Nuevo libro «Diaconía en las parras de Chile», del diácono Miguel Ángel Herrera Parra VII

Cómo atrapa el machismo

Si tú has tenido la “gracia”, de nacer como varón,
para ti no hay democracia, primará tu decisión.
Si tú quieres ser un macho, verdadero y dominante,
no botarás en el tacho, esta enseñanza campante.
Deberás beber alcohol, en todas las circunstancias,
y deshojar toda flor, de todas estas estancias.
Deberás golpear a muchos, como juego y como broma,
y disparar tus cartuchos, en el llano y en la loma.
Jugarás a dominar, con las armas o sin ellas,
naciste para mandar, de la tierra a las estrellas.
Todas las drogas son tuyas, pues nunca te dañarán,
y las verdades son tuyas, nunca te descubrirán.
Desde tu primera infancia, te sentirás superior,
con tu actitud de arrogancia, conseguirás lo mejor.
Comerás dobles porciones, aunque no coman los otros,
no sentirás privaciones, tú “yo” vencerá al “nosotros”.
Harás todo lo que piensas, no importan las consecuencias,
gritarás palabras tensas, sean falsas e inclemencias.
Tú has venido a gozar, como macho bien resuelto,
nadie te puede quitar, tu potencia y tu talento.
Ganarás, aunque otros pierdan, eres placer, no dolor,
triunfarás, aunque ellas pierdan, y evitarás dar amor.
Todo este mundo es tuyo, son tuyas todas las leyes,
el poder del hombre es tuyo, los varones somos “reyes”.

Se necesitan nuevos laicos

Para renovar la Iglesia, que sea comunitaria,
que sea más solidaria, nuevos laicos en la Iglesia.
Laicos que den su palabra, a tiempo y a destiempo,
en un Consejo que se abra, al mundo y a su contexto.

Laicos, adultos creyentes, que dejen infantilismos,
laicos, abiertos de mentes, que abandonen servilismos.
Laicos, que no acepten abusos, de poder, ni de conciencias,
que denuncien los abusos, con ética en sus conciencias.

Laicos de la santa Iglesia, que Jesús ha acompañado,
con espíritu de Iglesia, nunca secta, ni ganado.
Laicos, valientes formados, con carismas serviciales,
proféticos y animados, por los dones sapienciales.

Hay vacantes para laicos, que dialoguen y compartan,
sus dones y sus carismas, y la Palabra disciernan.
Urgentemente se buscan, se requieren, más que nunca,
con sus bautismos irrumpan, vitalizando a su Iglesia.

Iglesia de ministerios, Iglesia de vocaciones,
Iglesia de los salterios, Iglesia de las misiones.
Iglesia del Evangelio, de los laicos constructores,
despiertos y vigilantes, gestando nuevos pastores.

“¡Sí, padrecito!”

Adelante, mi padrecito, que mi casa ya es su casa,
mi familia, es su familia, y mi taza, es su taza.

Sus manos son bendecidas, por la Santa Comunión,
y sus palabras benditas, del perdón, en confesión.

Ya le hicimos el aseo, ya limpiamos la capilla,
dejamos limpio, lo veo, que de flojos, no nos pilla.

Lo que diga, padrecito, que yo soy un ignorante,
sabe mucho, padrecito, se lo dice un atorrante.

Usted es como un ángel, que ha bajado desde el cielo,
y su obispo es un arcángel, un príncipe en este hielo.

Como diga, padrecito, haré lo que usted me mande,
soy su hijo, padrecito, le tengo una deuda grande.

Si me invita a esos Consejos, yo siempre le apoyaré,
si está cerca o si está lejos, nunca le defraudaré.

¡Sí padre!, ¡sí padre!, ¡sí padre!, lo repito muy contento,
es un santo usted, padre, de usted, yo aprendo, atento.

¿Para qué le preguntan tanto?, hay mucha gente babosa,
¿por qué lo molestan tanto?, esa gente está celosa.

¡Usted es el único que sabe!, frente a esa chusma iletrada,
¡Usted es la autoridad!, y la gente es mal pensada.

¿Por qué lo critican tanto?, porque son los envidiosos,
¿por qué lo cuestionan tanto?, porque son unos odiosos.

Usted es mi jerarquía, usted sabe lo que hacer,
es agua en nuestra sequía, usted puede hacer llover.

No entiendo qué está pasando, padrecito, diga usted,
¿de qué lo están acusando?, ¿dónde lo llevan a usted?

Polifacético abusador

Injusto y arbitrario, ilegal y excesivo,
atropellador y abusivo, violento y abusón,
desaforado y villano, vil, cruel y maligno,
malvado, desenfrenado, excesivo y opresor.

