Arzobispo de Teresina, Brasil y Presidente del
Departamento de Vocaciones y Ministerios (DEVYM) del CELAM
Diác. Jorge Vargha
Corresponsal del CIDAL en el IIº Congreso Diaconal
San Pablo, Brasil, 29 de mayo de 2011
Estando en el Congreso se nos ocurrió formularles dos preguntas a nuestros Obispos:
1. Segundo seu parecer qual a importância deste Congresso?
Este Congresso vem contribuir muito para o fortalecimento do diaconado permanente na América Latina e Caribe, através da convivência fraterna e da partilha de experiências entre os diáconos permanentes, presbíteros e bispos, pela reflexão conjunta e busca de linha de ação comuns.
Según su parecer, ¿qué importancia tiene este Congreso?
Este Congreso contribuye mucho para al fortalecimiento del Diaconado Permanente de América Latina y el Caribe, a través de la convivencia fraterna y del compartir de experiencias entre los diáconos permanentes, los presbíteros y los obispos tras la reflexión conjunta y la búsqueda de líneas de acción comunes a unos y a otros.
2. Pedimos-lhes um conselho ou uma recomendaçao que considere fundamental para que os diáconos permanentes da América e do Caribe possam ser Discípulo Missionários nas novas fronteiras.
Os diáconos permanentes devem exercer, com dedicação e equilíbrio, o tríplice serviço da Liturgia, da Palavra e da Caridade, sem descuidar de nenhum deles. É preciso dar especial atenção ao Serviço da Palavra, numa Igreja Missionária, através da Evangelização dos diversos ambientes e situações, assim como, ao serviço da Caridade, sendo sinal de uma Igreja Servidora dos pobres e sofredores. Tudo isso, apoiado na oração, na escuta da Palavra e na Eucaristia.
Le pedimos un Consejo o una recomendación que considere fundamental para que los diáconos permanentes de América y del Caribe puedan ser Discípulos Misioneros en las nuevas fronteras.
Los diáconos permanentes deben ejercer, con dedicación y equilibrio, el triple servicio de la Liturgia, de la Palabra y de la Caridad, sin descuidar ninguna de ellas. Deben tener especial atención al Servicio de la Palabra, en una Iglesia Misionera, a través de la Evangelización de los distintos ambientes y situaciones, así como, el servicio de la Caridad, señal viva de una Iglesia Servidora de los pobres y de los que sufren. Todo esto apoyado en la oración, la escucha de la Palabra y la Eucaristía.