Retazos de historia del diaconado Iberoamericano: El diaconado en los Estados Unidos de América

Como el Concilio Vaticano II comisionó la decisión de la restauración del Diaconado a conferencias episcopales individuales, los obispos de los Estados Unidos votaron, en la primavera de 1968, pedir autorización a la Santa Sede. En su carta del 2 de mayo de 1968, los obispos presentaron las siguientes razones para su solicitud:

1. Completar la jerarquía de órdenes sagradas y enriquecer y fortalecer los muchos y diversos ministerios diaconales existentes en los Estados Unidos con la gracia sacramental del Diaconado.

2. Reclutar un nuevo grupo de hombres devotos y competentes para el ministerio  activo de la Iglesia.

3. Ayudar a extender el servicio litúrgico y caritativo necesario a los fieles tanto  en grandes comunidades urbanas como en pequeñas comunidades rurales.

4. Proveer una presencia sacramental oficial de la Iglesia en áreas de vida  secular, al igual que en comunidades dentro de grandes ciudades y regiones escasamente pobladas que cuentan con pocos o ningún sacerdote.

5. Proveer ímpetu y ser fuente de adaptaciones creativas de los ministerios  diaconales a las rápidamente cambiantes necesidades de nuestra sociedad.

El 30 de agosto de 1968, el Delegado Apostólico informó a los obispos de los Estados Unidos que el Papa Pablo VI había aprobado su solicitud. En noviembre de ese año, un comité permanente sobre el Diaconado fue creado por la Conferencia Nacional de Obispos Católicos (NCCB).21 En 1971, la conferencia aprobó y autorizó la publicación del documento del comité, Diáconos permanentes en los Estados Unidos: Directrices para su formación y ministerio.22 Estas directrices fueron útiles a la Iglesia de los Estados Unidos al comenzar a asimilar el nuevo ministerio de diáconos.23

En febrero de 1977, el comité organizó un amplio estudio “para evaluar hasta qué punto la visión” del Diaconado se había realizado.24 El resultado de esa evaluación fue publicado en 1981 bajo el título de Un estudio nacional del Diaconado permanente en los Estados Unidos.25 El informe reconocía que el propósito del Diaconado y su integración en la vida de la Iglesia en los Estados Unidos no estaba aún completamente realizado. Basados en este estudio, la NCCB comisionó la revisión de las directrices. En noviembre de 1984, nuevas directrices fueron publicadas bajo el título de Diáconos permanentes en los Estados Unidos: directrices para su formación y ministerio, revisión de 1984.26

El comité aprobó y autorizó la publicación de una serie de monografías como parte de una catequesis nacional estructurada sobre el diaconado. En colaboración con el comité, el Comité de Obispos sobre la Liturgia publicó el documento El diácono: ministro de palabra y sacramento, texto de estudio VI (1979), dedicado a los ministerios litúrgicos del diácono.27 Una segunda monografía cubría El ministerio de servicio del diácono (1988),28 y una tercera monografía, Bases para la renovación del diaconado (1993), ofrecía una perspectiva internacional e histórica sobre la teología del diaconado.29 En 1998, el comité auspició la producción de un video, Diáconos: ministros de justicia y caridad, que destaca algunos de los diversos ministerios de servicios  de los diáconos en los Estados Unidos.30

Sucesos recientes

Los documentos del Concilio Vaticano II dejan saber “mucho sobre obispos y laicos y muy poco sobre sacerdotes y diáconos.”31 En 1990, el Papa Juan Pablo II convocó un Sínodo Extraordinario de Obispos para considerar la vida y el ministerio de los sacerdotes con el fin de “cerrar la brecha a favor de los sacerdotes con el cumplimiento de algunas iniciativas importantes. . . por ejemplo . . . la publicación de la Exhortación Apostólica post-sinodal Pastores Dabo Vobis32 y, para implementar este documento, el Directorio sobre el ministerio y la vida de los sacerdotes”.33 34