Vicioso y libertino, liviano y concupiscente,
anómalo violador, excéntrico saqueador,
tirano, perverso, infiel, parásito infractor.
inútil y aprovechado, un infame trasgresor.

Ignominioso y corrupto, codicioso estafador,
depredador absoluto, criminal, infame y ladrón,
delincuente e inmoderado, descarriado y timador.

Ofensivo y dictador, fanático y atropellador.
trastornado y represor, exagerado usurpador,
cacique monopolista, mafioso y encubridor.

Pero, “decente” y muy “culto”,
“buena gente” y conversador,
de “buena familia” y pulcro,
y muy buen predicador.

En la oscuridad de la Iglesia

En la oscuridad de la Iglesia, brilla la luz de Jesucristo,
en el pecado, la Iglesia, se centrará en Jesucristo.
¿Por qué quiso iluminarla?, nadie lo puede explicar,
¿por qué quiso acompañarla?, ¡es su novia, en el altar!
Caídas y tropezones, pecados y omisiones,
escarnios y humillaciones, burlas e incautaciones.
Golpes y bofetones, salivazos y maldiciones,
por no utilizar sus dones, su justicia y correcciones.
Caídas de pobre novia, cuyo vestido ha estropeado,
ha roto el traje la novia, y en el barro lo ha manchado.
Seguirán los latigazos, para que sea esa novia,
que dice ser ella misma, por el Novio, tan amada.

Humillada, será levantada,
convertida, será renovada,
en la prueba, será consolada,
y en sus llagas, será perdonada.

Y Él repara su vestido,
Él lavará sus pecados,
y le mostrará el camino,
con su Amor, por todos lados.

¿Qué es la Iglesia?

El Catecismo nos dice, que la Iglesia es convocación,
asamblea que bendice, la Palabra del Señor.
Alimentados por Cristo, se convierten en su Cuerpo,
para servir en lo justo, e iluminar el desierto.
Dios, en la Antigua Alianza, la preparó y la fundó,
con obras y la Palabra, de Jesús, el Redentor.
Misterio de Salvación, por el Espíritu Santo,
llegará a su consumación, en el cielo, con el canto,
de todos los redimidos, de la tierra, con su llanto.
Iglesia humana visible, que es santa y espiritual,
pecadora, e indivisible, que en la fe es universal.
En este mundo, la Iglesia, es sacramento de Cristo,
el único Salvador, que en comunión con su Cristo,
va a toda la humanidad.
Comunidad de creyentes, en su Evangelio centrada,
lleva a Jesús a las gentes, va sirviendo, enamorada.

Es Pueblo de Dios presente, en oración y en la acción,
se convierte, es penitente, comparte su bendición.
Son enviados, misioneros, con fe evangelizadora,
peregrinos, por senderos, comunidad servidora.

¡Con Cristo lo puede todo, sin Cristo no puede nada!

Los reyes de hoy

Nos enseñaron que somos,
solo reyes, solo reinas,
el centro del mundo somos,
solo reyes, solo reinas.
Ya que nacimos cansados, usamos todas las sillas,
ya que nacimos amados, con apetencias rapiñas.
Por eso no saludamos, a ninguna otra persona,
por eso no ayudamos, ni en ésta, ni en otra zona.
Nunca damos el asiento, porque somos soberanos,
ni decimos “lo lamento”, nunca pedimos las manos.
Nunca decimos permiso, ni existe la autoridad,
y ocupamos vuestro piso, no existe la propiedad.
No hay dioses que nos reprendan, no hay padres, con su opresión,
¡que de nosotros aprendan!, ¡somos la liberación!.
El placer, del buen placer, aquí y ahora, consumamos,
y el beber, del buen beber, hoy mismo, lo aprovechamos.
No hay límites para mí, sí hay límites para ti,
no me impidas ser feliz, soy libre y tú un infeliz.
Hablamos, tal como hablamos, actuamos, tal como actuamos,
pues del mundo, somos amos, no nacimos como esclavos.
El que puede, es el que puede, si no les gusta, se van,
si les duele, si esto les duele, jamás nos convencerán.
Nos enseñaron que somos, solo reyes, solo reinas,
el centro del mundo somos, solo reyes, solo reinas.

¿Cómo hablarles de Dios?

¿Cómo puedo osar a hablarles,
de Dios, a los irónicos “dioses”?,
¿cómo puedo molestarles,
en sus plácidas mansiones?,
¿cómo puedo interrumpirles,
en sus mil navegaciones?
Si ni siquiera ya miran, ni escuchan, ni parpadean,
si no hablan, ni musitan, preguntas y reflexiones.
Tal vez, hay que provocarles, con afirmaciones nuevas,
que critiquen las barreras y vendajes, de las culturas modernas.
Que cuestionen lo habitual, que sacudan lo normal,
que rompan tranquilidades, de injusticias siderales.
¿Cómo hablarles de Ti, con respeto?,
¿cómo evitar evasiones?,
¿cómo educar sin sanciones?,
¿cómo hablar con el silencio?
¡Desde la vida lo haré, aunque me sea difícil!,
¡desde mi vida lo haré, aunque parezca imposible!,
¿por qué he de desnudarme, de mi alma y biografía?,
¿por qué no quedarme inmune, en contendidos inertes?
Porque en mi vida, Tú vas,
animándome al vacío,
de arriesgar mi libertad,
de surfear en el vacío.

Compunción

Es un hondo sentimiento,
de dolor por todos los males,
pecados y sufrimiento,
que hemos causado, a raudales.
Nos duele el dolor ajeno,
es la espina ese dolor,
ya que no hicimos lo bueno,
nuestro mal causó aquel dolor.

Compunción y compasión,
vergüenza y desazón,
que rompen la comunión,
nos hieren el corazón.

¿Cuándo pasará este dolor, cuando amainará este ciclón?,
¿Cuándo saldrá de nuevo el sol, y podremos aprender de esta lección?
Mientras la compunción nos siga hiriendo,
tendremos la humildad del interior,
que permitirá seguir construyendo,
más fraternidad, sin el rencor.

Misericordia para nuestra compunción,
y plena fortaleza, en conversión,
del alma de toda vocación,
que anima en toda la misión.

“Las masas cortan cabezas”

Hoy todos quieren arrasar y cortar muchas cabezas,
“porque todos lo hacen mal” y “no merecen vivir”.
Aunque lo hayan hecho mal, somos todos necesarios,
pero, ellos deben cambiar y volver a la sencillez,
y no hagamos carnaval, por sus fallas y graves delitos.
Para el bien común se requieren, hombres y mujeres dispuestos,
a luchar y a alcanzar el bien común,
con diálogo real y con un sueldo normal.
Para liberar los espíritus, de las garras de la maldad,
se necesitan buenos humanos, con corazón de carne,
y humildad comprobada en esta tierra.
Para crear buenos trabajos, con los más dignos salarios,
se necesitan creativos empleadores, más justos y más honestos.
Para dirigir a las empresas, a clubes y a serios bancos,
se necesitan personas más éticas, todos los días,
con límites y transparencia, que den cuenta de su hacer.
Para hacer nuevas familias, se necesitan hombres y mujeres dotados,
de gran generosidad, que amen a toda hora, a sus hijos, con bondad.
Buenas autoridades, pacíficos estudiantes, artistas más solidarios,
más confianza en los demás, aumentando la esperanza,
fortaleciendo el amor, padres y madres activos,
e hijos más creadores.

Por no hacer algo sencillo

Por no mirar a un costado, una víctima sufrió,
por no atender su llamado, la persona padeció,
por no escuchar su caso, el crimen nunca existió,
por no denunciar ese caso, el vil hechor se esfumó,
por no hacerle a nadie caso, su conciencia se apagó.

Por no hacer algo sencillo, tan humano y tan divino,
se ensució las manos, se ensució completo, su alma y su corazón,
porque no hizo nada, la nada le hundió, sus principios y su razón.

Hoy llora y se lamenta, no puede volver atrás,
es encubridor que atenta, que ocultó toda verdad,
ya no hay pruebas, ni evidencias, se perdieron, sin maldad,
no hay transparencia honesta, fue nula su autoridad,
sin límites, sin controles, sin dar cuenta de su andar.

De nada sirven sus llantos, sus rígidas divagaciones,
se siente “víctima” y “engañado”, pues nunca supo mirar,
está enfermo y derrotado, pues nunca supo mandar,
y el silencio, ayer su amigo, hoy le viene a torturar.

“¿Por qué, por qué lo habré hecho?”, “mi pecado es la omisión”,
“¡mucho más pude haber hecho!”, y “fracasé en mi misión”.

Un simple deseo

Simplemente, este septiembre,
tengo un profundo deseo,
que festejemos septiembre,
en familia, un buen recreo.
Que nadie maneje ebrio, nadie se ahogue en alcohol,
que celebremos en serio, sin drogas, de sol a sol.
Que no discutan borrachos, que podamos descansar,
que sea fiesta de abrazos, de compartir y danzar.
Que celebremos la vida,
que hablemos con nuestra mente,
con el corazón arriba,
con la historia y el presente.
Que las personas compartan,
sus historias y experiencias,
y, gentilmente, repartan,
sus carismas y sus ciencias.
Que se comparta el alimento,
con los más necesitados,
ser felices un momento,
como hermanos, abrazados.
¡¡Este es sólo un buen deseo,
pero es de muchos chilenos,
transformemos el deseo,
en gestos y signos buenos!!.

