfurt, Alemania, 30 de abril de 2008

kiessling@sankt-georgen.de

A pesar de la distancia de 10.000 kilómetros de Sudáfrica sigo profundamente impresionado por los contrastes que tiene allí la vida. Esa fuerte impresión se debe a la favorable circunstancia de la reunión del CID en ese país y a su rico programa de trabajo.

En cuanto a la reunión misma quiero recordar dos cosas:

Primero, el acuerdo que hicimos del tema central de la próxima conferencia internacional de estudios que va a tener lugar del 26 al 29 de marzo de 2009 en Viena sobre la espiritualidad diaconal. Eso me alegró mucho porque ese tema permitirá que mujeres y hombres provenientes de los cuatro puntos cardinales puedan aportar sus experiencias, y porque nos hará pensar y reflexionar no solamente sobre nosotros mismos sino también sobre aquellos a los que hemos sido enviados.

En segundo lugar, hemos escuchado y discutido el desarrollo de los trabajos que realizan los miembros del CID en sus respectivas regiones, como así también su creciente independencia. Considero que esos procesos son muy deseables. Al mismo tiempo, será nuestra tarea cuidar que el CID coordine la marcha de todos.

Mas allá de los temas abordados en la reunión de los delegados, la misa que hemos celebrado juntos en Soweto ha quedado viva en mis recuerdos: la fuerza de las voces de las mujeres, el baile litúrgico y las muestras de alegría de vivir y confiar en Dios, en medio de un mundo amenazado horrorosamente por la enfermedad del SIDA. Un mundo en el que crecen niños huérfanos de padre y madre bajo el cuidado de madres sustitutas y voluntarias, que a su vez están expuestas al peligro de ser violadas y embarazadas.

Al mismo tiempo he experimentado mucha esperanza en las conversaciones que hemos tenido en el Colegio San Agustín (Universidad Católica de Johannesburgo) y en las entrevistas que realizamos en el marco del proyecto de investigación “Pro Diakonia Africana”. Y la esperanza nos permite seguir viviendo.

 

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