Una teología del diaconado desde la experiencia del ejercicio ministerial

Una teología del diaconado desde la experiencia del ejercicio ministerial

Diác. Gonzalo Eguía
Coordinador de Servir en las periferias
Bilbao, España, 1 de septiembre de 2020

La vida es el ámbito privilegiado de la experiencia de Dios y posteriormente de la Teología. A través de los acontecimientos que suceden en la vida experimentamos la cercanía y el inmenso amor de Dios. La llamada y la respuesta de la fe se convierten de esta forma en una relación personal y comunitaria con Dios. Releyendo la presencia de Dios en nuestras vidas, la historia se convierte en historia de salvación.

Son varias las corrientes teológicas que ponen de manifiesto la importancia de este “lugar teológico” que supone la vida, subrayando además la realidad vital de los últimos y últimas de este mundo, como mirada privilegiada desde una perspectiva eminentemente cristiana y evangélica.

Tras la decisión del Concilio Vaticano II de instaurar el ministerio diaconal como ministerio permanente, muchas han sido las reflexiones teológicas que se han ido sucediendo sobre el mismo. No falta quienes han mirado al origen del diaconado en la iglesia primitiva como garantía de su existencia, tampoco quienes insisten en que no se trata tanto de una restauración de aquel ministerio primitivo, sino de cómo actualizar este ministerio ante la realidad y demandas de la Iglesia y del mundo de hoy.

La Nota de la Comisión Teológica Internacional del año 2002, “El diaconado: evolución y perspectivas”, señalaba algunos elementos del ministerio diaconal que debían de ser aclarados teológicamente. Tras dieciocho años seguimos necesitados de una perspectiva actual de la teología del diaconado, de forma especial en lo relativo a temas que quedaron pendiente de una posterior reflexión, a saber: su sacramentalidad, a la interpretación de la fórmula «Non ad sacerdotium, sed ad ministerium (episcopi)», al significado de la expresión «in persona Christi servi» referida al diácono en relación con «in persona Christi capitis» vinculada al ministerio presbiteral, las relativas a las funciones ministeriales diaconales, la unidad del sacramento del orden y el diaconado femenino. Podemos incluso añadir cuestiones que se han ido planteando en las últimas décadas, como: la doble sacramentalidad, las diaconías, la vida pastoral y familiar de los diáconos, la relación entre el ministerio diaconal y el ministerio episcopal, los “viri probati”…

La tarea teológica pendiente es amplia y apasionante. La tradición de la Iglesia y tantos autores de las últimas décadas han ido y van ayudando en este trabajo. Hoy me gustaría reseñar la orientación vivencial y pastoral con la que sería deseable que se afrontaran estos estudios.

A menudo los diáconos sentimos cierta perplejidad cuando leemos reflexiones teológicas de supuestos eruditos del ministerio diaconal, cuyas principales fuentes de acceso para sus investigaciones son referencias bibliográficas, libros, tratados… y no han dedicado ni una sola hora de su estudio a contrastar sus propuestas con un diácono. Es habitual entre los diáconos sonreírnos cuando “otros” hablan de nosotros y el ministerio que la Iglesia nos ha confiado, sabiendo que los libros pueden decir lo que quieran, pero nosotros experimentamos cotidianamente el gozo de experimentar el ministerio diaconal, sobre el que “otros” reflexionan. Algunos diáconos se disgustan sobre afirmaciones teológicas del ministerio diaconal que no se adecúan a lo que ellos experimentan cada día, otros, con más tranquilidad, paciencia y años de ministerio, sonríen y siguen sirviendo, teniendo claro su identidad diaconal, la vivencia de la doble sacramentalidad, y su lugar en la Iglesia de hoy, que desea servir al mundo desde el proyecto del Resucitado.

Hace un tiempo una amiga, que acaba de terminar sus estudios de teología y deseaba orientar su tesis de doctorado, esposa de uno de los primeros diáconos permanentes ordenado en España, me consultaba sobre el posible tema de estudio de su tesis. No dude al responderle, le propuse que investigara sobre su experiencia de esposa de un diácono con tan larga trayectoria matrimonial y diaconal. ¿Puede ser que una esposa de un diácono, familiarizada con el ministerio diaconal tanto vivencial como teologicamente, vaya a privar a la Iglesia de su propia reflexión teológica, esa que solo ella y quizás otras esposas interesadas en el mundo por esta cuestión pueden hacer? ¿Es de segunda categoría una tesis doctoral en teología, aquella que siguiendo las normas de investigación propias de esta disciplina, tenga como principal fuente de investigación la vivencia de la doble sacramentalidad de las esposas de los diáconos del mundo? “Lo que no hagas tú, no lo hará nadie, no prives a la Iglesia de tu aportación”, le respondí.

