Sínodo para la amazonía. Asamblea Presinodal de la Región Norte 1 de Brasil: "Queremos una iglesia que promueva… el diaconado permanente y diaconisas"

La Asambleas Presinodal  reunida en Manaos, del 30 de noviembre a 2 de diciembre, reuniendo representantes de las nueve circunscripciones eclesiásticas do Regional Norte 1 de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil – CNBB, ha emitido la siguiente carta:

Carta de la Asamblea Pre-Sinodal del Regional Norte 1

«No importa lo que donas: es tiempo de avanzar de manos dadas con quien va en el mismo rumbo.»
Thiago de Mello

Como Iglesia del Regional Norte 1, Amazonas y Roraima, nos reunimos, en el Centro de Entrenamiento de Líderes Maromba, en Manaus, en camino sinodal, con la presencia de laicos y laicas, diácono, sacerdotes, religiosos y religiosas, obispos, representando todas las diócesis de la Regional. El Sínodo es una gran luz que el Papa Francisco encendió para hacer pequeñas luces en nuestra realidad Amazónica. En este camino, muchos signos de Dios vienen siendo colocados como marcos, para indicar la dirección a seguir.

El Sínodo es un tiempo de gracia, un kairós, que nos convoca a elevar nuestras voces, a dar las manos y seguir, siempre creyendo que es el Señor que nos convoca a ser «sal de la tierra» (Mt 5,13). El Sínodo es un proceso que genera posibilidades, un acontecimiento que promueve la escucha y una herramienta que ayuda a recoger las voces proféticas de los pueblos de la Amazonia, en una Iglesia llamada a cuidar la forma, el contenido de su comunicación y reconocer el papel de la mujer, en una sociedad dominada por el mercado, por los grandes proyectos, donde se vislumbran propuestas extremadamente perversas.

A partir de la síntesis de la amplia escucha realizada, éste fue un tiempo para dejar que tanta riqueza pasara por el proceso de decantación. Junto a los pueblos de nuestro Regional, soñamos con una Iglesia osada, dialogal, inclusiva, pobre, solidaria, mística, en salida. Una Iglesia que quiere expresarse en una liturgia y sacramentos inculturados, que asimila las culturas, da valor a la religiosidad popular y mariana, promueve el diálogo interreligioso, desde la escucha y la teología indígena. Una Iglesia profética, que promueve nuevos paradigmas de comunicación, con pauta en los pueblos de la Amazonia, que actúa en red y busca repercutir la vida de la región.

Queremos una Iglesia que promueva el protagonismo social y eclesial laical, de las mujeres, de los actores nativos, de la Vida Religiosa y misionera, de quienes se espera disponibilidad, osadía, perseverancia, capacidad de acogida, diálogo intercultural, ligereza estructural e incremento de la vida de las comunidades. Una Iglesia que insiste en la ministerialidad, con los ministerios existentes, promoviendo el diaconado permanente y diaconisas, el ministerio de la presidencia eucarística, para hombres y mujeres, y los ministerios a partir de las culturas locales.

Que Nuestra Señora de la Amazonía, reina de las luces y de las flores, nos dé juicio y sabiduría, para proteger nuestra tierra, nuestra gente, para que la Amazonia no tenga fin.

Manaus, 02 de diciembre de 2018.

 

Fuente: Luis Miguel Modino

 

 

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