Buscando promover aún más una “unidad de enfoques, de ulteriores elementos clarificadores y . . . de estímulos y puntualizaciones pastorales,”35 la Congregación para el Clero y la Congregación para la Educación Católica organizaron una asamblea plenaria para estudiar el diaconado. Esta reunión fue en respuesta a asuntos que habían surgido de visitas y reportes ad limina de los obispos desde el comienzo de la restauración del diaconado.36 Los miembros de las congregaciones y sus consejeros se reunieron en noviembre de 1995. El Papa Juan Pablo II se reunió con los participantes y concentraron sus comentarios en la identidad, misión y ministerio del diácono en la Iglesia.37

Después de esta asamblea plenaria, la Congregación para el Clero publicó un Directorio para el ministerio y vida de los diáconos permanentes y al mismo tiempo, la Congregación para la Educación Católica publicó Normas básicas para la formación de los diáconos permanentes. Ambos documentos ofrecen a las conferencias episcopales directivas y normas para la selección, formación y cuidado pastoral de aspirantes, candidatos y diáconos de acuerdo con el propósito del Concilio Vaticano II y las subsecuentes enseñanzas del Papa Paulo VI y del Papa Juan Pablo II.38 Estos documentos fueron promulgados como un texto conjunto por el Papa Juan Pablo II el 22 de febrero de 1998, fiesta de la Sede de Pedro.39

En 1995-1996, el Comité de Obispos sobre el Diaconado, bajo la dirección del Revmo. Dale J. Melczek, promulgó tres documentos: (1) Protocol for the Incardination/Excardination of Deacons [Protocolo para la incardinación/excardinación de diáconos], (2) Policy Statement: SelfStudy Instrument and Consultation Team Procedures,40 [Declaración de normas: Procedimientos para estudio individual y para equipo de consulta] (3) A National Study on the Permanent Diaconado in the Catholic Church in the United States, 1994-1995 [Estudio nacional sobre el diaconado permanente en los Estados Unidos, 1994-1995] .41 Este Estudio consideró asuntos que habían surgido en una asamblea especial de la Conferencia convocada para hablar sobre las vocaciones y el futuro liderazgo de la iglesia. Estos asuntos incluían la identidad del diácono, su efectiva incorporación a los ministerios pastorales de diócesis y parroquias, y la necesidad de mejor investigación y entrenamiento.42 El Estudio confirma el éxito de la restauración del diaconado en los Estados Unidos tanto en el número de vocaciones como en su significativo, casi indispensable servicio a las comunidades parroquiales. Sin embargo, el Estudio también comprueba las inquietudes presentadas por los obispos y ofrece consejos para atenderlas.43

En 1994, el comité organizó una conferencia nacional para diáconos con el propósito de celebrar el vigésimo quinto aniversario de su restauración en la Iglesia en los Estados Unidos. La primera Conferencia Nacional sobre el Diaconado se reunió en la Arquidiócesis de Nueva Orleans. El tema de esta conferencia fue El Diaconado: Signo Grande y Visible de la Obra del Espíritu Santo. En junio de 1997, los participantes se reunieron en la Arquidiócesis de Milwaukee y allí exploraron el tema El diácono en una iglesia diaconal: ministro de justicia y caridad. Una tercera conferencias fue convocada en junio del 2000 en la Diócesis de Oakland; el tema de esta conferencia del año jubilar 2000 fue El diácono en el tercer milenio-Nueva evangelización.44

Desarrollo del Directorio Nacional

En marzo de 1997, el Revmo. Edward U. Kmiec, director del Comite Obispal sobre el Diaconado,45 convocó dos subcomités para supervisar y revisar las Guías de 1984, y nombró al Revmo. Howard J. Hubbard, D.D., y al Revmo. William E. Lori, S.T.D., miembros del comité, codirectores de la revisión, y designó al Rev. Mons. Theodore W. Kraus, Ph.D., expresidente de la Asociación Nacional de Directores del Diaconado, para servir como director del proyecto. Los miembros de ambos subcomités aportaron experiencias profesionales y personales a esta obra, representativas del perfil geográfico, cultural y social de la Iglesia en los Estados Unidos.46 Su obra contó con la ayuda del Rev. Kevin Irwin, S.T.D., consultor teológico del comité; del Rev. Mons. William A. Varvaro, S.T.L., J.C.D., consultor canónico; y del Diácono John Pistone, entonces Director Ejecutivo del Secretariado para el Diaconado, Conferencia Nacional de Obispos Católicos. En noviembre de 1998, el Revmo. Gerald F. Kicanas., S.T.L., Ph.D., fue electo por la conferencia, director del comité. Él invitó al Cardenal Adam Maida, J.C.L., J.D., S.T.L. y al Revmo. Donald W. Wuerl, S.T.D., para ayudar al comité como consultor episcopal para desarrollar más a fondo el documento. Extensa consulta con obispos y con superiores generales de religiosos al igual que con directores diocesanos del Diaconado y con ejecutivos de organizaciones nacionales del Diaconado, precedieron la probación del documento por la Conferencia Nacional de Obispos Católicos en su reunión general en junio del 2000. En noviembre del 2001, la conferencia eligió al Revmo. Robert C. Morlino, S.T.D., director del comité. Bajo su dirección, el comité revisó el documento en respuesta a las observaciones recibidas en marzo del 2002, de la Congregación para Educación Católica y la Congregación para el Clero. El documento fue aprobado por la United States Conference of Catholic Bishops en su reunión general en junio del 2003.


