Mons. Elizalde explica la nueva fórmula de la Consagración


 

Nueve de Julio, Buenos Aires, Argentina, 2 de junio de 2010 (AICA)

 

El periódico “Buena Noticia”, mensuario de la diócesis de Nueve de Julio, incluye en la sección “Carta del Obispo” de la edición del mes de mayo, una catequesis en la que el obispo diocesano, monseñor Martín de Elizalde OSB, explica la nueva fórmula de la Consagración en la misa.

 

El mes anterior se había referido al empleo del ustedes en lugar del vosotros, y ahora habla de la otra modificación en dicha fórmula de la liturgia eucarística.

 

 “En la Consagración del vino -comienza diciendo- se ha realizado un cambio que no se genera en la traducción de los textos, sino que, coincidentemente con la realización de la versión argentina, la Santa Sede decidió que quedara establecido para todas las lenguas.

 

 “En el corazón de la Plegaria eucarística se encuentra el relato de la Institución, es decir, que el celebrante retoma las palabras que Jesús pronunció en la Última Cena, y que nos llegan por los evangelios sinópticos y por San Pablo. Con ellas, el Señor confía a sus discípulos la realización del Memorial de su Pasión, su Cuerpo y su Sangre, con el mandato de hacerlo siempre en su memoria. Esos textos son: Mateo 26, 26-28; Marcos 14, 22-24; Lucas 22,19-20. Según los especialistas, el relato que nos transmite el apóstol Pablo, que es sustancialmente idéntico, fue sin embargo escrito anteriormente, ya que él recogió una tradición oral: 1 Corintios 11, 23-26.

 

 “La fórmula de la consagración del pan no tiene novedad alguna, salvo el indicado cambio de la forma pronominal ustedes, en lugar de vosotros. Pero la consagración del cáliz, con una fórmula más extensa, además de la modificación del pronombre, reemplaza todos por muchos. Donde decía: ‘Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía’, se encuentra ahora: ‘Tomen y beban todos de él, porque este es el cáliz de mis Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía’.

 

 “Esta versión refleja exactamente lo que se encuentra en los textos bíblicos originales. La variante empleada en la mayoría de las traducciones hechas a partir del año 1969, por todos los hombres, es sin duda una interpretación, que se corrige ahora en el sentido que abonan las palabras auténticas de Jesús. El cambio motivó la sorpresa de muchos, pero la razón principal, que es seguir el tenor del texto original, debiera bastar para convencerse de la justicia de la iniciativa que procede del Santo Padre y de su responsabilidad de velar por la oración común de la Iglesia. Cristo murió por todos, y ello está claro en la fe revelada, pero los hombres pueden, aplicando su libertad, aceptar o rechazar el don de la reconciliación obrada por la Sangre derramada en la Cruz. Ella es, en efecto, derramada por nosotros, pero no son todos los que reciben ese gran beneficio, sino aquellos (muchos) que asienten y reciben al Señor.

 

 “Esta modificación, aparentemente leve, nos invita a reflexionar seriamente sobre la gracia de la Eucaristía -la participación en el Cuerpo y la Sangre de Cristo Resucitado- y a disponer nuestros corazones para aceptar la llamada del Señor, rogando siempre para que sean muchos, todos incluso, los que alcancen la salvación”, concluye monseñor Martín de Elizalde.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *