Asimismo P. José Fuentes, resaltó la estructura en la que se basa su ponencia, partiendo de la llamada que hace Aparecida a todos los miembros del pueblo de Dios a la conversión, desde la cuestionante “¿nos hemos convertido a Cristo, hemos hecho de él el centro de nuestra vida?”, para pasar a reflexionar acerca de las tres funciones del Diácono. En principio, el Diácono al servicio de la Palabra, siendo el mismo un oyente de la palabra ya que según confiesa P. Fuentes “a veces una deformación profesional de los ministros, es creer que ya sabemos la palabra”.
Continuando con la reflexión se abordaran las otras funciones del Diácono como son: el servicio a los sacramentos y el Diácono al servicio de la comunidad, especialmente a los más necesitados de la sociedad.