Informe global de los resultados de la Tercera Encuesta a los diáconos permanentes de América Latina

 

 

Diác. Miguel Angel Herrera Parra, Sociólogo

Referente Nacional del CIDAL en Chile

Santiago, Chile, 14 de enero de 2010

miguelangel.herreraparra@gmail.com

 

Introducción

 

Con el parecer favorable del Centro Internacional del Diaconado de América Latina, CIDAL, el autor, diácono permanente y además sociólogo, con la cooperación de otros diáconos, hemos realizado un diagnóstico social y pastoral de los diáconos permanentes que residen en los países del subcontinente latinoamericano, con el objetivo de conocer y describir la realidad actual que enfrentan estos consagrados y reflexionar sobre su misión en el contexto eclesial de la Iglesia en esta parte del mundo.

Nos preguntábamos:¿cómo son los diáconos permanentes latinoamericanos?, ¿cómo viven?, ¿cuáles son sus percepciones en la Iglesia?, ¿cuáles son sus experiencias diaconales?, ¿Cómo ha sido y cómo es su formación diaconal?, ¿cómo se organizan?, ¿de qué manera participan en la vida de su Iglesia local?, ¿Cómo ven las relaciones de los diáconos en la Iglesia?, ¿cuáles son sus sugerencias, desafíos y sueños?Por eso, les pedimos –en los últimos  meses de 2009- a los diáconos lectores del Informativo del CIDAL que ejercen su ministerio en América Latina y el Caribe, que informaran y difundieran este diagnóstico en sus diócesis, y motivaran a los demás diáconos permanentes que conocieran a contestar una encuesta, que era anónima, y a que me la  enviaran, por correo electrónico o por correo postal.

Ahora al comunicar los resultados globales de esta encuesta, invito -fraternalmente- a todos los diáconos permanentes de nuestros países a hacer una reflexión pastoral, a partir de la información obtenida.

Agradezco de corazón la colaboración que prestaron a este estudio que –ciertamente- permitirá conocernos más a fondo y que contribuirá a mejorar nuestra labor en la Iglesia, para constituirnos en auténticos discípulos misioneros del Señor Jesucristo, en las diversas realidades que enfrenta cada uno de nosotros, como nos invitó la Vª Conferencia del CELAM efectuada  en Aparecida, Brasil.

En el presente informe se da cuenta de los resultados globales obtenidos en la encuesta y no se hace una reflexión de los resultados obtenidos en cada uno de los países, puesto que eso será una labor que deben hacer los propios diáconos.   Así, cada uno podrá analizar su realidad, desde una óptica de pertinencia cultural y “desde dentro”.

A continuación se exponen los principales resultados del diagnóstico y luego –en un anexo- se adjuntan todos los cuadros, en los cuales se clasificó la información obtenida.

La tarea que pido -ahora-  a cada diácono permanente lector del informe es que primero lea todo el informe y después se pregunte ¿cuáles son los datos más relevantes que entrega esta encuesta?, ¿qué aspectos me llamaron más la atención de este informe?, ¿qué nos dice Dios sobre esta realidad de los diáconos permanentes en mi diócesis y en mi país?, ¿qué podemos hacer para mejorar todo aquello que se debiera mejorar de nuestra realidad social y pastoral?

 

Principales resultados:

 

Un total de 328 diáconos permanentes contestaron la encuesta[1]. No se recibieron encuestas de diáconos de  Haití.

 

Las encuestas respondidas provinieron de República Dominicana (13), Argentina (52), Chile (48), Cuba (6), Venezuela (6), Perú (11), Bolivia (3), Paraguay (2), México (37), Ecuador (23), Brasil (90), Uruguay (3), Colombia (7), Puerto Rico (4), Guatemala (2), El Salvador (1), Costa Rica (5). Un total de 11 encuestas no especificaron el país ni la diócesis de procedencia.

 

Dado que este estudio tiene un carácter exploratorio, se considera suficiente para el continente, el número total de encuestas respondidas, sin embargo, esta “representatividad” no se puede afirmar para aquellos países que tuvieron una baja respuesta. No obstante lo anterior, el estudio tiene validez y confiabilidad metodológicas, y además, esta encuesta rescata y valoriza la subjetividad de los propios diáconos respondentes, a quienes agradezco sinceramente.

 

A continuación, se presentan los principales resultados de la encuesta, comparando los obtenidos en el año 2009, con los que se obtuvieron en 2007 y 2008.

 

Datos generales:

 

Edad: La edad promedio de los diáconos encuestados en el año 2007 fue de 62 años, la que bajó a 59 años en el año 2008 y luego bajó a 57 años en el año 2009. El grupo de diáconos que tienen 45 años o menos, que en el año 2007 representaba el 3,7% del total, aumentó al 7,0% en el año 2008 y subió al 7,5% en el año 2009. Por el contrario, el grupo de diáconos de 76 años y más disminuyó del 12,1% en el año 2007 al 2,6% en el año 2009. Por lo tanto, se aprecia un “rejuvenecimiento” en la edad de los diáconos latinoamericanos que han respondido esta encuesta.

 

Estado civil: Se mantiene la gran mayoría de los diáconos que señalan estar casados, que en el año 2007 eran el 91,7% y en el año 2009 representan el 91,0%. Los diáconos viudos han aumentado del 7,5% en el año 2007 al 8,5% en el año 2009. Los diáconos solteros representan una consistente minoría, ya que eran el 0,8% el año 2007 y el 0,5% el año 2009.

 

Años de matrimonio: Los diáconos que han respondido la encuesta han señalado que tenían un promedio de 31,8 años de matrimonio en el año 2007, promedio que aumentó a 33,0 años en el año 2008 y subió a 35 años de vida matrimonial en el año 2009.  El aspecto unitivo de este sacramento representa una buena noticia de amor comprometido y de fidelidad, para las comunidades eclesiales y vecindarios donde residen  y sirven los diáconos permanentes.

 

Número de hijos/as: El promedio de hijos/as de los diáconos en el año 2007 era de 2,98 hijos, el que aumentó a 3,34 hijos en el año 2008 y subió a 3,6 hijos en el año 2009. El aspecto procreativo del matrimonio y de la  paternidad/maternidad activa y responsable, también constituyen una buena noticia en medio de la cultura latinoamericana.

 

Escolaridad: Los diáconos que indicaron que tenían hasta la educación media completa en el año 2007 represe
ntaban al 30,4% del total, lo que aumentó al 50,0% en el año 2009. Por el contrario, los diáconos que señalaron tener hasta la educación universitaria completa disminuyeron del 31,2% en el año 2007, al 23,5% en el año 2009.  Esto podría explicarse por una mayor respuesta  a la encuesta, de diáconos de diversos sectores socioeconómicos de América latina.

 

Situación laboral: Los diáconos que indicaron que trabajan en forma dependiente aumentaron del 45,0% en el año 2007, al 57,0% en el año 2008 y al 58,0% en el año 2009. Los diáconos cesantes aumentaron del 5,4% en el año 2007, al 6,45 en el año 2009.  Los diáconos pensionados disminuyeron del 18,3% en el año 2007, al 12,0% en el año 2008 y al 9,1% en el año 2009.

 

 Ingreso mensual del grupo familiar de los diáconos: Los diáconos cuyo grupo familiar percibe menos ingresos, es decir, hasta 1.200 dólares al mes, aumentaron del 50,0% en el año 2007 al 58,0% en el año 2008 y 2009.

Por el contrario, los diáconos cuyo grupo familiar percibe más ingresos, es decir, 2.101 y más dólares, disminuyeron del 10,4% en el año 2007, al 8,0% en el año 2008 y  al 5,5% en el año 2009.

 

Año de la ordenación diaconal: Los diáconos que fueron ordenados desde el año 2.000 en adelante, se mantienen cercanos a los dos tercios, ya que en el año 2007 representaron el 65,8%, en el año 2008 representaron el 69,0% y en el año 2009 representaron el 64,5% de los diáconos que respondieron la encuesta. Por lo tanto, la mayor parte de quienes responden son diáconos ordenados durante la última década.  Por el contrario, los diáconos ordenados en 1978 y antes disminuyeron del 5,4% en el año 2007, al 3,6% en el año 2009.

 

Participación de los diáconos en pequeñas comunidades de diáconos, junto a sus esposas: Esta participación disminuyó del 64,6% en el año 2007, al 58,0% en el año 2008 y bajó al 57,0% en el año 2009.

 

Asistencia  a las reuniones zonales de diáconos: Los diáconos que manifestaron que asisten 9 y más veces al año a estas reuniones, aumentaron del 39,6% en el año 2007, al 51,0% en el año 2008 y luego bajaron al 48,0% en el año 2009.  Por el contrario, los diáconos que señalaron que nunca asisten a estas reuniones zonales de diáconos  disminuyeron del 11,7% en el año 2007, al 3,0% en el año 2008 y luego  aumentó al 5,9% en el año 2009.

