Compromiso político de los diáconos

 

Diác. Gonzalo Eguía
Coordinador de Servir en las periferias
Bilbao, España, 1 de octubre de 2018
El Informativo de este mes recoge la problemática del diácono Pérez Vidal, de Yucatán -México-, generada con motivo de la compatibilidad de su identidad como ministro ordenado y de representante político. Más allá de las peculiaridades de este caso, del que no tenemos suficientes datos para poder opinar, esta situación nos genera una reflexión sobre el compromiso político de los diáconos.
La importancia de la cuestión política no se escapa a nadie, en un sentido amplio estamos haciendo referencia al trabajo por el bien común de los diferentes grupos humanos, en el cumplimiento de los derechos y obligaciones personales y colectivos, inspirados por la Declaración de los Derechos Humanos, desde la perspectiva del Evangelio. La doctrina social de la Iglesia orienta y acompaña la reflexión y la acción que conviene a quienes desean seguir al Señor Jesús. La mano del resucitado del hombre anónimo que pide en la calle, en la escultura de la portada que ilustra esta Editorial («Jesús pidiendo» del escultor Timothy P. Schmalz) , nos interpela en la acción político-transformadora del Evangelio.
En relación con los diáconos, las «Normas básicas de la formación de los diáconos permanentes» (Roma, 22 febrero 1998) nos recuerdan la importancia de la formación de los candidatos en  «ciertos problemas políticos» (N.º 81).   En este sentido, el compromiso político le es propio al diácono, en cuanto persona, ser político y también como ministro ordenado. De forma especial en la diaconías de la Palabra y de la promoción de la Caridad y Justicia, el diácono es un agente de primer orden.
Otra cuestión es el compromiso en una opción partidista política concreta. La norma de la Iglesia Universal al respecto se recoge en el «Directorio para el ministerio y la vida de los diáconos permanentes» (Roma, 22 febrero 1998), en el número 13 se afirma:

«Los diáconos, en cuanto ministros sagrados, deben dar prioridad al ministerio y a la caridad pastoral, favoreciendo «en sumo grado el mantenimiento, entre los hombres, de la paz y de la concordia». El compromiso de militancia activa en los partidos políticos y sindicatos puede ser consentido en situaciones de particular relevancia para «la defensa de los derechos de la Iglesia o la promoción del bien común», según las disposiciones adoptadas por las Conferencias Episcopales; permanece, no obstante, firmemente prohibida, en todo caso, la colaboración con partidos y fuerzas sindicales, que se basan en ideologías, prácticas y coaliciones incompatibles con la doctrina católica».

La Iglesia Universal deja abierta la posibilidad de un compromiso de militancia en un partido político o sindicato por parte de los diáconos, señalando las condiciones y los objetivos que el mismo debe tener. Del mismo modo matiza que son las diferentes Conferencias Episcopales las que deben dictar las disposiciones oportunas al respecto. Cada Conferencia Episcopal interpreta la norma universal desde su realidad social, valgan dos ejemplos para comprender como concretizan esta implicación político partidista de los diáconos.

La Conferencia Episcopal Española en las «Normas básicas para la formación de los diáconos permanentes en las diócesis españolas» (noviembre 2013) decreta lo siguiente: «Los diáconos deben permanecer al margen de toda actividad política o de partido. Solamente, con permiso del obispo, pueden desarrollar algún tipo de actividad sindical» (N.º 30).

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, en el «Directorio Nacional par ala formación, ministerio y vida de los diáconos permanentes en Estados Unidos» (junio 2003) decretan así: «Un diácono permanente no puede someter su nombre para elección a ningún cargo público o para ninguna otra elección general, ni aceptar nominación o nombramiento a un cargo público sin previo permiso escrito del obispo diocesano. El diácono permanente no puede participar activa y públicamente en la campaña política de otra persona sin permiso previo por escrito del obispo diocesano » (N.º 91).

Si consultamos otros Directorios, de otras Conferencias Episcopales, comprobaríamos las diversas matizaciones que se presentan en relación a la participación político partidista de los diáconos.

Podemos concluir que el compromiso político es fundamental en la vida ministerial del diácono, en relación con la participación político partidista, conocida la orientación general de la Iglesia Universal, cada diácono debe saber como lo orientan las iglesias locales de una misma Conferencia Episcopal.

Desde Roma nos llegan tres informaciones. El Mensaje del Papa Francisco con ocasión del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina, llevado a cabo el mes de septiembre en los Estados Unidos de América. La noticia de una diaconía parroquial asignada en aquella diócesis al diácono Andrea Sartori. Y la publicación de la Constitución Apostólica del Papa Francisco de reforma del Sínodo de los Obispos «Episcopalis communio».
En relación con el contenido de nuestra última Editorial, se ha conocido que el diácono James García, de la archidiócesis de Washington, ha solicitado a su obispo, el cardenal Donald Wuerl, la renuncia a su oficio pastoral-.
Los diáconos de Brasil comunican  la convocatoria de la XI Asamblea General Electiva de la Comisión Nacional de los diáconos de Brasil (CND), que tendrá lugar entre el 4 y el 7 de abril de próximo año, en la ciudad de Goiania -GO-, el lema de la Asamblea será «Avanzar en aguas mas profundas» (Lc 5,4).
Entre los días 25 y 26 de octubre se llevará a cabo en México el XIV Encuentro Nacional del diaconado permanente, tendrá lugar en la Casa de Espiritualidad Betsaida, de la ciudad de Jalisco.
También en Cuba se va a celebrar el Congreso de diáconos permanentes de aquel país, entre los días 22 al 26 de octubre próximos. Ha sido invitado a tal evento el diácono italiano Enzo Petrolino a fin de presentar el contenido de su libro sobre el pensamiento del Papa Francisco en relación con el diaconado permanente. 
 
