Un cura flogger oficia misas "bolicheras" en Santa Fe

 El sacerdote tiene 29 años; se propone acercar a jóvenes a la Iglesia

 

José María Costa
Avellaneda, Santa Fe, Argentina, 12 de noviembre de 2010

www.lanacion.com.ar

 El padre Sebastián Splawinski tiene 29 años, es entrerriano y hace dos años y medio llegó a la pequeña parroquia de Avellaneda, una ciudad de poco más de 25.000 habitantes, en el noroeste de Santa Fe. Y lo hizo con un claro objetivo: llevar la Palabra de Dios a los jóvenes, aunque la vía no fuera la tradicional.

 Viste jean y zapatillas; se peina para un costado y organiza misas «bolicheras», que incluyen luces, láser, humo y bolas de espejos como las de las discotecas. Los fieles lo siguen encantados, especialmente los más jóvenes, que lo acompañan cantando, y no sólo letras religiosas.

Otra de las vías para difundir la actividad de la parroquia, elegida por el cura flogger, como es llamado ahora el padre Sebastián, son las redes sociales como Facebook, donde, hasta ayer, la cantidad de seguidores superaba a la del número de habitantes de la ciudad.

 La Nacion se comunicó anoche telefónicamente con el sacerdote, que comenzó a misionar online con apenas 200 seguidores. Sus misas superan, por estas horas, el millar de jóvenes ávidos de ir periódicamente a la iglesia.

 – ¿Cómo se le ocurrió la idea de captar a los jóvenes con este tipo de misas tan poco convencionales?

 – Veía que la tradicional no respondía a las necesidades e inquietudes de los pibes, que había perdido ese espíritu de fiesta. Yo sentía la necesidad de llegar a los jóvenes y no podía quedarme con los brazos cruzados esperando que ellos se acercaran. Fui a buscarlos.

 Comencé a ir a la plaza, a los colegios; a salir con ellos para tratar de romper esa brecha que había entre los curas y las personas que se venía alimentando desde la misma Iglesia.

Primero, hicimos una encuesta entre los chicos que venían a misa y los que no. Esos resultados nos dieron una visión de cómo estaba la situación. Sobre esa base, reestructuramos la celebración de la misa.

 – ¿Cómo fue la primera misa el 27 de noviembre del año pasado?

 

– Fueron 200 personas en el patio de la parroquia. Sin desmerecer la misa tradicional, lo que noté es que cuando uno les da la posibilidad a las personas de participar a través de la música o de alguna dinámica, como levantarse de la silla y moverse, la gente lo hace con mucho gusto. Incluso, en las últimas misas, les tuve que pedir que lo hicieran ordenadamente. Creo que, quizá, lo que está faltando a nuestras celebraciones es esto de hacer que la gente se sienta parte.

 – ¿Cómo tomó la diócesis de Reconquista esta iniciativa?

 – El obispo [monseñor Ramón Dus] fue siguiendo el crecimiento de La Movida Joven [como llamaron al proyecto]. Las veces que hablé con él me dijo que le parecía una iniciativa creativa y novedosa. Para mí, eso fue importante.

 – ¿Cuántas personas van hoy a las misas de los jóvenes?

 – Comenzamos en el patio de la parroquia, con 200 personas. Luego, lo trasladamos al colegio que está al lado de la iglesia, y la próxima, que será el domingo 28, será en el club de fútbol, ya que no tenemos espacio suficiente pra todos los que van a venir.

Estamos muy bien preparados para recibir a la mayor cantidad de gente. Por suerte, tenemos el club Barrio Norte, que es un lugar lindo, ahora que empieza a hacer calorcito. Será la misa aniversario y hay que celebrar.

Incluso, la semana pasada ya comenzamos con los festejos: trajimos para que tocara ante los chicos al grupo de rock Vilma Palma. Lo armamos todo nosotros. Fue una manera de agradecer y devolver a los pibes y a sus familias el apoyo que nos brindan durante todo el año a este nuevo proyecto.

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