 

Percepciones diaconales: Las frases que -en las tres aplicaciones-  obtuvieron un mayor porcentaje de respuestas “Falso” de los diáconos, son las siguientes:

  • “El diaconado permanente es una especie de premio a los laicos, por los servicios prestados a la Iglesia”
  • “Un diácono puede preferir entre las diversas dimensiones de su ministerio: Palabra, Liturgia y servicio a la caridad”
  • “Existe la posibilidad de que, por gracia, sea devuelto un diácono  al estado laical, por la Santa Sede”.

 

Experiencias diaconales: De acuerdo a las propias experiencias de los diáconos, los servicios que les corresponde realizar con más frecuencia son:

1°: Santificar: que aumentó de 7,80  en el año 2007, a 7,90 en el año 2009.

2°: Enseñar: que aumentó de 6,96 en el año 2007, a 7,08 en el año 2009.

3°: Conducir: que aumentó de 5,24 en el año 2007 a 5,87 en el año 2009.

 

Formación diaconal: En el año 2007, el 77,9% de los diáconos señalaron que su formación inicial la efectuaron en una escuela del diaconado permanente del obispado, lo que aumentó al 87,5% en el año 2008 y al 90,0% en el año 2009.

 

En el año 2007, los diáconos señalaron que su formación sistemática inicial duró un promedio total de 4,7 años, lo que aumentó a 5,4 años en el año 2008 y a 5,6 años en el año 2009. Desde el primer llamado personal hacia el diaconado hasta la ordenación diaconal, en el año 2007, el 15,0% de los diáconos señalaron que transcurrió un lapso considerable de tiempo de discernimiento, de 11 años o más, lo que aumentó al 22,4% en el año 2009. Por el contrario, los diáconos que manifestaron que hubo un menor lapso de discernimiento, de hasta 10 años, en el año 2007, representaron el 85,0%, lo que bajó al 77,6% en el año 2009.

 

Los diáconos que señalaron que sus esposas participaron en gran medida (entre el 76% y el 100%) en su proceso de formación inicial al diaconado, que -en el año 2007- representaron al 45,4%, aumentaron levemente al 46,0%, en el año 2009. Por el contrario, los diáconos que indicaron una menor participación de sus esposas en el proceso formativo diaconal (entre el 0% y el 25%), que en el año 2007 representaron al 14,6%, aumentaron al 16,0% en el año 2008 y disminuyeron al 12,0% en el año 2009. Como se podrá apreciar en la realidad, mientras más se involucren las esposas en el proceso formativo diaconal de sus esposos, mayor será el compromiso y apoyo del matrimonio en el ministerio diaconal.

 

Los diáconos que señalaron que no asisten a cursos, seminarios y talleres, que en el año 2007 representaron al 8,7%, disminuyeron al 3,0% en el año 2008 y aumentaron al 6,0% en el año 2009.

 

Opiniones sobre la formación inicial recibida: Los diáconos evaluaron como cercanamente a “muy buena” la formación inicial recibida, lo que se ha mantenido en el período evaluado, ya que el promedio  es de 5,7 en el año 2007, de 5,9 en el año 2008 y de 6,0 en el año 2009.

 

Además, los diáconos evaluaron como entre “buena” y “muy buena” la formación inicial de otros diáconos permanentes de su diócesis, lo que se mantiene durante el período evaluado, pues el promedio es de 5,6 en el año 2007, de 5,7 en el año 2008 y de 5,8 en el año 2009.

 

Aunque una parte de los diáconos señalaron desconocer la formación inicial recibida por los diáconos de otras diócesis, los que respondieron la evalúan como buena, de manera decreciente, ya que el promedio es de 5,6 en el año 2007, de 5,2 en el año 2008 y de 5,3 en el año 2009.

 

Evaluación de la labor de los diáconos permanentes: Los diáconos evalúan como muy buena su propia labor pastoral como diáconos, pues el promedio es de 5,7 en el año 2007, de 5,9 en el año 2008 y de 6,1 en el año 2009.

 

También evalúan como muy buena la labor pastoral de otros diáconos de su diócesis, pues el promedio es de 5,6 en el año 2007, de 5,7 en el año 2008 y de 5,8 en el año 2009.

 

Formación y organización: La gran mayoría de los diáconos señalaron que se debe favorecer la asociación de los diáconos mismos, instando a que se fortalezca el orden diaconal diocesano, mediante reuniones frecuentes, a las que podrán asistir acompañados de sus esposas, opinión que aumentó del 87,1% en el año 2007, al 96,7% en el año 2008 y subió al 98,5% en el año 2009.

