Archidiócesis de Yucatán, México: El ministerio del lectorado, a tres futuros diáconos

Al servicio de la Palabra

“Dios nos conoce desde siempre y tiene para nosotros una vocación”, indicó el domingo día 24 el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, en la misa en la que confirió el ministerio del Lectorado a Luis Domingo Flores Zamora, Miguel Ángel Peraza Padilla y Lorenzo Eulogio Solís Loeza, estudiantes de Diaconado Permanente, en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en el barrio de San Cristóbal.

El prelado aseguró a los estudiantes que no era ocurrencia de ellos haber comenzado este proceso de formación, sino una vocación divina para la cual el Señor los había elegido.

“Dios lo sabía y ha querido prepararlos para este momento, como preparó a Juan, quien fue precursor de Cristo”, añadió.

Monseñor Rodríguez Vega explicó que el Lectorado es un ministerio no ordenado que se confiere en el proceso del Diaconado Permanente.

“No son ustedes la Palabra, sino servidores de la Palabra. Su voz será instrumento. La Palabra es el Hijo de Dios”.

Los exhortó a recibir el ministerio con humildad y les recordó que es Cristo “quien quiere llegar a todo el pueblo”. También elevó plegarias para que el Señor les conceda corresponder a la confianza que ha puesto en ellos y seguir adelante junto con esposa e hijos.

“Que la Virgen de Guadalupe los acompañe en su caminar”, oró.

La misa se celebró en la fiesta del nacimiento de San Juan Bautista ante varias decenas de personas y estudiantes de la Escuela de Diaconado Permanente y Ministerios Laicales de la Arquidiócesis de Yucatán.

Después de la proclamación del Evangelio, el padre Saúl Che Chi, director de la escuela, llamó a los candidatos al ministerio —en el quinto año de estudios—, que estaban sentados en las primeras filas de asientos.

El Arzobispo confirió el ministerio a cada uno mientras permanecían de rodillas frente a él. Les entregó las Sagradas Escrituras y les pidió que transmitieran “fielmente la Palabra de Dios para que sea cada día más viva y eficaz en el corazón de los hombres”.

Después, la misa continuó como de costumbre.

El Arzobispo celebró con los padres Candelario Jiménez Jiménez, vicario general de la Arquidiócesis, y Daniel Ortiz Torres, vicario del santuario guadalupano, y el diácono permanente Luis Rodríguez Estrella.

En la Escuela de Diaconado Permanente y Ministerios Laicales de la Arquidiócesis se forman actualmente 17 personas. El proceso tiene duración de seis años.

Claudia Sierra Medina

Fuente: yucatan.com

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