Diócesis de Cienfuegos (Cuba), diáconos reflexionan sobre la misericordia en tiempos de tribulaciones

La tarde del 18 de diciembre último quedará para la historia de la Diócesis de Cienfuegos como uno de los momentos más memorables del XVIII Encuentro Nacional de Diáconos permanentes con sus esposas.

En dicha cita, que sesionó entre el 15 y el 18 de diciembre último, se debatieron temas de gran importancia para la fe católica y la labor evangelizadora de la Iglesia en Cuba, en medio de un escenario que cada día se torna más complejo e incierto.

Durante esa histórica tarde, el padre Iván Rodríguez, de la Arquidiócesis de Camagüey, conmovió a los asistentes con su abordaje tan profundo del tema de la misericordia, crucial para estos tiempos, sobre todo para la necesaria coherencia entre lo que se predica y nuestra praxis como cristianos.

En su reflexión, el padre Iván dijo que la fe que salva es aquella que se traduce en obras, pues reiteró que una fe sin obras es una fe muerta, lo cual tiene una gran vigencia en una época donde impera la indiferencia entre los seres humanos, no sólo aquellos católicos que asisten a misa todos los domingos y su actitud resulta incoherente con su filiación religiosa, sino para cualquier ser humano insensible al dolor del prójimo.

Pienso que la indiferencia ante el dolor es uno de los síntomas de la deshumanización y la desesperanza que experimenta el hombre actual. Sobre estas cuestiones nos hizo meditar el sacerdote con su habitual carisma y peculiar sentido de la oratoria.

Casi al final del encuentro Mons. Domingo Oropesa Lorente, obispo de Cienfuegos, irrumpió y aportó también su humilde punto de vista al respecto.

Al igual que la jornada anterior, la sesión de la tarde culminó con la Eucaristía, presidida por Mons. Domingo Oropesa y el padre Iván Rodríguez.

 

Jorge Luis Lanza Caride

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