Santos diáconos mes de noviembre

 San Cesáreo (Cesario) de Terracina1 de noviembre.
 
 
Cesareo
 
Diácono africano, condeno los sacrificios humanos que se efectuaban en Terracina, Italia y se proclamó cristiano. La muchedumbre de paganos lo capturó junto con un sacerdote llamado Julián y los arrojaron al mar durante el primer siglo de nuestra era.
 
 
 
San Hilario de Viterbo, mártir. 3 de noviembre.
 HilarioAl igual que muchos otros documentos que hablan de los mártires de los primeros siglos, también los correspondientes a los santos Valentí e Hilario son del siglo VIII, y por tanto con una certeza histórica hipotética, dada la gran distancia en el tiempo. La «Passio» compuesta en ese siglo dice que Valentín era un presbítero e Hilario un diácono que durante la persecución de Diocleciano (243-313) fueron asesinados y sepultados un 3 de noviembre, en un lugar llamado «Camillarius».
En un documento del 788 hay una cierta confirmación de esta idea, pues habla de una «celda de san Valentín ‘in Silice’», es decir, una pequeña iglesia con sepulcro situada en la Via Cassia, a dos kilómetros de Viterbo. Y, aunque san Hilario no se lo menciona en el documento, el abad de Farfa Sicardo (desde 831 hasta 842) transportó el cuerpo de los dos a la iglesia abacial.
Los cuerpos de los dos mártires estuvieron en la famosa Abadía de Farfa hasta el siglo XV, aunque algunas tradiciones de Viterbo dicen que sólo hasta 1303, cuando las reliquias fueron llevadas a la catedral de la ciudad. Algunos antiguos martirologios inscriben esta fiesta el 4 de noviembre, en vez de el día 3.
 

6 de noviembre: Beato José López Piteira, diácono monje agustino

 
Fray José López Piteira nació en Arroyo Blanco, Camagüey, Cuba, el 2 de febrero de 1912, de padres inmigrantes españoles. Según algunos registros históricos su familia regresó a España cuando el pequeño José tenía cuatro o cinco años de edad.
Se mudó a Partorvia, en la provincia de Orense, Galicia, España. En este país se hizo fraile agustino. En su preparación hacia el sacerdocio estudió filosofía en Leganés, y teología en el Monasterio del Escorial. Hizo su profesión solemne en 1934, y fue ordenado diácono el 8 de septiembre de 1935, el mismo día en que Cuba celebra a su Patrona, la Virgen de la Caridad del Cobre.
Según sus biógrafos era rubio y bien parecido, de estatura media, con buena capacidad para los estudios, carácter bondadoso y entusiasta, aficionado a la música, manifestó una vocación muy decidida desde el primer momento, a la que correspondió con una vida de piedad muy intensa.
El P. González Velasco, uno de sus biógrafos, escribió: «Se debe constatar que el joven José López Piteira siempre se sintió orgulloso de haber nacido en Cuba y de ser ciudadano cubano».
La revista Palabra Cubana ha recogido los acontecimientos de su martirio. «Estando estudiando en el Monasterio del Escorial, el 6 de agosto de 1936 fue detenido con su comunidad Agustina de ese monasterio y encarcelado en la prisión de San Antón de Madrid. Cuando le dijeron que podía hacer valer la circunstancia de haber nacido en Cuba para conseguir la libertad, contestó: ‘Están aquí todos ustedes que han sido mis educadores y maestros y mis superiores, ¿qué voy a hacer yo en la ciudad? Prefiero seguir la suerte de todos, y sea lo que Dios quiera’».
«El 30 de noviembre de 1936, Fray José López Piteira fue martirizado en Paracuellos de Jarama junto con otros 50 religiosos agustinos. En el momento del martirio tenía 23 años», informa la revista.
 
