Dice el autor –Licenciado en Teología Espiritual y Director de la Escuela Arquidiocesana de Ministerios San José- que “en estas cartas laten vivencias compartidas, reflexiones personales y diálogos con diáconos, presbíteros y laicos”.

No por falta de curas…

Querido hermano:

Almorzando con un presbítero amigo me preguntó acerca de tu servicio en la Parroquia.

En el desarrollo del diálogo, apoyándose en un documento del Concilio Vaticano II, hizo esta afirmación que no me terminó de agradar: “Después de todo, la restauración del diaconado como grado permanente responde a la falta de sacerdotes. No te entusiasmes mucho, porque son una especie en extinción”.

Es posible que esa haya sido una de las circunstancias por las que se valió el Espíritu para hacer tomar conciencia a la Iglesia del diaconado permanente y su restauración como grado propio de la Jerarquía. Pero… ¿es la razón de fondo?

“Imagínate –continuó mi amigo-, supongamos que mañana hay tres sacerdotes viviendo en la Parroquia. ¿Para qué vas a querer un diácono? ¿Qué van a hacer tantos? Se van a estorbar”.

“¡Aunque fuésemos diez! –le repliqué-, sin diácono falta algo. Dios ha querido que el único sacramento del Orden se desarrollara en una triple modalidad. El diácono representa a Cristo Cabeza y Siervo, no en el sacerdocio, sino en el ministerio, como colaborador del ministerio del Obispo y animador de la diaconía de los fieles laicos, en comunión con los presbíteros”.

“Autoridad y servicio están íntimamente unidas en el ministerio. Si a nosotros se nos pide el servicio de la autoridad, el diácono es para nosotros icono vivo de la autoridad que se abaja en el servicio. Me dirás –me adelanté a decirlo antes que él- que esto lo tenemos, también. Pero, al conservarlo en su estado puro le da un brillo particular a la caridad pastoral”.

No te puedo negar que por dentro me quedaba la duda… ¿por qué si no participa del Sacerdocio de Cristo Cabeza, la Iglesia enseña que por la diaconía de la liturgia, ejerce la función de santificar al Pueblo de Dios? ¿No hay aquí un eufemismo?… ¿Qué se quiere decir?

Me gustaría saber qué te enseñaron al respecto cuando estudiabas la teología del diaconado… De esa manera, podrás enseñarle a tu pobre párroco.

Tu hermano párroco