Para el salvadoreño Óscar Amílcar Méndez Santos (42) el deseo de convertirse en diácono nació una década atrás. Su trabajo en el comité hispano de la parroquia San Miguel Arcángel de Silver Spring (Maryland) y aliento de su esposa Cindy lo convencieron a prepararse para servir a la Iglesia, anunciar el Evangelio y ayudar a sus hermanos. El sábado 26 de junio, al igual que otros ocho fieles comprometidos, fue ordenado en la Basílica de la Inmaculada Concepción de Washington por el obispo Mario Dorsonville.

Pero la motivación de Óscar no estuvo exenta de pequeñas complicaciones laborales, exigencias académicas, compromisos parroquiales y deberes hogareños. Su condición de supervisor en el Cuerpo de Bomberos de Montgomery, sumada a las clases semanales en la Universidad Católica, el trabajo pastoral en la parroquia y el cuidado de sus pequeños Alejandro (3) Rafael (5) y Samuel (8), lo llevaron a reducir sus horas de sueño e interpretar a cabalidad el llamado del Señor.

 

“La preparación para convertirme en diácono permanente me ha tomado cinco años, no ha sido fácil, pero estoy feliz de convertirme en un Servidor del Altar permanente y de ayudar en las necesidades espirituales de la comunidad hispana que se congrega en la arquidiócesis de Washington”, dijo Méndez Santos.

Explicó que durante toda su preparación recibió la comprensión de sus jefes y compañeros de trabajo, así como el apoyo y las oraciones provenientes de sus familiares, amigos e integrantes de la parroquia San Miguel Arcángel.

“Los tiempos de Dios siempre son perfectos. Con su ayuda he podido cumplir con todas las exigencia o problemas que se me han presentado en el camino. Hoy estoy a la espera que se me asigne a una parroquia o institución de acuerdo con la necesidad pastoral de la Arquidiócesis de Washington”, manifestó el nuevo diácono salvadoreño.

Óscar Amílcar Méndez Santos reconoció que la comunidad hispana necesita más diáconos que hablen español, que se preocupen de los requerimientos espirituales como evangelizar celebrar bautismo, llevar la comunión a los enfermos y ayudarles ante cualquier requerimiento social.

“Los fieles hispanos, que en algún momento han sentido el llamado del Señor a servir como diáconos, no deben tener miedo. En la oración y dialogando con sus sacerdotes de confianza podrán aclarar cualquier duda o incertidumbre. Dios no busca hombres perfectos, Dios a través de su Evangelio los convierte en ejemplos de vida”, anotó el nuevo diácono.

Junto con Óscar Amílcar Méndez Santos serán consagrados James Paul Flagg II, James Christopher Garner, Jeffrey Robert Johnson, Richard Scott Meyer, Joseph Michael Petrizzo, Kenneth Michael Scheiber, Kyle Atward Simon y Tom Craig Trudell.

En la ceremonia de ordenación tambien estuvieron presentes el los obispos Barry C. Knestout de la Diócesis of Richmond y Roy E. Campbell, Jr. de la arquidiócesis de Washington.

Recientemente, el papa Francisco recordó que el diácono es el custodio del servicio de la Iglesia, básicamente sirviendo en el altar, con la palabra y principalmente a los más pobres. “Ustedes tienen que ser apoyo de los sacerdotes en el servicio que consiste en recordar a todos los fieles que la fe se manifiesta en la liturgia comunitaria, la oración personal, las diversas formas de caridad y mostrar la verdadera dimensión de servicio en nombre de Dios”.

Vale mencionar que la doctrina católica establece que el grado de diaconado es un grado de servicio, que viene establecido desde el tiempo de los apóstoles. La Santa Iglesia lo confiere por un acto sacramental llamado “ordenación”.

Fuente: https://elpreg.org