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Date(s) - 27/01/2020
12:00 am
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Martirologio Romano: Cerca de la ciudad de Chartres, en Francia, vivió san Gilduino, diácono de la iglesia de Dol, en la Bretaña Menor. Designado obispo siendo aún muy joven y considerándose indigno, renunció a este honor en presencia del papa san Gregorio VII y al regreso de Roma cayó enfermo al llegar a esta región, terminando así su peregrinación terrestre. (1052-1077).
Nació en Dol (Bretaña, Francia) en el seno de una familia de la nobleza; su padre era el señor de Dol y de Combour. Sus progenitores quisieron matrimoniarlo, pero se encontraron con la fuerte oposición de Gilduino que quería entrar en la vida eclesiástica. A la edad de 15 años fue ordenado diácono y luego nombrado canónigo de la catedral de San Sansón en Dol, por su tío el arzobispo de la ciudad; fue un devotísimo y serio canónigo.
Al morir su tío el arzobispo, le sucedió Johoneo, un obispo indigno y simoníaco, quien siete años después fue depuesto por los obispos de la región e intentaron que nuestro santo fuera el nuevo arzobispo. Pero, sintiéndose e indigno y demasiado joven (tenía 23 años) rechazó el cargo y marchó a Roma exponiendo sus razones al papa san Gregorio VII, que aceptó su decisión y nombró arzobispo a Evencio, según le había sugerido Gilduino.
Murió de unas fiebres mientras regresaba de Roma, en la abadía benedictina de Saint-Pierre-en-Vallée de Chartres; junto a su tumba se obraron muchos milagros. Sus reliquias reposan hoy en la catedral de Chartres.