Servidor de Jesucristo y de todos los hermanos

 

Homenaje a Don José María Estudillo Carmona

 “El diácono permanente es servicio gozoso al Evangelio, fuerza entusiasta de la caridad, testimonio y vida de Eucaristía, sencillez y acogida alegre, entrega humilde a los más pobres, servicio de Iglesia a toda la Iglesia. María, oración y silencio oblativo, liturgia en el altar y en la calle, desborde de las bienaventuranzas, el creyente hecho misericordia. Esteban pan gratuito de los pobres, Lorenzo incendiador de amor, Vicente, paciente en la tribulación, Francisco cantor de fraternidad, crecimiento del amor compartido, motor silencioso de comunidad, Iglesia cargada de futuro, apoyo diligente de pastores, humanidad llena de luz”.

 

Estas palabras, bellas y profundas, fueron dictadas por el Rvdo. Don José María Estudillo Carmona, presbítero de la diócesis de Sevilla, con más de 30 años formando Diáconos Permanentes, en el encuentro que sostuvo la comunidad diaconal de la ciudad de la Giralda, el pasado sábado día 22 de octubre en la Casa Sacerdotal. Fue un entrañable homenaje en el que su figura, en medio del cariño, del recuerdo y de la admiración por parte de una Iglesia diocesana a la cual sirvió al cien por cien, fue más que aplaudida y querida. 

 

Climatológicamente hablando fue un día raro, pues se combinaba la agrupación de nubes cargadas de colores grises y por otro lado aparecía la sonrisa tenue del sol que quería moverse pero que no podía dar la cara como hubiese deseado. Pero ambiental fue perfecto. El horario y el día favoreció mucho la convivencia y el ambiente general del encuentro fue muy distendido y característico del estilo diaconal, con alegría, cercanía entre todos, o sea, ambiente familiar, de amistad y fraternal.

 

Después de la entrañable acogida entre todos los asistentes (con sus esposas) nos reunimos en torno a la Eucaristía, muy participativa por cierto. Como presidente en dicha asamblea eucarística fue el homenajeado, don José María Estudillo, concelebrando con el siempre querido sacerdote, Don Pedro Ybarra, alma mater de la creación en nuestra diócesis del mundo diaconal; a ambos sacerdotes les acompañó nuestro estimado hermano diácono, Carlos H`Derbe, sirviendo fiel y correctamente la mesas del altar. Esta Eucaristía fue entonada, como oración elevada, y acompañada por el también hermano diácono Manuel Luis Góngora y, naturalmente, por el estimado José Márquez, cariñosamente Pepo, regalándonos ambos unas tonalidades rítmicas y celestial de estilo angelical.

 

Durante la pequeña homilía, don José María Estudillo manifestó las palabras iniciadas en este escrito y además también centró su intervención en todo su dilatado trabajo dentro de nuestra Iglesia y nos invitó a todos a la reflexión personal sobre lo fundamental y lo accesorio de aquel acto de agradecimiento. 

 

A la finalización de dicho acto eucarístico, el hermano diácono Emilio Castaño, leyó una carta de nuestro Arzobispo, Don Juan José Asenjo Pelegrina, dispensándose de su ausencia a dicho acto por encontrarse en Cádiz por la toma de posesión de su nuevo Obispo, y enviándole, al mismo tiempo, un cariñoso abrazo y felicitación por su gran labor dentro de la Iglesia de Sevilla.

 

Realmente, si captamos los sentimientos de todos los presentes y de muchísimos hermanos y hermanas desparramados por toda nuestra diócesis, los comentarios serían unánimes, pues el empuje de don José María Estudillo siempre ha sido de primera calidad. Todos, dentro y fuera de la Iglesia, reconocen sus méritos. Un hombre muy culto, con gran sentido del humor, sereno, cercano y capaz de aglutinar a los sectores más variopintos de la sociedad sevillana; servicial, sus tiempos de grata conversación en diferentes ambientes, su sentido de oración como referente, oración profunda de la vida misma, desde las cosas, con el convencimiento de cuanto suponía acercamiento a Dios y a todos los hermanos y hermanas. Sus aportaciones en cualquier foco de acción eclesial eran muy a tener en cuenta. Seguirá viviendo intensamente desde su servicio a todos. Además tenía una relación especial con los diáconos y sus esposas, que les han ayudado a dar sentido y coherencia  a su vida y a su misión. Posee sentido de Iglesia diocesana pues con nuestro colectivo diaconal estuvo desde 1982 a 2011. ¡Casi ná!…Y desde su siempre humildad nos pidió a todos una oración por un cura jubilado y capellán de San Clemente, que desea seguir estando vivo y activo en el amor y servicio a Jesucristo y a todos los hermanos.

 

Obviamente toda buena acción se termina con un ágape y fue un tiempo adecuado para el diálogo en comunidad y enriquecedora, dinámica, querida y profunda. Todo aquel jardín hermoso estuvo lleno de alegría. Buena preparación en su conjunto. Buena organización, gracias a los responsables de la Casa Sacerdotal… ¡Qué servicios, qué amables y templados todos!…

 

Al final del refrigerio, los que estuvimos conviviendo aquellos gratos momentos, habíamos mezclados sentimientos de alegría y de entusiasmo, porque nuestra Iglesia diocesana seguía caminando…todavía con la presencia viva de Don José María Estudillo Carmona, cura felizmente jubilado y homenajeado. Que Dios siempre le cuide y bajo el amparo de su Madre, la Virgen del Buen Aire.

Diác. Alberto Álvarez Pérez

Coordinador Arciprestazgo Centro sobre  JMJ

Referente Arquidiocesano del CIDAL en Sevilla

Sevilla, España, 31 de octubre de 2011

 

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