Cuando fray José estaba preso en San Antón, la familia realizó gestiones ante funcionarios consulares cubanos y del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República para conseguir su libertad por ser ciudadano cubano. Ante esta situación él manifiesta, sin lugar a dudas, su temple de religioso y de amor fraterno para con los demás hermanos agustinos, compañeros de prisión. Es el padre Natalio Herrero, que como prior le conocía desde el año del noviciado, quien nos trasmite el detalle:11
«…Es digno de notarse la respuesta del diácono José López Piteira, nacido en Cuba, quien,  l decirle que podía hacer valer esa circunstancia para conseguir la libertad, contestó: Están aquí todos ustedes que han sido mis educadores, mis maestros y mis superiores, ¿qué voy a hacer yo en la ciudad? Prefiero seguir la suerte de todos, y que sea lo que Dios quiera…
padre Natalio Herrero, prior.
Pasaron casi cuatro meses de privaciones y de sufrimientos. Tras ser juzgados sumariamente, fueron condenados por su simple condición de religiosos. El nombre de fray José fue incluido en una «saca de la muerte», y llamado a primeras horas de la mañana del último día de noviembrefestividad de San AndrésApóstol y mártir. Después de haberle despojado de todo, le ataron las manos atrás y le condujeron, con otros 50 agustinos, a Paracuellos de Jarama, a las afueras de Madrid, donde fueron sacrificados el 30 de noviembre de 1936, dando verdaderas muestras de entereza y fe ante los propios verdugos que les mataron, tanto es así que estos quedaban admirados de su valor y fortaleza cristianas. En ese mismo año debió de terminar sus estudios y poder realizar su sueño de ser ordenado sacerdote.
Entre los frailes agustinos que fueron sus compañeros de estudios, casi todos ellos martirizados junto con él, uno de los que les sobrevivió fue el insigne musicólogo español, el Padre Samuel Rubio Calzón O.S.A.
Murió, como todos los demás, perdonando a sus propios verdugos, a imitación del Maestro desde la Cruz
Fray José López Piteira fue beatificado el 28 Octubre de 2007 junto a 497 mártires.

 
San Aniano, mártir. 10 de noviembre.
Aniano
 
San Aniano fue diácono de San Demetrio (que convoco el Concilio contra Novaciano) , junto a él y a  San Eustosio y otros veinte mártires, en Antioquia ,fueron martirizados en el año 260.
 
 
San Román (Romano) de Antioquía, mártir. 18 de noviembre.
RomanNacido en Palestina, se hizo Diácono y ejerció su ministerio primero en Cesarea y después en Antioquia, donde exhortaba a los prisioneros cristianos a mantener la fe. Fue tomado preso y condenado a morir en la hoguera de la que salvó porque una lluvia apagó el fuego. De todos modos lo torturaron y estrangularon en el año 304, durante las persecuciones del emperador Galerio contra los cristianos.
Según narra Aurelio Prudencio, durante las torturas con potro y flagelación con látigos de plomo que padeció a manos de Asclepiades, quien había intentado arrasar su iglesia en Siria, le fue amputada la lengua para que no siguiese exhortando a convertirse a los paganos. La tradición cristiana atribuye el hecho milagroso de que San Román siguiese hablando sin la lengua. Un niño que lo presenciaba, llamado Barula (o Várulas), se puso a proclamar la divinidad de Cristo, lo cual hizo que fuese igualmente torturado y decapitado ante su propia madre.
El proceso del martirio del santo se conoce con detalle gracias a un largo himno de Aurelio Prudencio, casi mil versos compuestos a fines del siglo IV. Otros historiadores eclesiásticos relataron el martirio con posterioridad. El milagro de seguir hablando una vez amputada la lengua fue un lugar común del martirologio cristiano, e incluso anterior, ya que la lengua se consideraba el instrumento ideal para alabar a la divinidad.
 
