Solemne ordenación de doce nuevos diáconos permanentes en Santiago de Chile

En compañía de familiares y amigos que repletaron la Catedral metropolitana, este sábado 10 de septiembre, la Iglesia de Santiago recibió estos doce diáconos permanentes. El cardenal Ricardo Ezzati presidió esta emotiva actividad.

Fue una verdadera fiesta la que se vivió en la Catedral de Santiago. Poco a poco, esposas, hijos, hijas y amigos de cada uno de los futuros diáconos hasta ese entonces. Nadie se quiso perder tan hermosa celebración, pues el que cada uno de ellos colaborara en distintas comunidades parroquiales de las zonas de Santiago, justificaba tamaña multitud.

La misa de ordenación fue concelebrada además por los obispos auxiliares Fernando Ramos, Pedro Ossandón y Galo Fernández, quienes junto a un grupo de sacerdotes y cerca de 50 diáconos permanentes, lo hicieron más solemne aún.

A la luz del Evangelio de San Juan que recordaba el momento en que Jesús lavó los pies de sus discípulos, uno a uno fue respondiendo al Cardenal con un “Aquí estoy, Señor” que daba cuenta de la importancia del momento, el que prosiguió con la bendición y la entrega del Libro de los Evangelios que consagraba ya a cada uno de los doce como diáconos permanentes.

En la homilía, el Arzobispo de Santiago habló de la verdadera fiesta que era esta celebración y la importancia de este signo en cada una de las parroquias a las que pertenecen: “La ordenación de estos doce hermanos es un signo de la presencia fecunda del Espíritu Santo en ellos, quienes han buscado responder con generosidad este llamado y han tomado la decisión de consagrarse e imitar el servicio de Dios en su comunidad cristiana”, recordando que la ordenación se produjo en el Año de la Misericordia.

Finalmente, todo concluyó con los abrazos y muestras de cariño de los familiares y amigos de cada uno de ellos.

Pedro Ossandón, Obispo auxiliar y Vicario de la zona Sur, de donde pertenecen tres diáconos permanentes, manifestó que “estamos muy agradecidos al Señor porque nos ha regalado doce nuevos diáconos permanentes, quienes han sido llamados por el Señor para servir en la Iglesia y en sus parroquias, junto a sus esposas y familia. Es siempre una buena noticia y ojalá sigan creciendo las vocaciones”.

José Miguel Miranda, de la parroquia San Lucas de Pedro Aguirre Cerda, fue uno de los nuevos diáconos permanentes que recibió la Iglesia. Tiene dos hijos y dos nietos y no cabía en alegría: “Es terminar un proceso de siete años de estudio y discernimiento buscando la vocación y el querer de Dios. El cardenal ha tenido una cercanía inmensa con nosotros y nos traspasó su misericordia. Ahora solo queda entregarme a la voluntad del Señor y que acreciente en mí su querer”, dijo.

John Pacheco Cifuentes, de la parroquia San Matías de Puente Alto, fue otro de los ordenados. Casado y con tres hijos, para él todo esto fue un regalo de Dios: “Cuando hicimos la profesión de fe, el obispo nos llamó a la perseverancia, a la oración y a ser humildes en el servicio y a entregarnos para la Iglesia. Desde ahora somos manos que ayudan en muchos lugares”, recalcó.

Los doce diáconos permanentes:

Zona Cordillera

Luis Herrera Aguerrevere, parroquia Nuestra Señora del Rosario.

Zona Oeste

Roberto Núñez Albarrán, parroquia San José Benito Cottolengo.

Zona del Maipo

Oscar Quiñónez Crisóstomo, parroquia Transfiguración del Señor.
John Pacheco Cifuentes, parroquia San Matías.
Jaime Castro Pinilla, parroquia Transfiguración del Señor.

Zona Sur

José Miranda Núñez, parroquia San Lucas.
Eugenio Miranda Vargas, parroquia San Pedro y San Pablo.
César Concha Salinas, parroquia María Mediadora.

Zona Oriente

Antonio Garay Villablanca, parroquia San Francisco Borja.
Luis Uribe Monroy, parroquia San José de las Mercedes.
Ubaldo Basoa Becar, parroquia Jesús Maestro.
Domingo Araya Donoso, parroquia El Buen Pastor.

Fuente: Comunicaciones Santiago
www.iglesiadesantiago.cl

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