Bahía Blanca, Argentina: Diácono colabora con gesto solidario para una familia de migrantes

 

 

A partir de un compromiso asumido por la Pastoral Migratoria de la arquidiócesis de Bahía Blanca, en conjunto con la comunidad local de Buratovich, fue construida una vivienda para una familia migrante que vivía en condiciones muy precarias en dicha localidad.

Por iniciativa de la Pastoral Migratoria de la arquidiócesis de Bahía Blanca, en conjunto con la comunidad local de Buratovich, fue construida una vivienda para una familia de migrantes que habita en dicha localidad.

Se trata de una casita de 5 x 4 metros con obra fina interior, piso e instalación eléctrica, es del tamaño de las viviendas de las familias vecinas, todas ellas también migrantes de diferentes países, que ya habían ocupado terrenos fiscales hasta lograr su regularización definitiva.

De esta manera, y pese a la sencillez de la edificación, esta familia migrante logró mejorar su calidad de vida luego de vivir, además de la pobreza, otras grandes dificultades: la muerte de la esposa de Luis, el dueño de casa, quien además tiene un serio problema de salud que le impide trabajar y hasta caminar con normalidad, y lo mismo dos de sus hijos con problemas de salud.

Por otro lado, al haber sido en su país de origen una persona muy comprometida en su comunidad católica de origen y hasta dirigente de Campesinos sin Tierra, tuvo que sortear una serie de dificultades para lograr sus antecedentes penales y así tener su residencia legal en la Argentina. Finalmente pudo lograrlo gracias al apoyo, ayuda y seguimiento permanente de la Pastoral Migratoria y la comunidad local de Buratovich.

Gracias al esfuerzo conjunto, esta familia y tiene dos de las “Tres T” en las que tanto insiste el papa Francisco. Sin embargo, les falta todavía la T de trabajo; ya que por ahora se mantienen precariamente con changas (trabajo ocasional) y otras ayudas solidarias.

La Pastoral Migratoria de Bahía Blanca expresó su agradecimiento a quienes aportaron el dinero para realizar la obra: alumnos y familias de la escuela Nuestra Señora de Pompeya; niños y familias de la catequesis de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Pompeya; integrantes de la peregrinación a la Virgen del cerro de Salta; vecinos de Buratovich que participan del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) que es parte de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) de carácter nacional, y también a quienes han colaborado con otros donativos o de diferentes maneras, en forma voluntaria.

La ejecución de la obra estuvo a cargo del diácono permanente Oscar Vides, de la comunidad local, y quienes trabajaron en la obra son vecinos locales, excepto el electricista que es de Bahía Blanca.

El nuevo hogar de esta familia de migrantes fue bendecido el domingo 24 de junio, fecha cercana al Día Mundial de los Refugiados, que se celebra el 20 de junio.

“A Dios y a todos y todas muchas gracias. Esto confirma que sin muchos recursos, compartiendo y de manera totalmente transparente se pueden hacer, aunque pequeñas, obras muy grandes para quien las necesita, para que de aquí en más, como en este caso esta familia, puedan vivir con un poco más de dignidad o una mejor calidad de vida”, expresó el padre Aldo Pasqualotto CS.+

aica.org

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