El Informativo deja constancia también del XIII Encuentro regional de Diáconos permanentes del noreste argentino. 
En el capítulo de publicaciones se aportan cuatro reseñas. Se acaba de publicar la traducción al español del libro del diácono italiano Enzo Petrolino «El diaconado en el pensamiento del Papa Francisco», del que hemos hablado anteriormente. La publicación es el fruto de la colaboración entre la Editorial Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona y l’Associació Sant Llorenç per a la promoció del diaconat (Asociación San Lorenzo para la promoción del diaconado), que agrupa diáconos y esposas de distintas diócesis de Cataluña. Desde Servir en las periferias deseamos agradecer a la Editorial CPL y a los miembros de dicha Asociación el don de esta publicación. El libro «Ser diácono», del obispo auxiliar de la archidiócesis de Belo Horizonte -Brasil-, monseñor Edson Oriolo. «El diácono, servidor de Cristo en la iglesia local» de Laverne Gregory, que presenta la importancia del ministerio del diácono y su esposa. Incluyendo un programa para la ordenación. Y por último, la segunda impresión del libro «Servidor do Evangelhio» .
En relación con las reflexiones sobre el ministerio diaconal se aportan seis, muy interesantes. La carta del Cardenal Orani João Tempesta, Arzobispo de Río de Janeiro -Brasil-, con ocasión del día de San Lorenzo. El artículo del Padre Júlio Antônio da Silva, asesor de los diáconos de las archidiócesis de Maringá -Brasil- «Diaconado é vocação». El estudio del presbítero chileno Felipe Pardo -de la   Pontificia Universidad Católica de Chile- «Estoy entre vosotros como aquel que sirve. Y la reflexión del Vicario de Pastoral de la diócesis de Engativá -Colombia-, Luis Eduardo Sánchez Moreno,  “El diaconado permanente, don de Dios para su Iglesia”. La reflexión sobre el diaconado en Bolivia: “Un Servidor Permanente. Introducción al ministerio del diaconado permanente”, que el diácono  Esteban Silber publicó en el año 2002, bajo el título “Un Servidor Permanente. Introducción al ministerio del diaconado permanente». Y la primera parte del artículo «Diaconado político I» del diácono español Alberto Jaimez, relacionada con la Editorial de este mes.
Estrenamos el mes de octubre en el que tendrá lugar en Roma la XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos (3 al 28 de octubre), bajo el título «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional». Oramos para  que las conclusiones de este encuentro tengan sus frutos en la Iglesia y en el mundo de hoy. También en la oferta vocacional al diaconado de nuestros jóvenes. A modo de apoyo y confianza en este nuevo Sínodo recogemos algunas líneas de la Carta que los jóvenes latinoamericanos han dirigido al Papa en el pre-sínodo:

«Santo Padre, también nosotros queremos una Iglesia con olor a oveja, por esa razón no sólo te damos nuestro pleno apoyo y voto de confianza en todo lo que haces, sino también queremos que sepas que estamos a tu plena disposición para ayudarte en lo que sea necesario y practicar la corrección fraterna a todos los niveles de nuestra Iglesia y sociedad.

Hoy reafirmamos aquello que expresábamos en el Documento Final del Pre-Sínodo: «… el deseo de ver una Iglesia que sea testimonio viviente de lo que enseña, que sea testigo auténtico en el camino hacia la santidad, lo que incluye el reconocer los errores y el pedir perdón por ellos». Con esas líneas, respaldamos tu valeroso esfuerzo en acoger la pluralidad de las distintas expresiones humanas, reformar las estructuras marginadoras  de la sociedad e ir siempre más a las periferias existenciales, actualizar la cotidianeidad y sencillez del compartir la alegría del Evangelio, comprometerse en el cuidado de la Casa Común, denunciar y luchar abiertamente contra los delincuenciales casos de abusos a menores por parte de miembros de nuestra Iglesia.

Respecto a lo último, así como tú, hemos acogido con mucho dolor, indignación y vergüenza las cifras de los casos de abusos perpetrados por un importante número de nuestros sacerdotes…, para que nunca más se vuelva a cometer ese tipo de delito tan abominable. Asi mismo, estamos dispuestos a colaborar en la promoción de ambientes sanos, en dinámicas evangélicas y en modos de relacionarnos que pongan al centro el respeto por la dignidad humana, para alejarnos así de toda posibilidad futura de abuso.

De la misma manera, como jóvenes, nos sentimos invitados a no dejar de apartar la mirada sobre las víctimas de todo tipo de abuso perpetrado al interior de nuestra Iglesia. Cada uno nos revela un Cristo sufriente frente al cual nos sentimos convocados a la misión de reconocimiento, reparación y prevención.

Querido Papa Francisco, hoy los jóvenes también te pedimos: ¡Sigue haciendo lío! y no te canses de acompañarnos en el camino humanizador de seguir a Cristo. Deseamos que sepas que tienes un pueblo joven dispuesto a “ser callejero de la fe” y a “hacer líos de fe” contigo, construyendo puentes que permitan la unión entre todas las generaciones, y así seguir construyendo la Civilización del Amor que nos lleve a la santidad, revitalizando cuanto nos rodea»

En nombre del Equipo Coordinador y de Redacción, un abrazo fraterno.

Gonzalo Eguía

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«Jesús pidiendo» del escultor Timothy P. Schmalz

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