El Diaconado permanente, una opción de servicio

 

Escuela de Diaconado permanente en la Arquidiócesis de Cali

 

Arquidiócesis de Cali

Cali, Colombia, 20 de enero de 2010

www.arquidiocesiscali.org

 

En nuestra Arquidiócesis desde hace algunos meses se encuentra en proceso el restablecimiento de la escuela diaconal, Pablo VI, para la formación de diáconos permanentes: hombres casados que sirven a la Iglesia desde este ministerio.

En el Concilio Vaticano II, la Constitución Lumen Gentium, en el numeral 29, nos presenta este ministerio como grado inferior de la jerarquía de nuestra iglesia.

Al hablar sobre el diaconado, históricamente encontramos el nacimiento o surgimiento de este ministerio en los primeros años de la Iglesia, su referencia esta dada con exactitud en el libro de los Hechos de los Apóstoles, en el cap.6, 1-6 que dice:

“Por aquellos días, como el número de los discípulos iba en aumento, hubo quejas de los llamados Helenistas contra los llamados Hebreos, porque según ellos sus viudas eran tratadas con negligencia en el servicio diario.

Los doce reunieron la asamblea de los discípulos y les dijeron: No es correcto que nosotros descuidemos la palabra de Dios por hacernos cargo de este servicio. Por lo tanto, hermanos, elijan entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu y de sabiduría; les confiaremos esta tarea mientras que nosotros nos dedicaremos de lleno al ministerio y a la palabra.

Toda la asamblea estuvo de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás que era un prosélito de Antioquia. Los presentaron a los apóstoles, quienes se pusieron en oración y les impusieron las mano.”

Al leer el texto anterior podemos afirmar que el diaconado es un ministerio en el orden al servicio de la iglesia. Recordemos también que Jesús en la Última Cena nos invita precisamente a que nos sirvamos unos a otros como el lo hizo. Es así como descubrimos que a

través de esta acción: de servicio, se engendra el verdadero sentido de entrega que Jesús nos enseña: “No he venido a ser servido sino ha servir”.

El servicio al estilo de Jesús, es el mayor instintivo que puede llevar el diácono permanente en su ser. De este servicio debe partir su ministerio, siendo el eje de su labor pastoral en la iglesia. La diaconía es el servicio, pero “no” un mero servicio de obligación, este debe ser un servicio de total entrega, esa entrega debe estar llena de amor… Jesús es nuestro diácono por excelencia pues de él nace este ministerio en toda la dimensión humana y profunda que hace que nuestra mirada sea siempre hacia los más pobres y desvalidos, de esta manera nuestras acciones serán las respuestas de Dios al clamor de su pueblo.

Nuestra Arquidiócesis con gran alegría haciendo caso al llamado de Dios y por intermediación del Espíritu Santo, ha suscitado en el corazón de nuestro arzobispo, Juan Francisco Sarasti, que replanteando las vocaciones al ministerio del diaconado permanente, reorganice así, la nueva Escuela Diaconal, cuya dirección se encuentra desde hace ya alrededor de dos años en la animación y acogida de los nuevos candidatos a este sagrado ministerio por parte de nuestro obispo auxiliar Julio Hernando García.

Pedimos a nuestro Dios que siga fortaleciendo este ministerio, cuya misión debe hacerse al estilo de Jesús servidor, para que el anuncio del evangelio, la buena nueva de Dios llegue a todos los hombres y mujeres de buena voluntad… que esta realidad contribuya a una mejor sociedad trasformándose cada día más por la fuerza del Espíritu Santo.

Los integrantes de la Escuela Diaconal (Diaconado Permanente), y nuestro Obispo Auxiliar Julio Hernando García, pedimos a toda nuestra Comunidad Arquidiosesana mucha oración por este hermoso y humilde ministerio, y que quienes estamos en este llamado seamos verdaderos discípulos servidores de Dios para el servicio de nuestras comunidades.

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