22 Comité de Obispos sobre el Diaconado Permanente, Conferencia Nacional de Obispos Católicos, Diáconos Permanentes en los Estados Unidos: Guías Sobre su Formación y Ministerio (Washington, D.C.: Conferencia Católica de los Estados Unidos, 1971). El comité, bajo su primer director, Revmo. Ernest L. Unterkoefler, preparó estas Guías.

23 El Diaconado ha crecido notablemente en los Estados Unidos. De acuerdo a las estadísticas del Secretariado para el Diaconado de los USCCB, había en 1971, 58 diáconos y 529 candidatos, y en 1975, 1,074 diáconos y 2,243 candidatos. Para 1980, el número de diáconos se había cuadruplicado a 4,656, con 2,514 candidatos. Para el 31 de diciembre del 2001, casi 13,000 diáconos servían las diócesis de los Estados Unidos y sus territorios. Seis diócesis no han incardinado diáconos.

24 Comité de Obispos sobre el Diaconado Permanente, Conferencia Nacional de Obispos Católicos, Un Estudio Nacional sobre el Diaconado Permanente en los Estados Unidos (Washington, D.C.: Conferencia Católica de los Estados Unidos, 1981), p. 1.

25 Ibíd.

26 PDG (1984). El comité bajo la dirección del Revmo. John J. Snyder comenzó la revisión. Se terminó bajo la dirección del Revmo. John F. Kinney.

27 STVI.

28 Comité de Obispos sobre el Diaconado Permanente, Conferencia Nacional de Obispos Católicos, Ministerio de Servicio del Diácono, Rev. Timothy J. Shugrue, autor, (Washington, D.C.: Conferencia Católica de los Estados Unidos, 1988).

29 Comité de Obispos sobre el Diaconado Permanente, Conferencia Nacional de Obispos Católicos, Bases para la renovación del Diaconado (Washington, D.C.: Conferencia Católica de los Estados Unidos, 1993).

30 Comité de Obispos sobre el Diaconado, Conferencia Nacional de Obispos Católicos, Diáconos: Ministros de Justicia y Caridad, Diácono Richard Folger, editor, (1998).

31 Revmo. Crescenzio Sepe, Secretario de la Congregación para el Clero, Discurso a la Conferencia Nacional Católica sobre el Diaconado, Nueva Orleans, La. (21 de julio de 1994).

32 PDV.

33 Congregación para el Clero, Directorio sobre Ministerio y Vida de los Sacerdotes (Washington, D.C.: Libreria Editrice Vaticana-Conferencia Católica de los Estados Unidos, 1994).

34 Revmo. Crescenzio Sepe, op. cit.

35 Declaración conjunta de NBFDP y DMVDP.

36 Estos tratados eran referentes al papel del diácono en la estructura jerárquica de la Iglesia, a la doctrina sobre ministerios, al papel del laicado y de la mujer, al igual que a asuntos pertinentes a la selección, adecuada formación intelectual y ministerios pastorales apropiados para los diáconos. Cf. Revmo. Crescenzio Sepe, op. cit.

