El Papa ha enviado un telegrama por los 50 años de ordenación de los primeros siete diáconos permanentes de la “Pía Sociedad de San Gaetano”, en la ciudad véneta de Vicenza, iniciativa florecida gracias a la acción profética del venerable Ottorino Zanon
María Cecilia Mutual – Ciudad del Vaticano, 21 enero 2019, Vatican News
Primeros diáconos permanentes (Foto del archivo histórico de la Pía Sociedad de San Gaetano) (Foto Archivio Storico della Pia Società San Gaetano)
El Papa Francisco ha enviado un mensaje a monseñor Beniamino Pizziol, obispo de Vicenza, con ocasión de la celebración eucarística, este 20 de enero, en conmemoración de los 50 años de ordenación de los primeros siete diáconos permanentes de la Congregación “Pía Sociedad de San Gaetano”, que tuvo lugar el 22 de enero de 1969 en la ciudad véneta de Vicenza.
En la misiva, firmada por el Card. Secretario de Estado, Pietro Parolin, el Pontífice se une “espiritualmente a la alegría de esta familia religiosa y de la Iglesia de Dios que está en Vicenza”.
Profética acción apostólica
Expresando “verdadera satisfacción” por esta “feliz circunstancia con la cual se glorifica a Dios por los maduros frutos humanos y espirituales nacidos por la acción del Espíritu Santo mediante la institución del diaconato permanente, próvida iniciativa nacida del corazón de los padres conciliares”, el Santo Padre recuerda que la iniciativa “floreció en Vicenza por la profética acción apostólica y espiritual del venerable Don Ottorino Zanon, que supo aprovechar esta iniciativa como ocasión de promoción humana y espiritual y de evangelización de los huérfanos y de los jóvenes más necesitados, para el desarrollo de personalidades maduras y dedicadas al servicio de Dios y de los hermanos”.
Con la intercesión de la Virgen María del Monte Berico
Mientras invoca “continuos y abundantes dones celestes para un fecundo camino eclesial”, el Papa envía a mons. Pizziol y a la “congregación entera” su bendición apostólica, “extendiéndola a todos los presentes en la celebración eucarística”.
Fuente: https://www.revistaecclesia.com