Estamos acostumbrados que las reflexiones teológicas sobre el diaconado las hagan casi siempre “otros”, casi siempre hombres y mayoritariamente presbíteros. Estos, sin duda alguna, que están capacitados para hacer esa reflexión, muchos de ellos tienen experiencia con diáconos en el ejercicio de su ministerio, pero considero que en ningún caso puede sustituir a la reflexión que pueden aportar los propios diáconos que viven a diario el ejercicio del ministerio, a la que pueden ofrecer las esposas de los diáconos que comparten la riqueza de la vivencia de la doble sacramentalidad, solo ellas y ellos la experimentan en primera persona, pero esa vivencia no suele quedar recogida en ninguna reflexión teológica. No puedo olvidar a los hijos e hijas de los diáconos católicos, que experimentan la especificidad de contar con un padre diácono, un clérigo no célibe, y una madre compañera de camino en esa aventura. Incluiría también entre los candidatos y candidatas a ofrecer esta reflexión teológica, a todas las personas, en todas las vocaciones, que cotidianamente conviven con los diáconos en el ejercicio de su ministerio.

Yo, personalmente, cuando leo estudios y reflexiones teológicas sobre el diaconado me pregunto qué conocimiento vivencial, experiencial, tiene este autor sobre el diaconado, con qué diácono ha trabajado pastoralmente…

La investigación teológica sobre el diaconado debe continuar, sin duda alguna, será un bien para la Iglesia y para el ministerio diaconal, pero hasta que los que experimentan cada día el don del ministerio recibido, y quienes más íntimamente les acompañan, no aporten su granito de arena, esta reflexión teológica estará inconclusa.

En su objetivo de informar sobre el diaconado en Iberoamérica, Servir en las periferias da un paso adelante y se hace presente en Facebook, a través del link https://www.facebook.com/Servir-en-la-periferia-102978014868866, se puede acceder también directamente desde la web, a través del icono de Facebook que está situado en la margen superior derecha.

Recogemos en el Informativo de este mes la puesta en marcha de la web en Facebook de la Red Iberoamericana de Diáconos Permanentes, animada por diáconos que buscan crear un espacio de encuentro, crecimiento ministerial y fraternidad

En la medida en que la pandemia de Covid 19 lo va permitiendo, las diócesis están retomando las ordenaciones diaconales. El Informativo recoge las primeras realizadas tras los meses de confinamiento, destaca la celebrada en la archidiócesis de Santo Domingo –República Dominicana-, con 17 nuevos diáconos; o la admisión a órdenes de 25 candidatos en la diócesis de San José de Temuco en Chile; y la institución de 12 acólitos en la diócesis de Charlotte –EEUU-, varios de ellos iberoamericanos.

Con motivo de la celebración de la festividad de San Lorenzo mártir y diácono, como viene siendo habitual, se aportan varias noticias relacionadas con las celebraciones diaconales en este día. Cabe reseñar la iniciativa de la Conferencia Episcopal Mejicana que ha dedicado los primeros diez días de agosto a orar por el ministerio diaconal y los diáconos, asignando cada día a una diócesis del país, donde, además de la Eucaristía diaria presidida por cada obispo, los diáconos y sus familias, han dinamizado encuentros de oración que se han seguido desde todo el país. Una experiencia a tener en cuenta para proponer a la oración comunitaria, así como para la divulgación del ministerio diaconal.

En este objetivo de información del ministerio diaconal destaca el sencillo vídeo que nos llega desde Brasil, en la que dos adolescentes explican de forma sencilla lo que es ser diácono permanente.

La relación que la Comisión Nacional de los diáconos de Brasil con varias editoriales, con el objetivo de ofrecer una formación teológica a los candidatos al diaconado, e incluso a los propios diáconos, comienza a tener sus frutos, acabamos de conocer la firma que se ha realizado con varias editoriales para poder ofrecer este servicio.

Incluimos el link del vídeo de la entrevista realizada al director del diaconado permanente de la archidiócesis de Bogotá.

El Informativo recoge una breve reseña publicada por el CID sobre el proceso formativo diaconal vivido en los EEUU desde la restauración de este ministerio en aquel país.

En el apartado de Testimonios destacan los itinerarios vocacionales del diácono indígena Antelmo Pereira Ângelo, que ejerce su ministerio en la diócesis de Alto Solimões en Brasil, así como el del diácono John Solart, tras el ataque terrorista en Nueva York del año 2001.

Seguimos luchando contra la pandemia mundial, al estrenar el mes de septiembre miramos a María para pedirle que presente ante su Hijo a todas las personas afectadas y a quienes están dando la batalla al virus, incluso a riesgo de su propia vida, María, Salud de los enfermos, ruega por nosotros.

En nombre del Equipo de Coordinación y Redacción, un abrazo fraterno.

Gonzalo Eguía

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *