Sínodo especial para la Región Panamazónica: día 11 de octubre, referencias al diaconado

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informativo 18:30 CET – Programa en español (lu-sa) ParrillaPodcast
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Briefing Sínodo: el sueño de los «seminarios amazónicos» y el diaconado femenino

En la sexta sesión informativa en la Oficina de Prensa vaticana sobre el Sínodo para la Amazonía, las intervenciones de los obispos Adriano Ciocca Vasino, de São Félix (Brasil), Rafael Cob García, Vicario de Puyo (Ecuador), del diácono brasileño Francisco Andrade de Lima y de la hermana Zully Rosa Rojas Quispe, misionera dominica del Santo Rosario, comprometida en la pastoral indígena de Puerto Maldonado (Perú).
Ciudad del Vaticano

Un obispo ecuatoriano con el sueño de «crear seminarios amazónicos» y un obispo brasileño que espera poder ordenar pronto mujeres diáconos, si el Papa, en el documento post-sinodal, autorizará el diaconado femenino, fueron los protagonistas de la sexta sesión informativa para periodistas realizada en la Oficina de Prensa de la Santa Sede sobre el Sínodo para la Amazonía. Junto a ellos, un diácono permanente indígena, casado y con dos hijas, que no ve ningún problema con la posibilidad de que las mujeres ejerzan su «mismo ministerio» y una monja peruana que pide que los seminaristas estudien también «la sabiduría ancestral de los pueblos de la Amazonía y sus múltiples lenguas».

Palabra clave: inculturación
Después de dos días de círculos menores, la Comisión de Información del Sínodo decidió dedicar la sesión informativa a temas relacionados con la formación, «de servidores del pueblo», agrega Monseñor Rafael Cob García, quien en Ecuador es el Vicario Apostólico de Puyo. Para él, la palabra clave para la formación de los futuros sacerdotes y agentes de pastoral en la Amazonía «es inculturación: llevar el Evangelio a las culturas que debemos evangelizar. Es difícil, y para ello son necesarios sacerdotes y diáconos indígenas”. Desgraciadamente, admite Monseñor Cob García, “son pocos los seminaristas indígenas que llegan al sacerdocio», porque los docentes de los seminarios de la ciudad tienen una base cultural diferente, «y muchos jóvenes pobres se desaniman y abandonan». Y además los jóvenes seminaristas indígenas y los ancianos de sus comunidades no entienden «la norma canónica del celibato sacerdotal».

Necesario conocer la cultura indígena
El problema, explica el vicario de Puyo, es que faltan docentes preparados «para una formación inculturada y no es bueno trasladar a los seminaristas a otras ciudades». Por eso el sueño «es crear seminarios amazónicos, con una formación diferente desde el punto de vista académico y práctico» y tener formadores que ya vivan en el lugar y conozcan la realidad amazónica. «Deben conocer la lengua de las comunidades indígenas, compartir su vida cotidiana, contemplar y dejarse interrogar por lo que viven. Para entender cómo celebrar, para una liturgia inculturada, deben conocer símbolos y signos de las culturas indígenas”.

Jóvenes indígenas y el deseo de ser sacerdotes y diáconos

La realidad de la formación de los nativos es diferente, porque a estas escuelas asisten principalmente blancos, «que son la gran mayoría de los fieles de mi diócesis», explica además Monseñor Ciocca Vasino. «Hace dos años, se presentaron dieciséis jóvenes Xavantes, la comunidad indígena católica de mi diócesis, que querían ser diáconos y sacerdotes misioneros en su propia tierra. Por el momento, están estudiando en la escuela de animadores misioneros». «Pero francamente -admite desconsolado- no sé cómo entrenarlos adecuadamente, estoy buscando nuevas formas, incluso con los líderes de las comunidades.

Un Sínodo sobre el papel de la mujer

Diácono indígena: la familia me acompaña en el ministerio
Uno de los dos diáconos presentes en el Sínodo para la Amazonia, Francisco Andrade de Lima, secretario ejecutivo Regional Norte de la Conferencia Episcopal de Brasil, también se refiere al diaconado femenino para decir que no ve ningún problema con la posibilidad de que las mujeres ejerzan su mismo ministerio, “pero a partir de la vocación y misión de la Iglesia Amazónica, y no simplemente para compensar la falta de personas para dirigir la comunidad». «Estoy casado, tengo dos hijas – aclara el diácono, nacido en una comunidad indígena del Río Solimões – y mi familia me acompaña en todo mi ministerio».

Fuente: https://www.vaticannews.va

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