Sobre el M.P. Omnium in mentem que afecta a presbíteros y diáconos
Ecclesia Digital
Madrid, España, 18 de marzo de 2010
La Facultad de Derecho Canónico, de la Universidad Pontificia Comillas, organizó una jornada de estudio para analizar los cambios que el reciente M.P. Omnium in mentem, de Benedicto XVI, ha introducido en el Código de Derecho Canónico. Comillas se convierte así en la primera institución académica que estudia este documento, que se hizo público el 15 de diciembre de 2009.
Tres profesores de la universidad expertos en la materia, Teodoro Bahíllo Ruiz, Carmen Peña y Rufino Calleja, presentaron y valoraron la reforma en un acto al que acudieron destacadas figuras de la canonística española, profesores de las universidades eclesiásticas y civiles, jueces de la Rota Española y de los tribunales diocesanos y numerosos alumnos de las facultades de Derecho Canónico y de Derecho (ICADE).
En el acto, presidido por el Decano de la facultad, Gabino Uríbarri, SJ, se pusieron de manifiesto los motivos de la reforma legal y su complejidad, ya que implica importantes cuestiones canónicas y teológicas. En primer lugar, Teodoro Bahíllo Ruiz, también profesor en la Pontificia de Salamanca, desarrolló las novedades legales referidas a los presbíteros y diáconos, con especial atención a la cuestión teológica de la sacramentalidad del diaconado y a las consecuencias pastorales de los diáconos permanentes casados.
Carmen Peña, Directora del Departamento de Derecho Canónico, y Rufino Callejo abordaron las importantes novedades introducidas en materia matrimonial, analizando las ventajas que esta modificación presenta en la práctica pastoral para la tramitación de los expedientes matrimoniales. Se señalaron también algunas cuestiones doctrinales y teológicas, relativas al derecho fundamental al matrimonio, a la libertad religiosa y a la sacramentalidad del matrimonio, que pueden verse afectadas por la decisión legislativa de considerar obligados a la forma canónica y al impedimento de disparidad de cultos a los católicos que hubieran abandonado la Iglesia por acto formal.
Tras las ponencias, se abrió un fructífero debate entre los miembros de la mesa y los numerosos asistentes.