Unos comen y otros no comen

El inmenso recinto está lleno, de personas que comen con mucho placer,
disfrutan de la vida y disfrutan de lo bueno,
es un día feliz, para comer y para comer.
Quinientas personas masticando, como una orquesta fenomenal,
quinientas personas celebrando, sus dientes bailando, como en carnaval.
Se oyen brindis, susurros, chistes y cuentos, se elevan las copas al cielo,
festejando un aniversario más, venciendo el calor, con más hielo.
Comer, comer, qué placer, beber, beber, siempre en paz,
Pero, afuera, se escucha un concierto, en medio del bullir de la ciudad,
es un enorme y silente concierto, de tripas de hambre, de inhumanidad.
Migrantes fracasados, que mendigan, gitanos afónicos, que ven la mala suerte, vagabundos que comen basuras, artesanos empobrecidos,
que miran la muerte.
Los marginados que no pueden comer, niños de la calle, sueñan con comida, mendigos, autómatas, reiterativos, que esas sobras anhelan comer.
No comer, no comer, qué dolor, sin beber, sin beber, nunca en paz.
Cuando los que coman, compartan, su alimento y su bienestar,
con los que no comen, ni celebran nada,
cuando los que ríen y disfrutan la vida,
animen a los que lloran y esperan morir.
El destino universal de los bienes, la búsqueda del bien común,
la opción preferencial por los pobres, y la responsabilidad social,
están fuera del recinto, y hay que salir a buscar,
a los dueños de la otra parte, que no comen, ni pueden soñar.

Por este camino estrecho

Por este camino estrecho, te mirarán con desprecio,
te destrozarán el pecho, tu cabeza tendrá un precio.
Por este camino estrecho, cualquiera te ofenderá,
y te romperán el techo, tu familia sufrirá.
Por este camino estrecho, todos te quieren sacar,
te tentarán en un trecho, muchos te querrán desviar.
Pero este estrecho camino, que está hecho con su amor,
su generoso destino, su fidelidad y valor.
Por este camino pobre, optaré por la nobleza,
de ser luz y ser salobre, ante el zombi y su riqueza.
Ya sé que mis posesiones, no me darán libertad,
y sé que mis intenciones, no me darán la verdad.
Sí sé que mi alma sufre, por la miseria de muchos,
sé que su gracia nos cubre, para servir a esos muchos.
Sé que mi fe sin las obras, siempre se quedará muerta,
sé que mi luz entre sombras, debe brillar en su puerta.
Por este camino estrecho, me convierto y me libero,
no me quedaré en un lecho, soy parte de un pueblo entero.
Por este camino estrecho, soy peregrino contento,
siento alegría en mi pecho, voy feliz y siempre atento.
Este camino conduce, a un destino formidable,
con Jesús que nos seduce, con su Paz insobornable.
Aunque muera en el camino, ya tengo la vida plena,
pues, Jesús es el Camino, Verdad, Vida perdurable.

Desubicación

La joven dijo a su amiga,
que ha recogido, en la calle,
al que estaba moribundo,
lo cuidó y sanó su talle.
La otra amiga le dijo,
que también ha socorrido,
a alguien, como a su hijo,
lo ha bañado y lo ha vestido.
Mientras las iba escuchando, yo me sentía contento,
por su humanismo amando, hasta que llegó el momento.
El momento de la verdad, me ha dejado estupefacto,
¡hablaban de sus dos perros!, sus dos hijos, en su pacto.
Lloro por mi intromisión,
sufro por lo que no hay,
por mi desubicación,
pues lo que hubo, hoy no hay.

El “humanismo” va en retirada,
en jóvenes corazones,
y esta “humanidad”, no les causa nada,
y esos animales son los hijos, que nunca tendrán.

