El diácono permanente
El viernes, en la celebración de la Eucaristía, estará con nosotros un diácono permanente. Diácono viene de una palabra griega que significa servicio. Corresponde a los diáconos asistir al obispo y a los sacerdotes en la celebración de la Eucaristía y su distribución, bautizar, asistir a la celebración del matrimonio y bendecirlo, proclamar el Evangelio y predicar, presidir las exequias y entregarse a diversos servicios de la caridad.
El diácono permanente es ordenado (recibe el sacramento del Orden) para realizar estos servicios litúrgicos, pastorales y caritativos durante toda su vida y puede ser un hombre casado.
En las celebraciones litúrgicas, como signo externo, el diácono lleva la estola cruzada encima del alba.