Tenía 68 años, había estado hospitalizado desde el 24 de marzo. Perteneció a la comunidad de estilo Dossettian Pequeña Familia de la Asunción de Montetauro, que acoge a personas con discapacidades muy graves.
Es el primer médico en morir de coronavirus en la provincia de Rimini. También es el primer diácono permanente a quien Covid-19 no ha dejado escapar. Maurizio Bertaccini, médico y diácono, ha luchado desde el 18 de marzo con el virus, pero desafortunadamente la enfermedad no le ha dejado escapar y esta mañana murió, a la edad de 68 años, en el hospital «Infermi» en Rimini, donde fue hospitalizado. del 24 de marzo.
Bertaccini deja cuatro «familias»: la natural, la comunidad de Montetauro, la diócesis y la opinión de los médicos. Con su esposa María, Mariuccia para todos, se casó en Savignano sul Rubicone el 8 de diciembre de 1979, incluso antes de graduarse en Medicina en la Universidad de Bolonia. Después de un período inicial en el que también trabajó como dentista en Savignano, Maurizio Bertaccini se mudó con su familia a Montetauro, para seguir más de cerca la comunidad de estilo dossettiano Piccola Famiglia dell’Assunta di Montetauro, en la que se formó y en que hizo su profesión en 1997 con su esposa Maria, poco antes de la ordenación diaconal. El fundador de la comunidad, el Padre Lanfranco, dio positivo por Covid, y el Obispo emérito de Rimini, Mons. Mariano De Nicolò, quien había estado enfermo por algún tiempo, fue atendido en Montetauro, donde murió el Sábado Santo. «Maurizio voló hacia el Padre en los brazos amorosos de la madre del cielo» es el mensaje que su esposa María envió a la desaparición de su esposo.
De su matrimonio nacieron seis hijos naturales, más uno adoptivo y tres adoptivos. La hija mayor de la pareja se consagró en 2012 en la Piccola Famiglia dell’Assunta di Montetauro, una realidad que acoge y cuida a niños y adultos con discapacidades y patologías graves y muy graves, así como a la recuperación y la calificación humana, cultural y profesional, así como a la inserción. antecedentes sociales de personas necesitadas, discapacitadas o marginadas. Al dar la bienvenida a Liu, un niño chino de 22 años, en 2002, la comunidad se embarcó en la fascinante aventura a la que Jesús llama reconociéndolo en los pequeños, los pobres, el extranjero, hasta que dio a luz a dos casas Italia-China en nuestra diócesis.
Hombre de gran fe, el 29 de noviembre de 1997 fue ordenado diácono permanente por el obispo Mariano De Nicolò. Sirvió en la parroquia de Santa Innocenza de Montetauro di Coriano y en la comunidad de la Pequeña Familia de la Asunción.
Graduado en Medicina en Bolonia en 1979, Bertaccini después de un primer período en el que había trabajado como dentista en Savignano, tuvo la cirugía en el hogar de salud de Coriano y fue muy estimado por los más de 1600 pacientes de Coriano y San Patrignano a quienes tomó atención como médico de familia. «Una gran pérdida para toda nuestra comunidad médica – dice el presidente de la orden de Rimini, Maurizio Grossi -. En Coriano era muy estimado. Lamentablemente, incluso en Rimini nuestra categoría cuenta su primera víctima «.
“La muerte del diácono Bertaccini fue un gran dolor para la comunidad diocesana y diaconal. – escribió el vicario general de la diócesis, Don Maurizio Fabbri – En estos días del séptimo de Pascua estamos seguros de que Maurizio podrá disfrutar, como un «buen y fiel servidor», la paz con su Señor resucitado. Confiemos también a María y su gran familia al Señor, para que encuentren consuelo y fortaleza en la fe ”.
Bertaccini cayó enfermo con coronavirus el 18 de marzo, y la hospitalización en el hospital «Infermi» en Rimini se hizo necesaria el 24 de marzo, donde Bertaccini se vio obligado a respirar mecánicamente tres días después. El sábado pasado su condición se había deteriorado aún más, hasta el epílogo de esta mañana. La noticia de su desaparición deja a miles de personas afligidas por personas que lo han apreciado como médico y hombre.
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