37 PDO.

38 NBFDP y DMVDP, Introducción, núm. 2; cf. NBFDP, núm. 14.

39 NBFDP, núm. 90; DMVDP, núm. 82. Documentos vaticanos adicionales relacionados con la formación y ministerio de los diáconos incluyen los siguientes: (1) Guía para catequistas (1993), promulgada por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el cual propone modelos de educación y de formación. Como lo requiere la Congregación para la Educación Católica en NBFDP, la formación diaconal debe abarcar más que la formación catequética y ha de ser más análoga a la formación de los sacerdotes. La Guía para Catequistas provee normas universales para la formación catequética. (2) El Directorio General para la Catequesis (1997), de la Congregación para el Clero, provee profundos criterios y propone metodologías apropiadas para la educación de adultos y para establecer perímetros para un estudio teológico auténtico y completo. La Instrucción sobre ciertas preguntas relacionadas con la colaboración de fieles no ordenados en el Sagrado Ministerio Sacerdotal (1997), firmada por los jefes de los ocho dicasterios de la Santa Sede, establece normas para la colaboración apropiada entre los ministros ordenados de la Iglesia y los fieles no ordenados. (3) En 1997, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos emitió una Carta Circular a los obispos y religiosos ordinarios estableciendo criterios sobre la idoneidad de los candidatos para ser admitidos a las órdenes sagradas y más adelante, estableció una junta diocesana para supervisar los escrutinios de los candidatos antes de la recepción del rito de candidatura, el ministerio de lector, el ministerio de acólito, y la ordenación al diaconado y al sacerdocio. [La abreviatura del texto en este documento es CL. Este documento es esencial al formular las normas de admisión y selección para candidatos diaconales. (4) El Consejo Pontificio para Promover la Unidad Cristiana emitió un documento suplementario a este Directorio para la Aplicación de Principios y Normas sobre Ecumenismo (1993), titulado La dimensión ecuménica en la formación de los comprometidos en trabajo pastoral (1997). Este documento especifica que una dimensión ecuménica debe ser incluida en la formación y el ministerio diaconal. (5) La encíclica Sobre la Relación entre la Fe y la Razón (1998), promulgada por el Papa Juan Pablo II, establece parámetros académicos de las dimensiones intelectual y humana de la formación diaconal. (6) La exhortación apostólica post sinodal La Iglesia en América (1999), promulgada por el Papa Juan Pablo II, se refiere a la nueva evangelización en América y menciona el papel del diácono en ese ministerio.

40 El Comité de Obispos sobre el Diaconado, Conferencia Nacional de Obispos Católicos, Protocolo para la incardinación/excardinación de diáconos (1995) y Declaraciones sobre las normas: procedimientos para instrumento de auto-enseñanza y equipo de consulta (1995).

41 NSD (1996).

42 Cardenal José Bernardín, “Resumen de Comentarios sobre el Diaconado Permanente”, Asamblea Especial de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos, Abadía de St. John, Collegeville, Minn. (9-16 de junio de 1986), sobre Vocaciones y Futuro Liderazgo de la Iglesia (Washington, D.C.: Conferencia Católica de los Estados Unidos, 1986).

43 NSD (1996), pp. 13-16.

44 En 1994, el Revmo. Crescenzio Sepe, D.D., Secretario de la Congregación para el Clero, habló a la Conferencia Católica Nacional sobre el Diaconado sobre los antecedentes y las preparaciones en progreso para la asamblea plenaria programada para noviembre de 1995. En 1997, el Cardinal Darío Castrillón Hoyos, Pro-Prefecto de la Congregación para el clero, habló sobre “El diácono en la vida y misión de la Iglesia”, sugiriendo que la Congregación estaba preparando el Directorio. In 2000, el Revmo. Gabriel Montalvo, Nuncio Apostólico para los Estados Unidos, se refirió al papel del diácono en la misión de la nueva evangelización en la Iglesia.

