Aunque haya pasado más de medio siglo desde el Concilio Vaticano II, el diaconado sigue suponiendo para muchos cristianos una novedad. ¿Entonces cuál es el problema para que todavía haya dudas, a veces incluso rechazo hacia esta figura? Ciertamente la práctica de la Iglesia, la teología y el sensus fidei de los cristianos de buena voluntad van clarificando cuál es su lugar pero todavía hay mucho desconocimiento acerca de esta figura. Esta obra desea aportar desde la teología y la praxis a la clarificación de la figura diaconal en todas sus dimensiones. Es importante que todos los miembros de la Iglesia entiendan la figura del diácono como ministro ordenado, configurado con Cristo siervo y cabeza y al servicio del sacerdocio bautismal. Desde ahí entenderemos sus aportaciones, especialmente a una Iglesia en salida y a la obra evangelizadora a la que todos estamos llamados a colaborar en comunión y sin sentimientos de rivalidad. El diacono permanente tiene su lugar propio en la Iglesia. Más allá de la reflexión teológico-práctica, esta obra también quiere dar ideas concretas para ubicar pastoral- y eclesialmente al diácono. Eduardo Ludwig, nacido en 1974 es diácono permanente célibe en la diócesis de Pamplona Tudela desde 2012. Licenciado en Economía y en Ciencias Religiosas ejerce profesionalmente como profesor en el colegio Santa María la Real (Maristas) de Sarriguren, Navarra. Anteriormente ha sido director titular de un colegio diocesano en la provincia de Zaragoza. Es director de una Escuela de Tiempo Libre y colabora en una parroquia. Más allá de su diaconía al servicio de la educación de los niños y adolescentes se pueden mencionar también sus dos publicaciones: El diaconado, fundamento e identidad y El diaconado permanente en el debate actual.
El diaconado permanente y sus aportaciones en una Iglesia en salida
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Resumen
Aunque haya pasado más de medio siglo desde el Concilio Vaticano II, el diaconado sigue suponiendo para muchos cristianos una novedad. ¿Entonces cuál es el problema para que todavía haya dudas, a veces incluso rechazo hacia esta figura? Ciertamente la práctica de la Iglesia, la teología y el sensus fidei de los cristianos de buena voluntad van clarificando cuál es su lugar pero todavía hay mucho desconocimiento acerca de esta figura. Esta obra desea aportar desde la teología y la praxis a la clarificación de la figura diaconal en todas sus dimensiones. Es importante que todos los miembros de la Iglesia entiendan la figura del diácono como ministro ordenado, configurado con Cristo siervo y cabeza y al servicio del sacerdocio bautismal. Desde ahí entenderemos sus aportaciones, especialmente a una Iglesia en salida y a la obra evangelizadora a la que todos estamos llamados a colaborar en comunión y sin sentimientos de rivalidad. El diacono permanente tiene su lugar propio en la Iglesia. Más allá de la reflexión teológico-práctica, esta obra también quiere dar ideas concretas para ubicar pastoral- y eclesialmente al diácono. Eduardo Ludwig, nacido en 1974 es diácono permanente célibe en la diócesis de Pamplona Tudela desde 2012. Licenciado en Economía y en Ciencias Religiosas ejerce profesionalmente como profesor en el colegio Santa María la Real (Maristas) de Sarriguren, Navarra. Anteriormente ha sido director titular de un colegio diocesano en la provincia de Zaragoza. Es director de una Escuela de Tiempo Libre y colabora en una parroquia. Más allá de su diaconía al servicio de la educación de los niños y adolescentes se pueden mencionar también sus dos publicaciones: El diaconado, fundamento e identidad y El diaconado permanente en el debate actual.
El diaconado permanente y sus aportaciones en una Iglesia en salida
Autor: Eduardo Ludwig Sanz-orrio
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