Un matrimonio de Barcelona, España, participará, como auditor, en el próximo Sínodo de obispos sobre la familia

            Barcelona, 26 de septiembre de 2015
El  martes 15 de septiembre, el Vaticano, a través de su Boletín de prensa, dio a conocer la lista definitiva de los participantes en la XIV Asamblea General del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar del 4 al 25 de octubre de 2015, en el Vaticano.
Los prelados abordarán el tema «La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo». En cada una de las tres semanas se tratará un aspecto específico; sucesivamente serán: «La escucha: el contexto y los desafíos de la familia», «La mirada fija en Cristo: el Evangelio de la familia» y «La confrontación: perspectivas pastorales».
Además de los padres sinodales, el Papa Francisco ha designado a otros participantes (colaboradores, asistentes, auditores y delegados fraternos), que serán coordinados por el Secretario General, el Cardenal Lorenzo Baldisseri. Entre estos participantes, en calidad de auditores, se encuentra el matrimonio de Barcelona Eugenio Gay Montalvo y Montserrat Rosell Torrús. Eugenio Gay es abogado, Vicepresidente emérito del Tribunal Constitucional de España y  ha formado parte del Consejo pastoral diocesano de la archidiócesis de Barcelona; junto con su esposa ha participado en Equipos matrimoniales.
Un miembro del Equipo de Redacción de Serviren ha mantenido con Don Eugenio una interesante entrevista ante su próxima marcha al Vaticano.
– ¿Cuáles son sus sentimientos ante el hecho de haber sido designados por  el Papa Francisco para participar en el próximo Sínodo de obispos sobre la familia?
– Nos sentimos emocionados, con un gran sentido de responsabilidad y doblemente agradecidos: a nivel personal por el don recibido, y a nivel de la Iglesia con un profundo agradecimiento al Papa por su valentía, por haber convovado este Sínodo en un momento en que las relaciones interpersonales, y por tanto también las relaciones entre los esposos, están dañadas. Trabajar y orar para aportar los valores evangélicos a la sociedad y a la familia de hoy es bueno y refleja una actitud valiente; sería fácil aceptar y no cuestionar la situación actual, pero el Papa apuesta por poner al día y afrontar,  como Iglesia solidaria y misericordiosa, los desafíos que el hombre de hoy plantea.
¿Qué expectativas tienen en relación al trabajo del Sínodo?
Estamos atentos y esperanzados en cuanto a lo que allí se diga y cómo se diga Los creyentes  necesitan saber que la Iglesia les acompaña y les dice una palabra orientadora, válida también para todas las personas de buena voluntad. La Iglesia ha de revalorizar el sentido sacramental del matrimonio y ha de aportar una Palabra humanizadora que transmita lo que significa el amor.
¿Qué ideas les gustaría aportar al Sínodo?
Cristo es ofrenda. El amor es donación y renuncia. En toda relación contractual -el matrimonio es un compromiso libremente contraído- ha de haber donación y pequeñas renuncias; la familia y la sociedad han de comprender el sentido de solidaridad que debe haber entre los miembros de la familia. El «descartamiento» de las personas que no son útiles es una regresión en el avance de la humanidad; la humanidad es un peregrinaje, avanza hacia el Reino. La Iglesia ha de ser testimonio del Amor y la Misericordia de Dios; hemos de responder a los desafíos del mandamiento del Amor, abriéndonos a la Palabra, a la vida, a la comunión, a la participación y a la solidaridad; hemos de hacer realidad que la familia sea familia de Dios y sea Iglesia doméstica.
Por último, pedimos al Señor que nos ilumine para poder aportar nuestro pequeño grano de arena como matrimonio cristiano.

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