El recién designado obispo de Innsbruck, Austria, se postula "claramente" a favor de las diaconisas

El nuevo obispo de Innsbruk, Hermann Glettler, se ha posicionado «claramente» a favor de la ordenación de las mujeres al diaconado y la concesión de la comunión a los fieles divorciados y vueltos a casar por lo civil.

En una entrevista con APA, el prelado, al que el cardenal Christoph Schönborn ha calificado de «pastor dotado con gran sentido para los aspectos sociales y existenciales de la vida», se mostró a favor de que la comisión del Papa para clarificar el papel de las diaconisas en la Iglesia primitiva «llegue pronto a la meta y decidiera favorablemente».

Es más, el obispo electo afirmó que una hipotética reintroducción de las diaconisas puede ser un «paso» hacia la apertura a las mujeres de la plenitud de las órdenes sacerdotales, una idea que calificó como «no tan utópica».

En cuanto a la posibilidad de que los católicos divorciados y vueltos a casar puedan volver a comulgar -posibilidad hecha posible por el Papa Francisco en Amoris laetitiael obispo electo de Innsbruck se declaró «muy» a favor de la idea. Abrir la Eucaristía a los católicos cuyos matrimonios hayan «fracasado» y que ahora están viviendo en relaciones nuevas «hace mucho sentido evangélico», apuntó Glettler. Se trata de «acompañar, distinguir y luego dejar la puerta abierta a que alguien diga, recibo la comunión deliberadamente o renuncio deliberadamente a ella a partir de una cierta motivación interior», precisó.

En la entrevista, Glettler también se refirió a la posibilidad de potenciar la «responsabilidad de liderazgo» de los laicos de su nueva diócesis, no solamente para aliviar la carga sobre sacerdotes sino también para «repensar estructuralmente» la organización de la parroquia y proponer «medidas concretas» para una nueva manera de hacer Iglesia.

Junto a las diaconisas, otro colectivo que podría asumir más protagonismo en la comunidad católica son, a juicio de Glettler, los viri probati: los varones que, aunque estén casados, se han «probado» de tal madurez en la fe que pueden ejercer determinadas tareas que normalmente corresponderían a un sacerdotes.

Es una propuesta -la de ordenar a los viri probati– acerca de la cual el Papa «ya ha dado muchas señales», según el obispo electo de Innsbruck. «Deberíamos seguir pensando en ella. ¿Por qué no?», se preguntó.

Tomado de: religión digital

 

 

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