“Tu nombre”
Tu nombre, Señor,
me suena a vida
cargada de esperanza;
a plenitud de vida
fruto de tu amor
volcado y derramado
sin guardarte nada.
Tu nombre, Señor,
me suena a paz
que acaricia y
serena el corazón.
Tu nombre, Señor,
santificado sea.
“Tu nombre”
Tu nombre, Señor,
me suena a vida
cargada de esperanza;
a plenitud de vida
fruto de tu amor
volcado y derramado
sin guardarte nada.
Tu nombre, Señor,
me suena a paz
que acaricia y
serena el corazón.
Tu nombre, Señor,
santificado sea.
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