45 Ver Nota 1 arriba, sobre la omisión de la palabra “permanente” del título del Comité de Obispos sobre el Diaconado.

46 Entre los miembros del Subcomité sobre Formación y Curriculum estaban: El Revmo. Howard Hubbard, Obispo de Albany, N.Y. (presidente); [Ministerio y vida del diácono] el diácono James Swiler, Director de Formación del Diaconado, Arquidiócesis de Nueva Orleans, La. (facilitador); la Sra. Bonnie Swiler, Arquidiócesis de Nueva Orleans, La.; la Hna. Yvonne Lerner, OSB, Directora de Formación del Diaconado, Diócesis de Little Rock, Ark.; [Formación] Dra. Ann Healey, Directora de Formación de Diáconos, Fort Worth, Texas (facilitadora); Rev. Michael Galvan, Pastor, Iglesia de San José, Pinole, Calif.; Diácono James Keeley, Director de Formación del Diaconado, Diócesis de San Diego, Calif.; Sra. Jeanne Schrempf, Directora de Educación Religiosa, Diócesis of Albany, N.Y.; Diácono Enrique Alonso, Presidente, Asociacón National de Diáconos Hispanos; [Estructura diocesana y selección] Sr. Timothy C. Charek, Director, Programa de Formación de Diáconos, Arquidiócesis de Milwaukee, Wis. (facilitador); Revmo. Dominic Carmon, SVD, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Nueva Orleans, La., miembro del Comité de Obispos sobre el Diaconado; Rev. Richard W. Woy, Vicario para el Clero, Arquidiócesis de Baltimore, Md.; [Curriculum] Diácono Stephen Graff, Decano de Estudiantes, Instituto St. Bernard, Rochester, N.Y. (facilitador); Rev. Mons. Ernest J. Fiedler, Rector, Catedral de la Inmaculada Concepción, Diócesis de Kansas City, Mo., y ex-Director Ejecutivo, NCCB Secretariado para el Diaconado; Rev. Bryan Massingale, Vice Rector, Seminario St. Francis, Milwaukee, Wis.; Rev. Alejandro Castillo, SVD, Director de la Oficina de Asuntos Hispanos, Conferencia Católica de California, Sacramento, Calif.; Rev. Robert Egan, SJ, Instituto St. Michael, Spokane, Wash.; Sr. Neal Parent, Director Ejecutivo, Conferencia Nacional de Liderazgo Catequético, Washington, D.C.; Dr. Seung Ai Yang, Profesor de Sagrada Escritura, Escuela Jesuita de Teología, Berkeley, Calif. Entre los miembros del Subcomité de Revisión Teológica y Canónica estaban el Revmo. William Lori, Obispo Auxiliar de Washington, D.C. (presidente); [Teología] Rev. Mons. Paul Langsfeld, Vice Rector, Seminario de St. Mary, Emmitsburg, Md. (facilitador); Diácono Samuel M. Taub, Diócesis de Arlington, Va., ex-Director Ejecutivo, NCCB Secretariado para el Diaconado; Hna. Patricia Simpson, OP, Priora, Hermanas Dominicas de San Rafael, Calif., y ex- Directora de Formación del Diaconado, Diócesis de Sacramento, Calif.; Rev. Frank Silva, Pastor, Iglesia de la Inmaculada Concepción, Malden, Mass., y Exdirector de Diaconado, Arquidiócesis de Boston, Mass.; [Espiritualidad] Diácono William T. Ditewig, Director Servicios Pastorales y Formación del Ministerio, Diócesis de Davenport, Iowa (facilitador); Sra. Diann Ditewig, Davenport, Iowa; Revmo. Allen H. Vigneron, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Detroit, Mich., y Rector, Seminario Mayor del Sagrado Corazón, Detroit, Mich.; Diácono James Condill, Presidente, Asociación Nacional de Organizaciones de Diáconos; [Ministerio] Rev. Msr. Timothy Shugrue, Pastor, Iglesia de la Inmaculada Concepción, Montclair, N.J., y ex- Director de Diaconado, Arquidiócesis de Newark, N.J. (facilitador); Rev. Edward Salmon, Vicario, Comunidad de Diaconado, Arquidiócesis de Chicago, Ill.; Rev. Mons. Joseph Roth, Presidente, Asociación Nacional de Directores de Diaconado; Diácono John Stewart, Presidente, Asociación Nacional de Diáconos Católicos Afro-Americanos; Rev. Mons. Theodore W. Kraus, Director de Diaconado, Diócesis de Oakland, el director del proyecto del Directorio, sirvió ex officio en cada subcomité y unidad de trabajo.


Tomado de: DIRECTORIO NACIONAL PARA LA FORMACIÓN, MINISTERIO Y VIDA DE LOS DIÁCONOS PERMANENTES EN ESTADOS UNIDOS

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