Aumenta participación de diáconos católicos en latinoamérica

Entrevista al Obispo Auxiliar de San Cristóbal de las Casas

SDPnoticias.com

San Cristóbal de las Casas, México, 2 de julio de 2011 (Notimex)

 La labor de los diáconos de la Iglesia Católica latinoamericana se ha fortalecido, al grado de que en la actualidad sólo Perú registra una leve baja en la cifra de ministros, misma que aumentó en el resto de la región.

 En entrevista en la Catedral de la Paz, el obispo auxiliar Enrique Díaz Díaz, señaló que cada vez es más frecuente ver que, después de que se jubilan, muchos profesionales se dedican con su pareja a llevar el Evangelio a las zonas más lejanas.

 El prelado recordó que en días pasados asistió al segundo Congreso Latinoamericano de Diáconos Permanentes en Brasil, al indicar que en muchas partes todavía «suena un poco raro el diácono casado».

 Sin embargo, refirió, «fue un rescate que se hizo desde el Concilio Vaticano Segundo, y en toda Latinoamérica hay una gran preocupación de cómo instaurar este diaconado permanente».

 Detalló que en la Diócesis local, el servicio de diáconos permanentes se instituyó desde 1982, pero en muchos países de Latinoamérica fue antes que aquí, y ahora hay más de 300 personas que hacen el servicio en unión con sus esposas.

 A la reunión de Brasil con los diáconos permanentes, añadió, asistieron unos 300 representantes de 15 países de Latinoamérica y el tema era el trabajo la misión de los diáconos, sobre todo en situaciones de frontera, «es decir allá donde no es muy fácil llegar».

 En el encuentro se presentaron experiencias muy interesantes del trabajo de los diáconos con enfermos terminales, pues se ha organizado con los hospitales una forma de atención a los enfermos de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) y otros padecimientos, refirió.

 Fue interesante escuchar el trabajo de los diáconos de Colombia, pues aún se tienen situaciones muy difíciles de guerrilla, «donde el sacerdote casi no puede llegar, entonces los diáconos que viven en esos lugares están con situaciones de peligro, pero son los hacen presencia de la iglesia», expuso.

 Por parte de México, resaltó, se presentó la experiencia de los diáconos indígenas de esta diócesis, con toda la riqueza, «porque ellos hablan en su propio idioma, están en sus comunidades bastante alejadas a donde es muy difícil que el sacerdote llegue».

 En esta diócesis hay todavía muchas regiones muy lejanas y sólo los diáconos con pareja, quienes ya viven allá, «pueden llegar», detalló el prelado, y agregó que de México también se presentaron experiencias de San Andrés Tuxtla, Veracruz, quienes trabajan con los inmigrantes.

 Sobre el trabajo de diáconos casados en México indicó que en algunas diócesis que tienen muchos sacerdotes casi no hay diáconos, otras aunque tengan muchos también tienen muchos diáconos, por ejemplo las ciudades de México, Monterrey, Nuevo León, y Mérida, Yucatán.

 Eso significa, reiteró, que «si hay una experiencia y una inquietud de seguir viendo estos espacios y estos lugares que son difíciles de llegar y que el diácono con su esposa hacen una presencia de iglesia que lleva el Evangelio».

 Dada la importancia del trabajo de los diáconos permanentes, en la reunión se concluyó que su figura no desparece, más bien va creciendo, «es algo que se ve más bien con mucha fortaleza, que va creciendo y que se ve como una necesidad».

 En las estadísticas que estuvimos viendo de cada país, sólo en Perú va disminuyendo la cifra de diáconos, en todos los demás países crece, aquí mismo en México se tiene cada vez más la experiencia del diaconado, refirió.

 Se trata, puntualizó, de maestros jubilados o profesionales «que encuentran en estos espacios una expresión de servicio y esto a mí me da mucho gusto porque también aquí en San Cristóbal sin ser diáconos, he encontrado maestros con pareja que hacen labor apostólica y social».

 También hay diáconos que se dedican a la comunicación, sobre todo a la televisión y a la radio, «espacios en lo que a veces no pueden estar tan presentes los sacerdotes, pero en todos los medios pueden estar los diáconos que viven la experiencia del Evangelio».

 Cabe señalar que desde 2005 El Vaticano restringió a la diócesis local la ordenación de nuevos diáconos indígenas y hasta el momento se mantiene la medida.

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