{gallery}chiapas:::1:0:{/gallery}La diócesis local reanudó la ordenación de diáconos indígenas permanentes, luego de 14 años de haber sido suspendido el proceso por órdenes del Vaticano, con el argumento de que había muchos de estos ministros en comparación con los sacerdotes.
Al informar lo anterior el obispo Felipe Arizmendi Esquivel dijo que el proceso se reanudó con la ordenación de nueve diáconos tzeltales el martes de la semana pasada en la comunidad de Guadalupe Paxilhá, municipio de Chilón, durante “una celebración (presidida por él y por el obispo coadjutor, Enrique Díaz Díaz) muy bella que nos llenó de mucha esperanza porque poder nuevamente abrir el camino de ordenación de diáconos permanentes es una bendición para la diócesis”.
En rueda de prensa, agregó: “Después de 14 años es la primera vez que ordenamos diáconos permanentes, pero ya tenemos todos los permisos de la Santa Sede (desde mayo pasado) y con esa confianza seguiremos ordenando, no en forma masiva sino caso por caso”, aseveró.
Señaló que cuando en el año 2000 el Vaticano pidió suspender la ordenación de diáconos permanentes había 241 de estos ministros y ahora hay 229, incluyendo a los 9 ordenados la semana pasada.
Explicó que la función de los diáconos permanentes, hombres casados, “es predicar la palabra de Dios, celebrar el bautismo, dar la comunión, acompañar a los enfermos, presidir los matrimonios y hacer muchas bendiciones”.
Dijo que los diáconos son hombres que durante mucho tiempo han desarrollado distintos trabajos en bien de la comunidad, por lo que “para mí es muy importante preguntar qué piensa la comunidad, qué opinión tiene sobre ellos para que les tengan confianza”.
Arizmendi Esquivel comentó que ya se están preparando otras parroquias para la ordenación de nuevos ministros de este tipo, aunque “iremos lenta pero progresivamente”.
Por ejemplo, abundó, “me han presentado candidatos de los municipios de Ocosingo, Altamirano, Yajalón, Chenalhó, Las Margaritas y otros están presentándolos también y aunque no tenemos prisa sí queremos darles el servicio”, porque “es una ayuda para las comunidades, ya que prácticamente la mayoría de ellos son indígenas”.
Explicó que en el municipio de Yajalón, por ejemplo, “hay cuatro diáconos, pero dos están muy enfermos y no pueden trabajar, uno pidió permiso para dedicarse a asuntos políticos, por lo que sólo uno trabaja”.
Precisó que el criterio para ordenar diáconos permanentes es que haya uno por cada zona pastoral y si ésta es muy grande, dos o tres o si están muy enfermos alguien suplirlos. No es hacer una ordenación masiva sino progresiva y según las necesidad de cada parroquia”.
Agregó que al mismo tiempo ya le presentaron solicitud para ser ordenados cinco diáconos transitorios que hicieron sus estudios en el seminario para convertirse en sacerdotes, lo que significa que próximamente “tendremos cinco nuevos presbíteros para apoyar más el trabajo pastoral de la diócesis”.