Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, Argentina: Los primeros son los que sirven

Los primeros son los que sirven

Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Socia

Recuerdo que cuando de chico iba a la escuela primaria nos hacían formar en el patio al comienzo de la jornada académica de acuerdo con la estatura. Adelante los más bajos y hacia el fondo los más altos. A veces se suscitaba alguna discusión entre los alumnos, que la maestra definía con cariño y firmeza.

En los Evangelios aparecen discusiones entre los Apóstoles respecto de los primeros lugares de preponderancia en la cercanía con Jesús, basados en criterios humanos de poder. Ante estas peleas Jesús enseña con claridad: “Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser primero, que se haga esclavo” (Mt 20, 25-27).

De esta manera, con la afirmación “entre ustedes no debe suceder así” el Maestro instaura un nuevo criterio para comprender la autoridad y el servicio. Esta Palabra es para todos los discípulos de Jesús. Dentro del Sacramento del Orden Sagrado corresponde a los Diáconos ser el reflejo del Rostro de Cristo Servidor en cada Comunidad Cristiana. Ellos (los Diáconos) pueden serlo por un tiempo como preparación a ser sacerdotes, y habitualmente ejercen este servicio (= Ministerio) por un periodo cercano a un año. También pueden ser “permanentes”, y en este caso ser varones casados o célibes.

La Ordenación Diaconal los une con un vínculo peculiar con el Obispo de la propia Diócesis, con los Sacerdotes y los otros Diáconos. Son servidores de la Comunidad, la Palabra, la Eucaristía y los Pobres.

Sirven a la Comunidad a la cual son enviados fortaleciendo los vínculos fraternos, generando espacios de escucha y diálogo, alentando diversos servicios, animando la Misión de la Iglesia en cada lugar en particular.

Son Servidores de la Palabra por medio de la predicación en las celebraciones litúrgicas, la catequesis, la oración.

Sirven a la Eucaristía ayudando al sacerdote en las misas, y realizando las celebraciones en su ausencia para que en cada Comunidad no falte el pan de la Palabra y la posibilidad de recibir la comunión con el Cuerpo del Señor.

Están al servicio de los pobres por medio de las obras de misericordia concretas. El amor a los pobres no es una idea o un sentimiento pasajero, sino compromiso estable. Se expresa por medio de la Pastoral Carcelaria u Hospitalaria, la cercanía a los adictos a las drogas y el alcohol, el apoyo a diversas iniciativas solidarias.

En cuanto a los Sacramentos pueden realizar los Bautismos, presidir la celebración de los Matrimonios, rezar los Responsos. Algunos también coordinan y animan capillas o centros comunitarios. Especialmente están llamados a acompañar la fe en los barrios pobres.

¿Por qué te comento acerca de la vocación al Diaconado? El 10 de agosto conmemoramos en la Iglesia a un Diácono de la Diócesis de Roma martirizado en esta fecha del año 258. Cuenta su historia que el Alcalde de esa ciudad le pidió “los tesoros de la Iglesia” y Lorenzo le pidió le diera tres días para traerlos. El Diácono convocó a los pobres, mendigos, ciegos, leprosos, paralíticos… Y los llevó ante el Alcalde y le dijo “estos son los tesoros de la Iglesia”.

El funcionario romano, furioso ante esta actitud, mandó quemarlo vivo. San Lorenzo, Diácono y Mártir, es el Patrono de todos los que tienen esta vocación de ser servidores.

En varias Diócesis el Diaconado Permanente es confiado a varones casados que desarrollan este servicio de manera sencilla y silenciosa. Recemos por ellos. Y si alguno siente que Dios le puede estar llamando a esta vocación, le aliento a conversarlo con su Párroco o un sacerdote de su confianza.

Mañana se desarrolla la instancia electoral de las PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) en todo el país. Pidamos que cada ciudadano sea responsable en el cumplimiento de los deberes cívicos.

Fuente: www.elheraldo.com.ar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *