Nuevo diácono en Albacete (España): "Siento que ha llegado el momento de dar este paso”

Miguel Fajardo Valenciano está casado y ha sido toda su vida maestro, al igual que ha estado vinculado a la Iglesia desde su juventud, especialmente en las parroquias de Franciscanos y Las Angustias. Hoy va a ser ordenado Diácono Permanente por nuestro Obispo, en su actual parroquia, Ntra. Sra. de Las Angustias, a las 12h.

Nos cuenta que “ha tomado la decisión de continuar el camino andado en la Iglesia. Creo que es el momento idóneo para acercarme más a lo que Cristo nos pide, a lo que sociedad y la Iglesia nos demanda y es tener personas que se entreguen para ayudar a los demás dentro del desarrollo de nuestra fe, el ser y el sentir cristiano”.

Su vocación surge dentro de un proceso de maduración en la fe. Lleva en la Iglesia desde que tenía 17 años y ahora el tiempo le permite dar este paso, una vez que está un poco más liberado de otras obligaciones. Es una decisión que tomó hace tiempo, después de hablar con su párroco y con el Sr. Obispo y ver que el diaconado permanente encajaba dentro de lo que él sentía: “Siempre he querido ser un servidor en la medida de mis posibilidades, servir a Dios, a la Iglesia, a mis hermanos y ahora se dan las circunstancias idóneas para tomar la decisión, aunque se me sugirió que lo hiciera hace 25 años. Entonces no era el momento, ni tenía la madurez suficiente. Después llegó la llamada y la respuesta”.

Está “profundamente contento, agradecido, como alguien al que tocan y le dicen: «puedes trabajar por todos». El sentimiento de pertenencia a la Iglesia, a la familia de los hijos de Dios. Con sentirme querido y llamado me es suficiente”.

Va a seguir en la parroquia ayudando en todo lo que se le requiera. Pero ahora también podrá prestar otros servicios, como son la celebración de bautizos, bodas… “Pero siempre al servicio de la madre Iglesia y de la comunidad”, como indica la palabra diácono.

Afirma que “todo mi entorno ha tomado esta decisión muy bien. Mi mujer es la que más me apoya, además de ser mis manos y mis pies, es mi conciencia. Cuando inicié el camino ella me invitó a hacerlo. Es parte de lo que hacemos y vivimos en la Iglesia, no lo hago como persona aislada, sino como un matrimonio cristiano”. También “los amigos saben que es lo que me gusta, lo que siento. Me encuentro muy unido a todos. En la comunidad parroquial ha sido una gran noticia, todo son muestras de cariño y ganas de verme ordenado. No tengo palabras para agradecer, su apoyo, su cercanía. Siento que aceptan que sea parte de su vida” expresa entusiasmado.

Para terminar, pide a todos nuestros lectores que “hagan una oración para quien ha sido elegido para este ministerio, de servidor de la Iglesia. Espero hacerlo con la dignidad y el amor que siento hacia Cristo”. M

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