Gracias por ser su hijo


Diác.
Miguel Ángel Herrera Parra

Referente Nacional del CIDAL en Chile

Santiago, Chile, 20 de enero de 2012

miguelangel.herreraparra@gmail.com«>miguelangel.herreraparra@gmail.com

El pasado 20 de enero, día de su cumpleaños, el autor le entregó este poema a su madre, y ha querido compartirlo con los lectores de este Informativo.


Muy temprano, en la mañana,

a mi madre, me adelanté,

a darle la gracia humana,

por mi cumpleaños, le alabé.

Ella es la protagonista,

hizo el trabajo de parto,

con su ternura, de artista,

me dio vida, y la comparto.

Me dio su alma, serena,

que vuela sobre la lluvia,

y, su espíritu, que espera,

tejiendo un manto, y no agobia.

Me dio su sangre, rebelde,

de indignada, profetiza,

que denuncia y siempre vuelve,

a enseñarme, sin la prisa.

Me dio el amor por las letras,

mágicas e incandescentes,

para dar vida a las muertas,

ilusiones fluorescentes.

Me dio un libre corazón,

que galopa por las tierras,

me nutrió, de fe y razón,

para vencer, en las guerras.

Me dio su servicio pleno,

su maternidad gratuita,

y mi sentido está lleno,

de diaconía que grita.

Aunque sea ya mayor,

yo veo su juventud,

sabe darme lo mejor,

soy hijo de su virtud.