Conociendo una Escuela diaconal: Seminario Conciliar Inmaculada Concepciàon de la diòcesis de Pereira, Colombia

El diaconado permanente es un ministerio de la Iglesia Católica que hace parte del sacramento del orden sagrado en tercer grado. Se confiere por medio de la imposición de manos y constituye una consagración para el servicio de la comunidad cristiana. La función del diácono es triple, se ordena al ministerio de la palabra, la liturgia y la caridad.

Este ministerio, si bien es de origen apostólico, fue restaurado en el Concilio Vaticano II (AG 16).  En la Diócesis de Pereira fue implantado por Mons. Darío Castrillón Hoyos (1976-1922) y retomado a partir del 2016 por Mons. Rigoberto Corredor Bermúdez.

En la actualidad, el proceso de formación y elección de candidatos al diaconado permanente está a cargo de Mons. Luis Albeiro Cortés Rendón, Obispo Auxiliar de la Diócesis de Pereira, y del P. Joaquín Eduardo Cortés Tabares, PSS. Rector del Seminario. El proceso formativo es de aproximadamente 6 años, y los encuentros son los sábados cada quince días de 9:00am a 3:30pm.

REQUISITOS

  • Diploma de  bachiller.
  • Consentimiento de la esposa mediante una carta.
  • Hoja de vida.
  • Carta del párroco al delegado diocesano.
  • Carta de solicitud de ingreso.
  • Carta de presentación del delegado de la zona pastoral o episcopal.
  • Carta de presentación del párroco o de otro sacerdote idóneo que ejerza en la Diócesis de Pereira.
  • Carta de aprobación de la esposa para iniciar el proceso.
  • Partida de bautismo.
  • Partida de confirmación.
  • Partida de matrimonio.
  • Fotocopia de la cédula de ciudadanía.
  • Certificado de bachiller.
  • Certificado de estudios superiores, anexar certificados de otros estudios ( Escuela Diocesana de Teología)
  • Tres fotos del candidato.
  • Dos fotos de la esposa.
  • Certificado de la empresa donde labora.
  • Constancia de ingresos económicos.
  • CRITERIOS HUMANOS
    • Edad entre 35 y 60 años al momento de la ordenación.
    • Mínimo diez años de matrimonio al momento de la ordenación.
    • Madurez humana, adecuado manejo y conocimiento de su carácter, con ánimo estable, capacidad para tomar decisiones, amor a la verdad y capacidad de lealtad.
    • Estabilidad afectiva y madurez en su vida matrimonial. Vida emocional estable de relaciones abiertas con sus hijos, generosidad y con buena fama entre los suyos y las personas que lo rodean.
    • Capacidad de conducir y guiar a su familia en paz y serenidad de relaciones.
    • Personalidad integrada a su proyecto de vida matrimonial y familiar.
    • Docilidad ante las orientaciones de la formación y con capacidad de autocrítica, buena autoestima.
    • Salud física y psíquica comprobada.
    • Capacidad de adaptación y de saber asumir los cambios que presentan el mundo y la Iglesia.
    • Estabilidad económica. No depender del ministerio.
    • Vida cristiana íntegra, bautizado convencido de su tarea laical y casado por matrimonio católico estable y vivido en testimonio de vida conyugal para los demás.
    • Con una vida familiar íntegra, siendo un hombre de virtudes cristianas: fe, esperanza y caridad, y de virtudes cardinales: justicia, prudencia, fortaleza, y templanza.
    • Con capacidad de servicio al identificarse con Cristo Siervo.
    • Vida de oración asumida en hábitos personales, conyugales y familiares.
    • Centrando su vida en la Palabra de Dios y en una Participación frecuente de los sacramentos.
    • Que manifieste vocación al diaconado permanente.

     

    • Que sus actos no contradigan la estabilidad emocional, conyugal y familiar.
    • Ausencia comprobada de circunstancias de orden moral que constituyan obstáculo para ser llamados a la candidatura, a los ministerios y al diaconado permanente.
    • Vivencia de fidelidad conyugal comprobada por el testimonio de quienes lo conocen.
    • Vida sencilla, solidaria, con virtudes morales.
    • Capacidad de obediencia a la autoridad del Obispo de la Diócesis con relaciones de comunión con la Iglesia y el presbiterio.
    • Compromiso con los pobres, cultivando la humildad.
    • Capacidad de asumir el sufrimiento, la escasez y los obstáculos de la vida.
    • Madurez sexual, afectiva y psíquica en su vida personal y conyugal.
    • Libre de sospechas de tener relaciones extramatrimoniales estables o pasajeras.
    • Que en su vida pasada tenga buena reputación.

     

    • Bachiller.
    • Con capacidad de diálogo abierto con el mundo, el hombre y sus problemas a la luz de los nuevos desafíos de la cultura.
    • Que asuma el pensum de la formación con interés y dedicación.
    • Formación permanente en las ciencias de su profesión u oficio.
    • Aceptación y fidelidad al magisterio.
    • Preparación para una cultura pluralista, el arte, las corrientes de pensamiento.
    • Capacidad para saber leer e interpretar los signos de los tiempos.

     

    • Capacidad de entrega y servicio a la Palabra.
    • Apóstol, catequista con testimonio de vida evangélica.
    • Compromiso con la acción pastoral especializada, parroquial o con grupos.
    • Ministro de la comunión.
    • Con servicio a la comunidad y a la Iglesia.
    • Miembro activo de la pequeña comunidad.
    • El diacono permanente deberá ser un experto en el Proceso Diocesano de Nueva Evangelización, conociendo sus etapas y que tenga ardor misionero por implementarlo y/o fortalecerlo.
    • Disponibilidad para la misión donde la Iglesia le pida un servicio.

    Encuentros 2018 : Febrero 17, Marzo 3 y 17, Abril 7 y 21, Mayo 5 y 19, Junio 9 y 16, Agosto 4 y 18, Septiembre 1 y 15, Octubre 6 y 20, Noviembre 3 y 17.

    Si ha descubierto el llamado al diaconado permanente y desea iniciar un proceso de discernimiento y de formación:

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