Saludo del Episcopado Mexicano a los diáconos en su Día

carlos_vargas_f@hotmail.com

Estimados hermanos diáconos:

Les saludo cordialmente en el Señor Jesús y les deseo lo mejor en su ministerio.

En este día la Iglesia celebra la fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir. Por este motivo quiero dirigirme a ustedes y felicitarles en esta fiesta. San Lorenzo, como sabemos, fue un diácono encargado de los tesoros de la Iglesia, es decir de la asistencia a los pobres, por cuyo servicio vivió y murió, antes que doblar la rodilla ante los dioses paganos, y por esto es modelo para todo servidor del Señor.

Ustedes, por su condición de diáconos, esposos y padres de familia, pueden ayudar con su servicio a Iglesia en su misión evangelizadora y, al mismo tiempo, sienten y experimentan los gozos y las esperanzas de todos los hombres en medio de las preocupaciones del mundo, lo cual los hace cercanos a Dios, a la Iglesia y a los fieles del pueblo de Dios.

En México, después de la restauración del diaconado permanente, la Congregación para Obispos aprobó en 1995 el «Directorio Nacional para el Diaconado Permanente». Más tarde, en 1998 la Santa Sede publicó la «Ratio fundamentalis diaconorum permanentium». Guiados especialmente por estos dos documentos, la Iglesia de México ha avanzado en la experiencia de la restauración del diaconado permanente.

En el trienio anterior, Mons. Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, entonces responsable de esta dimensión, con su equipo, dio comienzo a los trabajos de elaboración de un nuevo directorio para el diaconado permanente. Su servidor recibió el encargo de esta dimensión, en noviembre pasado.

Ahora les informo que con fecha 1 de junio de este año hemos recibido carta de la «Congregación para la Educación Católica» invitándonos a elaborar un documento sobre «la formación, vida y ministerio de los diáconos permanentes» que haga referencia a la «Ratio fundamentalis diaconorum permanentium» publicada en 1998 por la congregación para la Educación Católica y la Congregación para el Clero. Ante esta invitación de la Santa Sede, asumo la tarea de animar y continuar los trabajos ya iniciados.

Para ello habrá que hacer una lectura de la «Ratio Fundamentalis…» y una lectura de la formación, vida y ministerio de los diáconos permanentes tal como se está llevando a cabo en las diócesis de nuestro país. Pero sobre todo habrá que hacer oración y pedir la intercesión de los santos diáconos, en especial en este caso la de San Lorenzo.

Ya les informaremos la manera de colaborar en este trabajo, pero mientras tanto pido a Dios que, por la intercesión de San Lorenzo, les bendiga a ustedes y a su apreciable familia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *