Ha finalizado el Congreso Nacional de Diaconado 2018, que ha tenido lugar en Nueva Orleans, con el tema «Cristo servidor, ayer, hoy y siempre». La diócesis de Nueva Orleans, además de celebrar 50 años de diaconado permanente, celebra 300 años de existencia.
Han sido días de oración, fraternidad y reflexión. La celebración diaria de la Eucaristía al comienzo de cada jornada nos ha reunido en la fe en Cristo.
Ha habido 9 conferencias plenarias. 6 de ellas impartidas por obispos y 3 por diáconos. Las conferencias han considerado con gratitud la gracia que han supuesto estos 50 años de diaconía en la Iglesia ; han ayudado a interiorizar una vez más el papel del diácono de hacer presente Cristo servidor en todas las situaciones, especialmente las sufrientes, de evangelizar en nuestras familias y ambientes; también se han proyectado deseos y retos para el futuro.
Por las tardes, una treintena de talleres ha tratado temas diversos, como el ministerio diaconal en las prisiones, en las bandas callejeras , entre los emigrantes ; la espiritualidad diaconal ; el diaconado en EEUU. Me referiré solo al taller dirigido por la Sra Patricia Vowels, de Texas, en el que, como coordinadora de esposas de diáconos, ha dado pautas para acompañar a esposas y viudas desde una tarea ministerial reconocida por la Iglesia.
El Congreso ha finalizado con unas palabras del arzobispo de Gavelton -Houston-y la celebración de la Eucaristía.
Damos gracias a Dios por su Iglesia, por el diaconado, por su amor y misericordia. Le rogamos que su Santo Espíritu nos ilumine y nos guie para servir en una Iglesia cada vez más diaconal.