Retazos de historia del diaconado Iberoamericano: El diaconado en Uruguay

En Uruguay en el año 1968 la CEU crea la primer comisión nacional con la finalidad de promover, orientar y asesorar las experiencias ya comenzadas y encaminadas a la instauración del diaconado permanente en nuestro país.

En 1973 poco antes de que se realicen las primeras ordenaciones la Conferencia Episcopal Uruguaya aprueba los primeros “Estatutos del diaconado permanente” (CEU)

En este primer documento los Obispos señalan con claridad cuales deben ser las líneas fundamentales sobre las que debe desarrollarse el diaconado permanente en la Iglesia uruguaya : “Toda verdadera y auténtica evangelización, como todo esfuerzo pastoral, deberá promover y animar comunidades cristianas de base que sean el primer y fundamental núcleo eclesial, foco de evangelización, factor primordial de promoción humana y desarrollo. El diácono es promotor del sentido comunitario y del espíritu familiar del pueblo de Dios, reunido con mayor facilidad e intensidad bajo la guía de un ministro, constituido en orden sagrado” 1

El 17 de noviembre de 1973 Mons. Carlos Parteli ordenaba en la Catedral metropolitana los primeros diáconos permanentes uruguayos. La Iglesia reafirmaba en ellos notas esenciales de la misión encomendada por su Señor: “El diaconado permanente constituye, además, una expresión patente del carácter diaconal de la Iglesia toda y mas particularmente del ministerio pastoral. Se hace necesario mostrar el rostro de una Iglesia eminentemente servidora y esto mediante signos concretos y perceptibles: la “diaconía” que es propia de la Iglesia en todos sus niveles”. 2

En el año 2000 se da un paso más hacia la consolidación de la experiencia del diaconado permanente en el Uruguay. La Conferencia Episcopal Uruguaya promulga un conjunto de orientaciones y pautas que han permitido aunar criterios y unificar experiencias, que respetando la sana pluralidad, han potenciado un camino común y sirven de antecedente cercano al presente directorio.

Así daba comienzo a un camino que recorriendo todo el país, en las diversas diócesis del Uruguay, llega fermental y cargado de esperanza hasta nuestros días.


1. Estatutos del diaconado permanente. Vida pastoral, n.38, julio-agosto 1973, pags. 230-240.

2. Parteli, pastor de la Iglesia de Montevideo. Cuadernos del ITU, I, n. 1068

 

Tomado de: DIACONADO PERMANENTE EN EL URUGUAY (http://iglesiacatolica.org.uy/wp-content/uploads/2012/07/Diaconado-permanente-Normas.pdf)

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