 

Participación diaconal: la opinión mayoritaria de los diáconos acerca del porqué no asisten todos los diáconos permanentes a las reuniones zonales o diocesanas, es “porque tienen problemas económicos, familiares o de salud”, opinión que la formuló el 25,4% en el año 2007, aumentó al 41,0% en el año 2008 y subió al 43,0% en el año 2009.

 

Evaluación de las relaciones diaconales:

Los diáconos que respondieron la encuesta evalúan como más que “muy buena” su relación con sus comunidades eclesiales de base, la que obtuvo un promedio de 6,28 en el año 2007, de 6,29 en el año 2008 y de 6,31 en el año 2009.

 

También evaluaron como muy buena su relación con otros diáconos permanentes, la que subió del 6,01 en el año 2007, al 6,11 en el año 2008 y aumentó al 6,22 en el año 2009.

 

La relación con su obispo la evaluaron como cercanamente muy buena y muy buena,  la que subió del 5,88 en el año 2007, al 6,27 en el año 2008 y bajó al 6,10 en el año 2009.

 

La relación con su vicario zonal la evaluaron como cercana a muy buena, la que subió del 5,81 en el año 2007, al 5,96 en el año 2008 y al 6,0 en el año 2009.

 

La relación con su párroco, aunque es  vista como cercanamente a muy buena, aumentó del 6,06 en el año 2007, al 6,12 en el año 2008 y bajó al 5,99 en el año 2009. Aquí se puede apreciar un desafío importante para muchas comunidades eclesiales, la de mejorar paulatinamente la relación (diálogo, coordinación, trabajo en equipo, etc.) entre los párrocos y los diáconos permanentes.

 

Sugerencias de los diáconos encuestados: La sugerencia mayoritaria de los diáconos para fortalecer el orden diaconal de su diócesis, es “posibilitar la formación espiritual, doctrinal permanente”,  la que subió del 27,1% en el año 2007, al 29,2% en el año 2008 y aumentó al 33,0% en el año 2009.

 

“Lo mejor de ser diácono permanente”: La respuesta mayoritaria de los diáconos es “poder servir a los hermanos más necesitados”, repuesta que subió del 35,0% en el año 2007, al 44,0% en el año 2008 y aumentó al 47,9% en el año 2009.

 

“El principal desafío que enfrentamos los diáconos permanentes”: la respuesta mayoritaria de los diáconos es “ser misioneros, evangelizar en medios cerrados y difíciles”, respuesta que subió del 26,3% en el año 2007, al 36,7% en el año 2008 y aumentó al 38,0% en el año 2009. Esta es una respuesta clave, la que está en perfecta sintonía y comunión con las conclusiones de Aparecida sobre los diáconos como”apóstoles de las nuevas fronteras”.

 

“Mi sueño como diácono permanente”: La respuesta mayoritaria de los diáconos es “poder servir mejor a mi comunidad, familia y parroquia”, respuesta que se mantuvo en el 29,6% en los años 2007 y 2008 y que aumentó al 31,0% en el año 2009.

 

“Mi vocación diaconal se forjó principalmente en los siguientes ámbitos”: Los diáconos respondieron, en primer lugar, “mi familia” (88,5% en 2008 y 89,9% en 2009); en segundo lugar, “mi parroquia” (84,7% en 2008 y 85,6% en 2009) y en tercer lugar “movimiento apostólico” (33,2% en 2008 y 30,9% en 2009).

 

Acciones pastorales nuevas y concretas que asumirán los diáconos, inspirados por Aparecida: Las cuatro acciones más respondidas por los diáconos fueron, en primer lugar “asumir la Misión Continental” (15,5% en 2008 y 17,9% en 2009), en segundo lugar “Evangelización en mi sector” (13,9% en 2008 y 15,6% en 2009) y en tercer lugar “más oración” (10,2% en 2008 y 17,0% en 2009) y en cuarto lugar “apoyar la pastoral familiar” (12,5% en 2008 y 14,0% en 2009)

 

Al finalizar esta síntesis, invito a todos los diáconos y a sus esposas -ambos insertos y en comunión con sus respectivas comunidades eclesiales y parroquias- a reflexionar sobre los resultados de esta encuesta y a descubrir qué es lo que Dios nos indica o nos pide en la actualidad, cómo podemos relacionarnos, organizarnos y formarnos mejor, cómo podemos potenciar nuestras fortalezas y cómo se podrían superar nuestras dificultades. MAH.



[1] Del total de encuestas respondidas, 272 fueron enviadas por correo electrónico y  56 fueron enviadas por correo postal.

 

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