Enviado por: José Espinós

Tomado de: www.eluniverso.com

Padres de familia se oficiarán como diáconos permanentes.

Hoy miércoles 10 de agosto se realizará la ordenación de trece nuevos diáconos de la Arquidiócesis de Guayaquil. La misa será presidida por monseñor Luis Gerardo Cabrera, a las 16:00, en la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol, ubicada en Clemente Ballén 501 entre Escobedo y Chimborazo, centro de la ciudad.

Los futuros diáconos pertenecen a distintas parroquias de la ciudad y ejercerán su ministerio pastoral colaborando directamente con los párrocos en la administración de los sacramentos del bautismo y del matrimonio.

También podrán aportar en la catequesis, formación de grupos apostólicos y demás tareas que se realizan en las comunidades parroquiales.

Los diáconos permanentes son varones de fe probada, casados y padres de familia, de mínimo 35 años de edad. Los hombres deben contar con la aprobación de sus esposas para poder asumir el ministerio.

Actualmente se preparan otros 40 candidatos en el Seminario Mayor, ubicado en la avenida del Bombero, para la formación de diáconos permanentes San Lorenzo, de la Arquidiócesis de Guayaquil.

La ordenación de estos diáconos se realiza, según la entidad religiosa local, debido al crecimiento de la vida pastoral en las parroquias y a lo mucho que eso exige a los párrocos, por lo que es conveniente la ayuda de otro ministro ordenado para que puede aportar en la comunidad. (I)

Diaconado, labor que inspira a tres guayaquileños

Medardo Torres, Raúl Velásquez, Julio César Severino, Wilson Amancha, Gonzalo Cadena y otros ocho compañeros comparten la misma alegría de saber que mañana serán ordenados diáconos permanentes de la Iglesia católica, después de haber pasado por una formación de diez años.

La celebración será oficiada por el arzobispo, monseñor Luis Cabrera, a las 16:00, en la Catedral, en el centro.

Estos hombres –todos padres de familia– se incorporarán al servicio perenne de la parroquia eclesial a la que pertenecen, ayudarán al párroco en la administración de los sacramentos del bautismo del matrimonio, entre otras labores.

Dicha ordenación se dará después de 14 años de la última ceremonia que se desarrolló en Guayaquil, y que incorporó a un solo ministro permanente.

“Esto es un servicio con amor, sencillez y humildad. Pensar en la gente más pobre, más vulnerable”, comenta Torres, médico de profesión y feligrés de la parroquia Nuestra Señora de la Elevación, en la ciudadela La Chala, en el sur.

El hombre, de 52 años, menciona que le gustaría seguir trabajando en la catequesis de niños y jóvenes, tal como lo ha venido haciendo hasta ahora.

Y ese propósito es compartido por Velásquez, abogado de 70 años, quien en su época de adolescente sintió vocación sacerdotal y se inscribió en el Seminario en Ambato.

Sin embargo, al poco tiempo abandonó la formación religiosa, puesto que se sentía enamorado de la que hoy es su esposa y con quien procreó dos hijos.

Velásquez, de la parroquia San Miguel Arcángel de Sauces I, ubicada en el norte, señala que otro de sus objetivos será revivir el amor a Cristo y a la eucaristía.

“Yo quiero que mi hijo vaya a la iglesia, pero yo no voy, eso no es así. Tenemos que ir padres e hijos a la iglesia”, sostiene.

Severino, de la parroquia San Gabriel de la Dolorosa, en la Kennedy, cuenta que mañana en la ordenación lo acompañará su esposa, hijos y nietos.

Él recuerda que su labor de evangelización comenzó en la parroquia Nuestra Señora de la Alborada, cuando tenía 36 años y ya estaba casado.

Ahora, con 64 años, él es coordinador nacional del movimiento Rosa Mística. “El servicio siempre me ha buscado para con el prójimo”, cita.

Amancha y Cadena dicen que la ordenación es una bendición que los compromete más con el prójimo.

Puede verse el video de la entrevista en el siguiente link:

www.eluniverso.com/noticias/2016/08/09/nota/5733633/diaconado-labor-que-inspira