Diáconos permanentes

Diác. Alberto Álvarez Pérez

Referente Diocesano del CIDAL en Sevilla, España

Artículo publicado en el Diario La Razón de Sevilla, el 7 de febrero de 2010

 

Recientemente se han celebrado en nuestra Santa Catedral de Sevilla tres ordenaciones a diáconos permanentes. Es un ministerio del que, desgraciadamente, se tienen pocos conocimientos y desde esa ignorancia muchos opinan que el diácono permanente es un “cura frustrado o sacristán adelantado, o un monaguillo ‘cum laude’”. Y nada más lejos de la realidad.

 En el Concilio Vaticano II se estudiaron y aprobaron textos referentes a la reinstauración del diaconado como grado permanente del ministerio ordenado. Ciertamente, la palabra diácono significa servidor de la comunidad. Por ello, podríamos decir que el diácono permanente es un ministro ordenado, mediante el rito de las manos por parte del obispo.

 Obviamente, al candidato se le marcan unos programas intensos de formación debiendo, entre otras circunstancias, ser un cristiano comprometido, tener vocación y formación teológica y espiritual. El diácono permanente tiene una misión, un compromiso y relación cercanos con la Iglesia mediante una confraternidad diaconal, en la que vuelca su caridad entre los más pobres, los humildes, los excluídos, los drogadictos; es, en definitiva, un servidor de Cristo y de la humanidad

 Su futuro es esperanzador. En 1981 el Cardenal Bueno Monreal, siguiendo el espíritu y decisiones del Concilio Vaticano II, acordó restaurar en Sevilla la figura del diácono permanente, siendo nuestra diócesis la que más tiene, actualmente existen 43 ejerciendo su ministerio en tareas parroquiales y diocesanas, y 19 aspirantes en período de formación.

 Me quedo con aquella frase que en su día expuso el Cardenal Hummes, Prefecto de la Congregación para el Clero: “No se entendería un diácono que no se comprometiese en primera persona en la caridad y en la solidaridad hacia los pobres que, de nuevo, hoy se multiplican”. El Señor y la sociedad quieren y necesitan contar con todos ellos.

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