Veinticuatro horas después de festejar el nacimiento del Señor, hacemos memoria de la vida y de la muerte de San Esteban, diácono y protomártir.
A San Esteban le pedimos que presente al Niño Dios a todos los diáconos del mundo, sus vidas, su ministerio, sus servicios pastorales, y a sus familias.
San Esteban, ruega por nosotros.
Oración a San Esteban.
Dichoso tú Esteban:
que por proclamar tu amor a Cristo
en la tierra te fuiste a acompañarlo a Él en el cielo.
Haz que seamos muchos, muchísimos, los que con
nuestras palabras y buenas obras nos declaremos
amigos y seguidores de Jesús en esta vida y
seamos sus compañeros en el gozo eterno del Paraíso.
Amén.