Diác. Gonzalo Eguía
Coordinador de Servir en las periferias
Bilbao, España, 13 de enero de 2020
Evolución del diaconado: ¿respuesta a las necesidades de la Comunidad cristiana?
El año 2019 ha terminado hace unos días, muchas de las noticias publicadas a lo largo de este año -incluida en esta edición-, han tenido que ver con la instauración en la actualidad del ministerio diaconal en Iglesias locales.
Tras haber pasado más de cincuenta años del Concilio Vaticano II hay diócesis que comienzan ahora a vivir la experiencia del diaconado permanente, vislumbrando lo que este ministerio puede aportar a la vida de sus comunidades, y hay otras que cuentan con una cantidad considerable de diáconos, incrustados en la pastoral de conjunto y con un testimonio reconocido de entrega y servicio a sus comunidades.
En el año 2002 la Comisión Teológica Internacional publicaba el documento «El diaconado: evolución y perspectivas», en él recordaba que en el año 1998 el número de diáconos ascendía a algo más de 25.000 diáconos. Veinte años después -como publicábamos en el mes de marzo pasado-, el número de diáconos ascendía a 46.894, es decir casi duplicándose su número en tan sólo dos décadas.
Dejando a un lado la distribución geográfica de los diáconos en el mundo, que exigiría una reflexión particular, el capítulo VI del documento de la Comisión Teológica Internacional se refería a la realidad del diaconado permanente en aquel momento, reconociendo dos situaciones diversas: Iglesias en las que el número de diáconos era poco elevado, e Iglesias en las que se había desarrollado el diaconado, realidad semejante a la actual.
La primera situación se caracterizaba por tratarse de diócesis con pocos diáconos. Se trataría de Iglesias locales que ante la escasez de presbíteros optaron por la colaboración de los laicos. Era lógica la pregunta que se intuía como objeción en los que componían este grupo: «¿Qué puede hacer un diácono que no pueda hacer un laico?», olvidándose del vínculo sacramental.
La segunda situación la conformaban diócesis donde el diaconado se había desarrollado de forma considerable. Diócesis que tenían también un numero escaso de presbíteros, pero que optaban por un abanico de posibilidades ministeriales mas amplio, donde el diaconado tenía su lugar junto a la ministerial laical. El riesgo del diaconado en esta situación era el de que se comprendiera como un ministerio de suplencia del sacerdote, a quien reemplazaba, cuando no puede hacerse presente en la vida comunitaria.
El documento señalaba «Líneas de evolución» del ministerio diaconal, vinculadas a las necesidades concretas que cada comunidad cristiana podía tener.
El número de presbíteros en la Iglesia universal sigue ralentizado o en disminución, el de diáconos aumenta exponencialmente. Es lógico que nos hagamos muchas preguntas sobre la intención de cada Iglesia local al instaurar hoy el ministerio diaconal. ¿Responden las instauraciones del ministerio diaconal actuales a las necesidades concretas, como deseaba la Comisión Teológica Internacional? ¿De que necesidades estamos hablando? ¿Únicamente suplencia presbiteral? ¿Nuevas diaconías? ¿Cómo perciben esta instauración los obispos, los presbíteros, y el laicado de estas Iglesias? ¿Cómo perciben su misión y ministerio los primeros diáconos que son ordenados en diócesis de recién reinstauración? ¿Consiguen estos procesos manifestar una Iglesia mas servicial? De igual forma, que interesante sería realizar una investigación, teniendo estas mismas preguntas, de lo que está suponiendo el ministerio diaconal en aquellas diócesis con un número elevado de diáconos, tras una larga historia de varias décadas tras su restauración.
Desde el Vaticano el Papa Francisco ha incluido dentro de sus intenciones de oración, la plegaria por los diáconos durante el próximo mes de mayo. Y la Agencia Fides nos recuerda que entre los 29 misioneros asesinados durante el años 2019 hay un diácono permanente.
Se ha conocido la convocatoria del I Coloquio de Diáconos Iberoamericanos, que se llevará a cabo en la Republica Dominicana, entre el 18 y el 21 de junio.
El diácono Francisco Salvador Pontes, presidente de la CND de Brasil, presenta su mensaje para el año 2020.
En México se ha impartido la interesante Conferencia, «Perspectivas del Diaconado Permanente desde las conclusiones del Sínodo para la Amazonia», impartida por el presbítero Mario Ángel Flores Ramos, rector de la Universidad Pontificia de México.
El Informativo recoge varias noticias relacionadas con el XXXIV Encuentro Nacional del Diaconado Permanente de España. Y en este mismo país, en Madrid, ha tenido lugar una interesante ponencia: «La figura del diácono y la antropología de las vocaciones en la primitiva Iglesia de Oriente», dentro del ciclo de conferencias sobre «La pedagogía de la Iglesia de los apóstoles».
En Brasil se publican dos libros escritos por diáconos permanentes: desde Rio de Janeiro el diácono Luciano Rocha, publica el libro «Mostra-me Tua Glória»; y desde la archidiócesis de Manaus, el diácono Leonardo Lucas presenta «O valor da oração – Fazendo da vida um eterno retiro”
Deseamos pedir disculpas por el retraso en la publicación del Informativo del mes de enero, se ha debido a circunstancias ajenas a nuestra voluntad. Al mismo tiempo deseamos hacer llegar a quienes se acercan hasta «Servir en las periferias», un año 2020 lleno del amor de Dios, un año en el que podamos ser para los demás don suyo, de forma especial para quienes viven en la exclusión, la marginación y la vulnerabilidad.
En nombre del Equipo Coordinador y de Redacción, un abrazo fraterno.
Gonzalo Eguía