San Annon (Amón) de Heraclea, mártir junto a 40 mujeres. 19 de noviembre.
AnnonLa “Passio” nos dice que el jefe de este numeroso grupo de mujeres, fue el diácono san Amón, maestro y promotor de su conversión al cristianismo.
En tiempos del del emperador Constantino, estaba asociado en el gobierno del Imperio de Oriente Licinio Valerio Liciniano y la persecución contra los cristianos, cesó definitivamente con el Edicto de Milán en el 313 y firmado por los dos emperadores, no era todavía una realidad; Licinio mandó como funcionario a Berea a Baudo, el cual nada más llegar, recibió una denuncia contra Celsina priora y las cuarenta vírgenes y viudas reunidas con ella en una comunidad monástica.
Celsina después de un interrogatorio en el cuan fingió que se sometía a la voluntad del funcionario pagano, se retiró en oración, exhortada a perseverar por el diácono san Amón su guía espiritual. Durante el segundo interrogatorio y presente toda la comunidad de monjas, los ídolos se derrumbaron y el sacerdote de Zeus, levantado en el aire por un ángel de fuego y mientras Amón y las 40 mujeres se retiraban, él se precipitó al suelo.
Baudo enfurecido, hizo torturar a san Amón y después de un hecho milagroso las liberó y envió a todo el grupo a Licinio en Heraclea, donde las vírgenes vieron las reliquias de santa Gliceria, después patrona de la ciudad. El emperador ordenó que fueran enviadas a las fieras, pero los animales no quisieron tocarlas, entonces mandó matar al diácono Amón, las vírgenes encabezadas por Celsina y las viudas por la diaconisa Lorenza, fueron martirizadas con toda suerte de terribles tormentos.
 
San Alipio, estilita. 26 de noviembre.
AlipioSan Alipio el estilita era llamado erróneamenete «Estiliano el anacoreta» en el Martirologio anterior; evidentemente «stiliano» se había deformado de «estilita», que era la clase de vida eremítica que llevaba, como todos los monjes estilitas, en una columna (stylus) o en la parte alta de unas ruinas, simbólicamente «lejos» del mundo. El primer estilita que conocemos es san Simeón el viejo, del siglo V, que tuvo luego como imitadores a san Simeón el joven, san Daniel, y otros; pero fue un fenómeno más bien del Oriente, especialmente en Siria y Mesopotamia, ya que en Occidente se solían practicar otras formas de ascetismo.
San Alipio nació hacia el 515 en Adrianópolis, en Paflagonia (región histórica del Asia Menor, que fue provincia romana en el siglo III). Ya antes de su nacimiento, su madre tuvo una visión premonitoria de la gloria futura del niño. Quedó huérfano de padre a los tres años, y fue de joven enviado al obispo Teodoro para que lo instruyese. Fue nombrado diácono y tesorero de la Iglesia de Adrianópolis (en la actual Turquía) hasta que a los 30 de años manifestó su intención de retirarse a la soledad. Permaneció dos años encerrado en una celda, y luego se pasó a una columna situada fuera de la ciudad. Su ascetismo extremo reunió en torno a la columna un gran número de discípulos, por lo que Alipio tuvo que establecer dos monasterios, uno masculino y otro femenino.
Se dice que una luz bajó del cielo e iluminó al santo, y que tenía poder para predecir el futuro y sanar a los enfermos. Alipio permaneció en pie en la columna durante 53 años, y luego, a causa de una parálisis en las piernas, permaneció otros 14 años acostado sobre su lado, hasta que murió a los 99 años de edad, hacia el 614, durante el reinado de Heraclio (610-641), emperador de Bizancio. Se cuenta que un poseso de ser liberado de su enfermedad al acostarse sobre su tumba. La reliquia de su cabeza se encuentra en un monasterio del Monte Athos, al cual en 1428 se unieron las comunidades fundadas por san Alipio. Se le dedicó un monasterio en Constantinopla y se lo representa en un mosaico en la basílica de San Marcos de Venecia junto a san Simeón el viejo. San Alipio es invocado contra la esterilidad.
 
 
 

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