Que se haga”
Cuantos síes rotos,
cuantas palabras
dejadas atrás,
manchadas y olvidadas;
cuántas promesas retomadas
y de nuevo frustradas
en los fondos de mi inconsciencia.
Pero tú repites tu llamada,
golpeas incansable mi puerta,
esperas pacientemente
hasta responderte que se haga,
“que se haga según tu palabra”