Ordenaciones diaconales en la diócesis de Oberá

Oberá (Misiones) (AICA): El pasado viernes 1 de abril, en una Misa en la Iglesia Catedral San Antonio de la diócesis de Oberá, Misiones, el obispo diocesano, monseñor Damián Bitar, confirió el orden diaconal en carácter permanente a los hermanos José Luis y Juan Carlos Pacheco y en carácter transitorio a Fabián Szykowski. “Experimentando la alegría del Resucitado, damos gracias a Dios por el don de tres nuevos diáconos para la Iglesia diocesana; sin duda un precioso gesto de misericordia de Dios con nuestro pequeño rebaño en el marco del Año Jubilar”, expresó el obispo en su homilía.

Monseñor Bitar saludó en primer lugar a las esposas, hijos, familiares y amigos de los nuevos diáconos y agradeció a los formadores de Fabián Szykowski, que lo acompañaron durante la formación en el Seminario de Posadas y a las parroquias donde los hermanos Pacheco realizaron su ejercitación pastoral.

Reflexionando sobre el evangelio del día, el obispo de Oberá señaló que “somos invitados a volver a encontrar el sentido de la propia vocación poniendo a Jesús como Señor de la vida, a través de la escucha de su Palabra y de la Eucaristía. Sólo alimentándonos en estas dos mesas será fecunda nuestra vida cristiana, nuestro ministerio diaconal y sacerdotal”.

Y añadió: “Privados de Cristo permanecemos estériles, si nos ‘cortamos’ solos, haciendo ‘la nuestra’, desgastamos inútilmente la vida y el fracaso de la pesca es total. Es un andar a tientas por la noche de la vida; por el contrario, cuando interviene Jesús con el don de su Palabra: ‘echen a la derecha y encontrarán’, la obediencia a su Palabra produce el resultado de una pesca abundante”.

“Por último, dijo monseñor Bitar, tengan presente cual es el poder que les confiere el sacramento del Orden. Alejen de su mente y corazón las palabras con que, aún en la Iglesia, se concibe el poder: cargo, jerarquía, carrera, promoción, honor, prestigio, dominio… Un discípulo misionero, un diácono, un consagrado, debe concebir la autoridad en clave de servicio, nunca en clave de dominio”.

“Señor, abre los ojos de José Luis, Juan Carlos, Fabián y ¡también los nuestros!, para que conozcamos las necesidades de los hermanos; inspíranos los gestos, las palabras y las obras para confortar a los cansados y oprimidos. Danos entrañas de misericordia, humildad, sencillez, alegría y generosidad para servir a todos siguiendo tu ejemplo y mandato”, concluyó el obispo su homilía.+

Texto completo de la homilía

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