El hombre creó el machismo

¡Esta es carne de mi carne!, ¡esta es mi amada mujer!,
los dos, como una sola carne, ¿qué cosa no han de comprender?
¿Por qué la dominación, si la colaboración es buena?,
¿por qué causar el dolor, si es el amor el que eleva?
Dos personas, como una, viviendo en la comunión,
¿dignidades?, sólo una, lo unitivo es su misión.
Dos personas que se unen, un hombre y una mujer,
que ya enteros, sí se funden, dan vida, en procreación.
El proyecto de Dios es bueno, no lo debemos romper,
su plan de amor verdadero, nos invita a renacer.
¿Por qué se ha justificado, una cultura machista,
si el Creador ha indicado, que el complemento persista?
¡Hombre digno y mujer digna, ambos, imagen de Dios,
del Dios de Amor y de Vida, que es el auténtico Dios!
Ni machismo judío, ni machismo cristiano,
ni machismo aprendido, ni machismo enseñado.
Porque el hombre no es nada sin la mujer,
ambos se complementan y se levantan,
como mañana, hoy y ayer, juntos, se nombran y se reencantan.
El Dios de Jesús, no ha creado el machismo,
El Dios que nos da la luz, repudia el mal del machismo,
¿cuántas mujeres deberán sufrir, para sanar de este mal?,
¿cuántas niñas deberán morir, para el cambio cultural?
¿cuántos años deberán llorar, para que vean su dignidad?

Nunca nadie se lo dijo

Que ayudara a sus hermanos,
que cuidara a los menores,
que ayudara con sus manos,
que calmara otros dolores.

Que no se autodestruyera,
que de lo alto, no saltara,
que nunca se interviniera,
que al sufriente no dejara.

Que diera su asiento a otros,
que compartiera su pan,
que se sintiera un nosotros,
que hiciera su propio plan.

Que el amor es verdadero,
que no hay familia perfecta,
que el perdón es mensajero,
que su vida ha de ser recta.

Nunca nadie se lo dijo,
nunca nadie le enseñó,
lo vieron como al “mejor hijo”,
y en la bruma, se extravió.

Abuelas y abuelos

Lo materno y lo paterno,
lo llevan en su actitud,
de su amor, fiel y tierno,
de espiritualidad y quietud.

Enseñan, con su alabanza, a su familia bendita,
no se perderán la danza, de la oración infinita.

Él es roble, que camina,
ella es noble, peregrina.

Les gustan las convivencias,
la cena, con sus hijos y sus hijas,
siempre nutren, sus conciencias,
con su pan, no con las migas.

Conversan, por el sendero,
recuerdan, como el primero,
dan luces, cual candelero,
perdonan, con perdón verdadero.

Los ven todos, por el barrio,
los miran, ¿a dónde van?,
y contestan, que han llegado,
donde siempre, quisieron llegar.

¡¡Benditos son los abuelos,
que nos comparten su fe,
su esperanza y sus desvelos,
que han saciado nuestra sed!!

Nuestra Iglesia en Chile, está en reconstrucción

Hay muchísimas vacantes, para una misión genial,
de recuperar, como antes, su gran estatura moral.

Con los laicos y las laicas, participando y recreando,
con los laicos y las laicas, aprendiendo y renovando.

Con Consejos Pastorales, con formación y misiones,
y Cristo, nos limpia de males, con humildad, sin presiones.

Sin cúpulas elitistas, sin vanos clericalismos,
sin soberbios catequistas, sin errados triunfalismos.

Cincuenta años de espera, para una gran construcción,
de una Iglesia mensajera, de Jesús y su misión.

Con el Espíritu Santo, será tarea posible,
con los que la amaron tanto, nuestra Iglesia más querible,
con nuestra lucha y el canto, el Pueblo de Dios audible,
con verdad y libertad, justicia y benignidad.

Nuestro bautismo conlleva, esta responsabilidad,
y nuestra oración se eleva, pidiendo fidelidad,
a Jesucristo y su huella, de amor y felicidad,
que esta prueba es pasajera, y veremos su Voluntad.

La indiferencia que mata

Tal vez, le hemos enseñado, la inhumana indiferencia,
¿y a los niños qué hemos dado?, les premiamos su indolencia.
Insensibles, “no creyentes”, más fríos e indiferentes,
desdeñosos e impacientes, pesados y prepotentes.

Abúlicos e impasibles, apáticos y desganados,
despreocupados, irascibles, reyes desinteresados.
Soberbios, desafectados, sequedad y desapego,
creídos y muy hinchados, que sólo adoran su ego.

Y tienen “derecho a todo”, no tienen obligación,
y murmuran, a su modo, la falta de educación.
Hemos creado unos dioses, de estómago y de codicia,
del consumo son feroces, que hasta avalan la injusticia.

Sus padres somos “los tontos”, pues nos gusta compartir,
somos “culpables de todo”, y no nos dejan dormir.
No comparten nada, no quieren hermanos,
les gusta hacer nada, no brindan sus manos.

No lavan su ropa, no ayudan en casa,
empinan su copa, su alma se inflama,
siguen a una tropa, y queman su plaza,
se marchan a Europa, y nadie les llama.

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