Diác. Miguel Ángel Herrera Parra
Referente Nacional del CIDAL en Chile
Santiago, Chile, 8 de junio de 2011
miguelangel.herreraparra@gmail.com
En mi corazón yo siento,
se requiere otra diaconía,
en la que esté siempre atento,
al dolor y a la agonía.
Mientras yo estoy en retiro,
en silencio y oración,
mi esposa lleva el almuerzo,
a una hermana en su aflicción,
y atiende con fino esmero,
a otra madre, con unción.
La diaconía del barrio,
de las calles recorridas,
misionando, en cotidiano,
sin afiches, sin noticias.
Diaconía de alegrías,
que sueñan un mundo nuevo,
donde enfermos y cesantes,
sean tesoros del Reino.
Con los huérfanos y las viudas,
con vecinos y con presos,
¡no es utopía difunta!,
¡es camino de conversos!
Eucaristía en terreno,
con Jesús vivo y certero,
vamos sacando el veneno,
de indiferencia y dinero.
El dolor y la agonía,
en la que esté siempre atento,
se requiere otra diaconía,
en mi corazón yo siento.