Ayer, sábado día 12, en la Arquidiócesis de Corrientes se hizo la Clausura de las Puertas Santas de este Jubileo de la Misericordia, gesto que se repetirá en las Basílicas de Roma y en las Diócesis del Mundo. Monseñor Andrés Stanovnik presidió la Santa Misa de las 20, en el Iglesia Catedral, la que fue concelebrada por decenas de sacerdotes. Fue la única celebración eucarística en la ciudad. La ceremonia tuvo momentos previos en plaza Cabral, donde sacerdotes estuvieron ofreciendo el sacramento de la Reconciliación, en torno a pequeños altares que estaban distribuidos en el paseo. Como todo festejo correntino, hubo cierre cultural con música chamamecera.
La jornada, pensada como una fiesta de la Iglesia correntina para dar gracias por este Año de la Misericordia, comenzó a las 18, con una animación musical en plaza Cabral, en la que se hizo memoria de lo vivido, con una mirada interior sobre la experiencia personal de la misericordia de Dios y sobre los desafíos que de cara al futuro plantea esta vivencia. Esto dio marco a los fieles que se acercaron a los altares donde estaban las imágenes de la Cruz de los Milagros y la Virgen de Itatí para recibir la bendición de los diáconos o iniciar, acompañado por un material alusivo, un examen de conciencia para acercarse luego a la confesión, en el paseo o en la Catedral.
Vale mencionar que se pudo ganar indulgencias al estar confesado, cruzar la Puerta Santa, participar de la eucaristía y rezar por las intenciones del Santo Padre.
A modo de peregrinación, llegaron caminando hasta la Catedral, entre otras, las comunidades parroquiales de San Juan Bautista, Santa María Reina, Santa María de loa Ángeles, San Roque de Montpellier y San Roque González.
Los fieles que quisieron realizar el último cruce por la Puerta Santa de este Jubileo, pudieron ingresar al templo, donde se fue compartiendo una catequesis sobre el cierre de la Puerta y el Año de la Misericordia en general.
En la celebración, estuvieron las imágenes de la réplica de la Cruz de los Milagros y la peregrina de la Virgen de Itatí, que llegó momentos antes desde la Basílica. Quienes quisieron recibirla, pudieron acercarse alrededor de las 19.15, en las intersecciones de las calles Catamarca e Irigoyen. Desde allí fue llevada en andas hasta el templo.
Junto a decenas de sacerdotes de la Arquidiócesis, muchos de ellos llegados desde el interior, monseñor Stanovnik presidió a las 20, la Santa Misa. Durante la celebración realizó la ceremonia del cierre de la Puerta Santa.
Además, el Arzobispo hizo entrega a los decanos y referentes de cada uno de los ocho decanatos de la Arquidiócesis, de un subsidio que plantea compromisos y desafíos que asume la Iglesia particular como legado de este Año de la Misericordia, que culmina, pero que se pretende se extienda en la vida comunitaria, social y personal de ahora en más.
Al finalizar la celebración eucarística, que como se mencionó antes, fue la única del sábado por la tarde en la ciudad, hubo, como en todo festejo correntino, un festival musical con el chamamé como protagonista. Estuvieron animando esta velada, Susy de Pompert y Sergio Sosa, de Itatí.
Como en cada evento diocesano, estuvieron ofreciendo resguardo a los fieles, personal de la Policía de la Provincia, de Salud Pública, de la Dirección de Tránsito Municipal, de la Cruz Roja – Filial Corrientes, y de Gendarmería Nacional, acompañando el recorrido sobre Ruta 12 de la imagen de la Virgen.

Se instalarán 14 altares en la plaza.